❝Siempre serás mi chica misteriosa❞
Eran unos niños cuando se vieron por primera vez, pero ese encuentro fue el inicio de su historia. El destino los volverá a unir años después para enfrentarse juntos a muchos retos y personas crueles. Ambos se nec...
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Después de quedarse algunos días en la Mancomunidad, decidieron que lo mejor era regresar a Alexandria. Esto debido a que la confesión y los secretos de Amanda seguían resonando en la mente de Diana, como un eco persistente que no podía ignorar.
Sin embargo, quedaron en buenos términos con la líder del lugar y fortalecieron su alianza con la unión de comunidades para brindar apoyo mutuo en los tiempos difíciles.
La chica misteriosa encontró consuelo en su lectura, sumergiéndose en las historias que tanto amaba. Asi que las palabras impresas la transportaban a un mundo nuevo mientras Carl le preparaba un té caliente para que se sintiera mejor. El aroma llenaba la sala de estar, creando una atmósfera de calma y serenidad.
El chico del sombrero observaba a Diana mientras leía, sabía que los secretos revelados por Amanda habían sido un golpe duro. Pero también confiaba en la capacidad de su esposa para superarlo.
Se mantuvo a su lado y escuchó su voz leyendo con suavidad cada palabra. Siempre iba a encantarle admirarla mientras descubre cada párrafo de su libro favorito.
La chica misteriosa continuó leyendo, y Carl se dejó llevar por la narración. El mundo exterior se desvaneció, y solo quedaron ellos dos, compartiendo un momento íntimo en medio de las letras impresas. La magia de la lectura los envolvió, y por un instante, todo pareció posible.
Fue en ese instante que el sonido de helicópteros comenzó a llenar el aire. Los rotores giraban con fuerza, y el ruido se intensificó a medida que las naves se acercaban. La llegada de Liam es un evento esperado, solo que no imaginan la importante propuesta que trae consigo.
Ya que Rick y Michonne se habían quedado en la Mancomunidad con los niños debido a que les gustó mucho el lugar y querían estar más tiempo. Son Diana y Carl, como representantes de su comunidad, quienes avanzaron hacia el portón para recibirlo.
Todos observaron cómo los helicópteros descendían con una coreografía perfecta, levantando polvo y hojas secas en el aire. Los soldados, con uniformes negros impecables y miradas firmes, se desplegaron alrededor de las naves, formando un escudo protector.
Liam descendió con elegancia, su bata blanca ondeando al viento. Su expresión científica y su sonrisa amable reflejaban su doble papel como médico y líder.
— Diana, Carl —saluda Liam—. Espero que estén bien. Tengo una propuesta importante para ustedes. Necesito llevarlos al CRM. Hay algo que deben ver. La República Cívica ha evolucionado. La seguridad, las instalaciones, incluso la estructura de mando. Pero hay algo más importante. Algo que debemos conversar al final del recorrido. Prepárense.
La pareja intercambia miradas, intrigados por la invitación. El CRM, ahora remodelado, albergaba secretos y respuestas que podrían cambiarlo todo. Sin dudarlo, asintieron, preparándose para enfrentar la propuesta que les esperaba.
Entonces se dirigieron hacia los helicóptero y pronto despegaron, dejando atrás Alexandria para dirigirse hacia el corazón de la organización. Desde las ventanas, podían ver el paisaje que se extendía debajo: campos verdes y ríos serpenteantes. El sol se filtraba entre las nubes, pintando patrones dorados en la tierra.
