Capítulo 22 • El grupo traidor

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Horas más tarde, los alexandrinos regresaron con la noticia de que llegaron a un acuerdo con una comunidad desconocida para luchar juntos contra Los Salvadores

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Horas más tarde, los alexandrinos regresaron con la noticia de que llegaron a un acuerdo con una comunidad desconocida para luchar juntos contra Los Salvadores. Tras varias negociaciones y la reaparición de Gabriel, el grupo accedió a ayudarles si les consiguen armas y comida. 

Diana no fue con ellos, se quedó cuidando de Judith junto a Carl. Pero de haber ido, se hubiese dado cuenta con facilidad que ese grupo no es confiable y no habría permitido que Rick haga un trato con esa comunidad. Menos cuando la líder de dicho grupo: Jadis, decidió ponerlos a prueba enfrentando a Rick con un caminante rodeado de pinchos y una especie de armadura.

Así que Diana no estaba de acuerdo en que les entregaran las pocas provisiones que tenían al mismo grupo que se infiltró en su comunidad y logró asaltar las despensas del lugar; además llevándose consigo al padre Gabriel como rehén.

Menos mal que Diana tuvo la idea de guardar las armas que les dio Amanda en otra parte que no sea la despensa porque ahí ese mismo grupo las habría robado y sería una gran pérdida. Pero afortunadamente seguían en una de las habitaciones de la casa de Diana, solo que no le parecía correcto dárselas a un grupo que a penas conocen.

— ¿Realmente piensan darles nuestras armas a ese grupo? —cuestiona Diana.

— Ese fue el trato —dijo Rick.

— Amanda no arriesgó su vida sacándolas del Santuario como para que se las demos a unos extraños que no nos dieron una buena primera impresión —le recuerda Diana.

— Diana tiene razón, papá. Saquearon las despensas y se llevaron a Gabriel. No parecen ser de fiar —comenta Carl.

— Comprendo sus dudas, pero necesitamos más gente para la guerra y lo saben. Diana, si no estás de acuerdo, no les daremos las armas que tu amiga nos dio —le dijo Rick.

Diana sabía que Rick tenía razón en parte, pero seguía sin estar de acuerdo. Solo que parecía no poder hacerlo cambiar de opinión. Por esa razón, ella había tomado una decisión. Hizo su propio plan para llevarlo a cabo temprano por la mañana. Pero mientras tanto, iba a actuar como si aceptara que les den sus provisiones.

— Bien, pueden darles esas armas. Son nuestras y eres el líder, así que decides qué hacer con ellas —dijo Diana.

— ¿Estás segura? —pregunta Rick.

— Si no lo estás, podemos conseguir más armas durante otra búsqueda de suministros. No te sientas presionada por aceptar —le dijo Michonne.

— No es así. Como les digo, son nuestras armas y las usaremos para beneficio de todos —dijo Diana.

Aunque era cierto, realmente Diana no había cedido. No aún. No sin antes asegurarse que ese grupo no iba a traicionarlos, y la única forma de hacerlo es ir a su comunidad.

— Solamente una pregunta: ¿Les dijeron a ese grupo que la hija de Negan está en su bando? —les pregunta Diana.

— No, eres nuestra mejor arma y ellos son desconocidos. Por precaución era mejor que no lo sepan —dijo Michonne.

El Chico del Sombrero • Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora