❝Siempre serás mi chica misteriosa❞
Eran unos niños cuando se vieron por primera vez, pero ese encuentro fue el inicio de su historia. El destino los volverá a unir años después para enfrentarse juntos a muchos retos y personas crueles. Ambos se nec...
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Las comunidades estaban unidas y en un estado de alerta. Saben que partirán en una búsqueda ciega, pero no podían quedarse con los brazos cruzados. De alguna forma conseguirían información para llegar hasta donde llevaron a Carl y Diana.
Sergio, con la nota en la mano, sentía la urgencia de descifrar el enigma que rodeaba a las personas que los secuestraron. ¿Quiénes eran? ¿Qué significaban las iniciales y el misterioso logo?
— Preguntamos a todos y nadie sabe nada. Ni una pista —le dijo Sergio.
— Alguien debe tener respuestas —dijo Sam.
La cuales están cerca de desvelarse y las comunidades se han preparado para enfrentar la verdad, sin importar las consecuencias.
Fue entonces cuando volvieron a escuchar el inconfundible sonido de los helicópteros. Los rotores cortaban el aire, y todos se dieron cuenta de que venían hacia Alexandria. La alarma se propagó entre los residentes y los visitantes por igual. La mayoría se ocultó en donde pudo, buscando refugio.
La tensión en Alexandria era palpable. Los corazones de la gente latían al ritmo de las aeronaves que se aproximaban.
Cuando los helicópteros descendieron, levantando polvo y hojas secas. El anuncio resonó en el aire, crispando los nervios de todos los presentes:
— No queremos problemas, solo buscamos a una persona. Sabemos que aquí vive Sergio Smith y debe venir con nosotros, es una orden de la “República Cívica Militar”.
Sergio estaba con los ojos entrecerrados y la mandíbula tensa observando cómo los helicópteros descendían. Su mente corría a toda velocidad, tratando de conectar los puntos mientras que la comunidad sostenía la respiración colectivamente, como si el aire mismo estuviera cargado de secretos.
La voz del piloto resonó nuevamente:
— Repito. No queremos problemas, solo buscamos a una persona. Sabemos que aquí vive Sergio Smith y debe venir con nosotros, es una orden de la “República Cívica Militar”.
Sergio tragó saliva. La comunidad también lo miraba, esperando su respuesta. Sus manos temblaron ligeramente, pero su determinación no flaqueó. Si había respuestas, él las encontraría. Además las comunidades no iban a rendirse sin luchar.
Rick se acercó a Sergio, sus ojos cansados reflejando la gravedad de la situación. El líder de Alexandria sabía que no podían perder la oportunidad de encontrar a Diana y Carl. Sabe que debe armar un plan porque es seguro que no estaban tratando con personas conocidas por su compasión.
— Sergio —dijo Rick en voz baja—, ¿estás dispuesto a entregarte?
— ¿Tienes un plan? —pregunta Sergio.
— Por supuesto que sí, de otra forma no te lo pediría. No podemos permitir que se lleven a más personas sin saber la verdad. Necesitamos saber dónde están Diana y Carl —le dijo Rick.
