La habitación se llena de tensión mientras todos observan a Rosita y la respiración colectiva se detiene por un instante, como si el mundo entero estuviera suspendido en ese momento crucial. Los monitores parpadean, registrando cada pequeño cambio en la condición de Rosita.
Siddiq, con Coco en brazos, no puede apartar la mirada de Rosita. Eugene, luchando contra las lágrimas, observa el monitor con desesperación. Gabriel, con su rostro sereno pero preocupado, murmura una plegaria silenciosa. Carl y Diana, unidos en su deseo de que funcione, aprietan los puños. La chica misteriosa espera el veredicto de la ciencia, consciente de que su don podría cambiarlo todo.
El tiempo se estira, y el silencio se vuelve casi tangible. Josette verifica los signos vitales, y su expresión se ilumina al mismo tiempo que los ojos de Rosita se abren lentamente.
— Me siento… diferente —dijo Rosita.
— Tu fiebre ha disminuido drásticamente —le dijo Josette, su voz llena de asombro y esperanza.
Los monitores muestran signos de mejoría. La tensión se afloja un poco, pero nadie se atreve a relajarse por completo. Liam, el científico médico con la mirada penetrante, observa cada detalle. La sangre de Diana, con sus anticuerpos únicos, ha comenzado a surtir efecto.
— Funciona. No solo ha frenado el virus, también lo destruye —explica Liam, su voz firme y emocionada.
Siddiq, con lágrimas en los ojos, se acerca y besa la frente de Rosita. Mientras que Eugene, con los ojos vidriosos, sonríe y suspira aliviado. Gabriel se siente agradecido, pero también cauteloso. Carl y Diana comparten una mirada cargada de significado. El destino de todos está en juego, y la esperanza es frágil pero poderosa.
Minutos más tarde, fue cuando Liam y Josette comparten una mirada de asombro y alegría. El silencio en la habitación se rompe con su voz firme y emocionada:
— ¡Buenas noticias! Me alegra informarles que el procedimiento ha sido todo un éxito. Los signos vitales de Rosita indican que el virus ha sido completamente erradicado —dijo Liam.
— Su sangre, tratada con los anticuerpos de Diana, ha logrado lo impensable. Rosita está curada —anuncia Josette.
Los presentes se ponen de pie de inmediato y se abrazan, algunos lloran de alivio. Eugene revisa los monitores con atención para asegurarse de que no sea mentira. Pero es verdad. Esta victoria es un recordatorio de que la solidaridad y la ciencia pueden marcar la diferencia.
Así es como descubren que la sangre de Diana puede curar el virus wildfire permanentemente.
La habitación se llena de emociones encontradas: miedo superado por la esperanza, tristeza reemplazada por alegría.
— ¿Estoy curada? —pregunta Rosita.
— Sí, Rosita. Gracias a Diana —le dijo Liam.
La enfermedad que la aquejaba, la mordida que amenazaba su vida, ha sido vencida gracias a la sangre de Diana. Así que Rosita se siente abrumada por la noticia y procesa la magnitud de lo que acaba de suceder. Es un milagro que no puede comprender por completo, pero su corazón se llena de gratitud hacia la chica que cambió su destino. Por lo que se esfuerza por encontrar las palabras adecuadas.
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El Chico del Sombrero • Carl Grimes
Fanfiction❝Siempre serás mi chica misteriosa❞ Eran unos niños cuando se vieron por primera vez, pero ese encuentro fue el inicio de su historia. El destino los volverá a unir años después para enfrentarse juntos a muchos retos y personas crueles. Ambos se nec...