Capítulo 60 • La verdad sobre Liz

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Diana pudo dar con la maldita rubia y la perseguía por el bosque sin que Liz lo notara

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Diana pudo dar con la maldita rubia y la perseguía por el bosque sin que Liz lo notara. Era una distancia lo bastante adecuada para que no pudiera darse cuenta de que iba decidida a matarla.

Pero conforme avanza, la pierde de vista. Menos mal que le enseñaron muy bien como seguir un rastro.

En el camino, prende un woki porque no podía dejar de pensar en su chico del sombrero. Dejarlo así fue muy difícil y le dolía, pero necesita enfrentarse a esto sola. Aunque en el fondo también es porque no quería ver a la rubia con mala actitud cerca de Carl.

Odiaba sentir celos porque confía en su novio por completo, pero aún así las acciones de terceras personas son inevitables. Como el maldito beso a la fuerza que le dio la maldita Liz ayer.

Diana intenta olvidar esa imagen que su mente crea de la escena y continúa tratando de que su adorada cuñada responda a su llamado.

— Jude, ¿estás ahí? Cambio —dijo Diana.

— ¡Di! ¿Por dónde estás? ¿Te encuentras bien? —le pregunta Judith.

— Estoy bien. Ya debes saber donde fui, ahora sigo los pasos de Elizabeth. La encontré y voy tras ella. Pero quería saber sobre Carl —confiesa Diana.

— Papá no lo ha dejado salir, lo están vigilando. Prácticamente está encerrado en casa junto a RJ, quien intenta animarlo porque está de muy mal humor. Te extraña y está muy preocupado por ti, Di —dijo Judith.

Diana se siente muy mal por eso, así que cierra los ojos por unos instantes con amargura. Esperando que Carl resista unas horas más y que la espere sin ponerse en peligro.

— Informale que estoy bien, que pronto estaré de regreso. Que lo amo y lamento mucho hacerle esto, pero que es como debe ser —le dijo Diana.

— Lo haré —confirma Judith.

— Gracias, Jude —dijo Diana.

— Cuídate mucho, por favor —le suplica Judith.

— Te prometo que así será —afirma Diana.

— Di, confío en ti —dijo Judith.

Pero la pequeña Grimes no recibe respuesta porque Diana se queda en silencio, el hilo de voz que Judith tenía le hace recordar lo sádica que puede ser Liz y que sería una lucha a muerte.

Una de las dos moriría esa misma tarde y seguramente sería de una forma muy sangrienta.

Sigue su camino, dejando el woki atrás y acelerando el paso. Debía hacer esto pronto porque hay muchas personas que la esperan en casa.

El rastro de Liz que seguía Diana la lleva hasta un pueblo abandonado, no muy lejos de Alexandria. Parecía tranquilo y libre de caminantes, pero de pronto empieza a sonar una fuerte melodía. Que la castaña pudo reconocer, confirmando que Beta fue hace mucho un cantante de country muy reconocido en el país con el nombre de Half Moon.

El Chico del Sombrero • Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora