❝Siempre serás mi chica misteriosa❞
Eran unos niños cuando se vieron por primera vez, pero ese encuentro fue el inicio de su historia. El destino los volverá a unir años después para enfrentarse juntos a muchos retos y personas crueles. Ambos se nec...
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Indudablemente, la batalla entre los soldados de la Mancomunidad y los de la República Cívica Militar fue una danza mortal en un campo de batalla improvisado. Los estrechos pasillos del edificio resonaban con el estruendo de las armas, el aire se llenaba de humo y sudor. Las botas crujían sobre el suelo, y los corazones latían al ritmo de la guerra.
Los combatientes de la Mancomunidad luchaban con ferocidad. Sus espadas chocaban contra los rifles de los militares del CRM. El acero contra el metal, la carne contra la tecnología. Cada movimiento era una apuesta por la vida o la muerte.
El líder de la República Cívica Militar, se había convertido en un objetivo crucial para la unión de comunidades y la resistencia.
Johnathan Beale, el Mayor General de las Fuerzas Armadas del CRM, era un hombre de alto rango con una larga historia en el poder. Su influencia se extendía a lo largo de la organización. Si pudieran eliminarlo, debilitarían significativamente la estructura de mando.
La información compartida por Felix y Will reveló que Beale era responsable de la muerte de más de 100,000 personas al ordenar la aniquilación de comunidades enteras. Sus decisiones habían dejado un rastro de destrucción y sufrimiento.
Además, Beale tenía planes de que Alexandria fuera la siguiente en su lista. La comunidad estaba en peligro inminente.
Durante la operación y con extremo sigilo. Daryl se acercó al Mayor General mientras él supervisaba las operaciones. En un momento de distracción, le disparó varias flechas de su ballesta con precisión. Beale cayó al suelo, su vida extinguiéndose con lentitud.
— La chica... Diana Smith... No pueden llevársela —le dijo Beale.
— Intenta detenernos —dijo Daryl sin titubear.
— ¡Es nuestro futuro! ¡Piensen en las vidas que podremos salvar! —exclama Beale, desesperado.
— ¡MENTIRAS! —le grita Daryl—. ¿Sabes qué? Yo amo a esa chica como si fuera mi hija. Diana es buena, amable... ¡Y USTEDES CASI LA MATAN!
— Saben que no pueden protegerla por siempre. Por mucho que lo intenten. Sin importar a cuantos maten —dijo Beale.
— No tengo tiempo para esto —concluyó Daryl con frialdad.
Se marchó, dejándolo completamente solo en su agonía. La muerte de Beale no solo debilitaría la estructura de mando de la República Cívica Militar, sino que también enviaría un mensaje claro: estaban dispuestos a luchar hasta el final. Por lo que la verdad detrás de la organización estaba a punto de salir a la luz, y la esperanza de un cambio se afianzaba.
Mientras tanto, el grupo se preparaba para enfrentar a los otros líderes del CRM.
Kublek, una figura misteriosa y poderosa, era también una oficial de alto rango. Encarcelada podría proporcionar acceso a información vital y posiblemente cambiar su lealtad. Con la ayuda de la resistencia, ahora tenían pruebas que la incriminaban. Así que Rick le ofrecería un trato: información a cambio de su libertad. Si ella cooperaba, podrían exponer la verdad.
