Capítulo 50 • JSS

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De regreso en Alexandria, era tiempo de darles la noticia y solucionar la situación que habían dejado sin aclarar

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De regreso en Alexandria, era tiempo de darles la noticia y solucionar la situación que habían dejado sin aclarar.

Las puertas se abrieron tan pronto los vieron llegar. Michonne, Judith y Perro fueron los primeros en recibirlos contentos de verlos llegar con bien. Mientras que los demás residentes fueron acercándose de a poco porque necesitaban respuestas y tampoco estaban contentos de que Sam haya escapado de su celda durante la noche.

Pero Sergio ha hablado con el equipo de que solo había una forma de que los habitantes aceptaran de una vez por todas a los hijos de Alpha en su comunidad porque ninguno debía volver a correr peligro de muerte otra vez.

Solo que al principio, Sam no parecía muy convencido de la idea que tuvo Sergio. Aunque ha aceptado el trato por el bien de sus hermanas.

No sabían como lo tomaría la gente, pero es lo que tanto estuvieron pidiendo y ahora debían quedarse tranquilos.

— ¡Alpha y los Susurradores están muertos! Todo ha terminado —anuncia Carl.

Los presentes no tardan en armar un alboroto con preguntas al respecto mientras parte de los miembros del consejo: Michonne, Aaron y Gabriel lo miran preocupados, sin poder creer lo que escuchaban.

— ¿Qué pasó? —le pregunta Michonne.

— Me gustaría saber si eso representa un peligro porque es muy bueno para ser cierto —dijo Aaron.

— Acabamos con todos, es lo que creemos y aunque no fuera así, quedarían muy pocos. No serían un riesgo para nosotros porque Alpha ya no está para guiarlos —le dijo Sergio.

— ¿De verdad Alpha está muerta? —pregunta Michonne.

— Sí, esa perra está muerta —dijo Carol.

— Recibió lo que merecía —le dijo Sergio.

— Cuando bajé a las celdas esta mañana, Samuel no estaba ahí. ¿Quieren explicar eso también? —pregunta Gabriel.

— Lo sé, ahora voy a eso —dijo Sergio—. Yo quería venganza igual que todos ustedes, por eso junto a Carol vinimos aquí en busca de Samuel para que nos ayude. Él aceptó y tuvimos que sacarlo de la celda, no escapó. Estaba con nosotros y escúchenme bien. Ustedes hablaban de silenciar a Los Susurradores, es por eso que Sam silenció a su Alpha.

Ante esas palabras, la gente se sorprendió. Pero era lo necesario para que pudieran confiar en ellos.

— Nosotros no decidimos tener una madre como ella, pero si donde queremos quedarnos —dijo Sam.

— Este es nuestro hogar, tenemos amigos aquí y merecemos sentirnos seguros siempre —comenta Lydia.

— Solo quiero que dejen a mis hermanas tranquilas. Yo puedo volver a mi celda ahora, pero no las lastimen a ellas otra vez —le dijo Sam.

El Chico del Sombrero • Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora