❝Siempre serás mi chica misteriosa❞
Eran unos niños cuando se vieron por primera vez, pero ese encuentro fue el inicio de su historia. El destino los volverá a unir años después para enfrentarse juntos a muchos retos y personas crueles. Ambos se nec...
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Narrador.
Después de algún tiempo de tranquilidad dentro de su comunidad y tras haber hecho un acuerdo con Hilltop a cambio de recibir provisiones. Los residentes de Alexandría se vieron obligados a enfrentarse contra un grupo de bandidos a quienes debían exterminar. Asi que idearon un plan para atacar un puesto de avanzada de Los Salvadores esa misma noche.
Cuando el día estaba por terminar, Enid regresaba a Alexandria después de haberse visto con Diana en el bosque. Pero mientras iba hasta la casa de Olivia, se dio cuenta que las personas lucían preocupadas y no estaban los que suelen hacer guardia a esa hora. De hecho, parecía que algunos residentes habían salido de la comunidad y seguían sin regresar.
En el porche de la casa de los Grimes, se encontraba Carl cuidando a su hermanita Judith. Vio llegar a Enid y sabía que venía de verse con la amiga misteriosa, que cada vez lo intrigaba más. Necesitaba saber su nombre.
— ¿Sigues molesta? —le pregunta Carl.
— No —responde Enid.
— Como digas —duda Carl.
— ¿A dónde fueron todos? —preguntó Enid.
— Si te involucraras más en los asuntos de Alexandria lo sabrías —le reprocha Carl.
— Bien, se lo preguntaré a alguien más —le dice Enid, molesta.
— La comida que trajeron no era gratis —menciona Carl.
— ¿Eso que significa? —pregunta Enid.
— Alexandria tuvo que llegar a un acuerdo con Hilltop para que les dieran esa comida —cuenta Carl.
— ¿Dónde está Maggie?
— Ella fue con ellos.
— Está embarazada, no debió haber ido.
— Así lo decidieron.
— ¿Cuál fue el acuerdo que hicieron con esa comunidad? —preguntó Enid.
— Exterminar a grupo de bandidos que se hacen llamar los Salvadores y a su líder, un hombre llamado Negan —explica Carl.
Enid se puso pálida al escuchar lo que Carl le estaba diciendo. Sentía una mezcla de angustia, culpa y preocupación. De haberles advertido antes, los recidentes de Alexandria no habrían ido a enfrentarse con un grupo como ese y la vida de su amiga no estaría en peligro porque podía ser confundida con una Salvadora al encontrarla en ese lugar.
— ¿Qué acabas de decir? —pregunta Enid con hilo de voz.
— Fueron a matar a los Salvadores. Tranquila, no es la primera vez que se enfrentan a ellos. Daryl, Abraham y Sasha se encontraron con ellos hace poco y lograron aniquilarlos con facilidad —le contaba Carl.
— No puede ser —murmura Enid.
Enid empieza a caminar, sin saber realmente que hacer. Pero tenía intenciones de salir otra vez al bosque para ir a buscar a Diana. Estaba enojada con ella misma por no haber podido evitar que Alexandria se enfrente con Los Salvadores, pero lo cierto era que nadie hubiese podido detener ese encuentro.
