Capítulo 36 • Una nueva amenaza

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Por la mañana, era tiempo de que los forasteros se vayan

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Por la mañana, era tiempo de que los forasteros se vayan. Así que Diana se acerca a ellos junto a Carl mientras Luke se despedía de Judith.

— Sobre todo a ti, gracias —le dijo Luke.

Entonces Carl puso sus manos sobre los hombros de Judith, para empezar a conversar con el grupo.

— Lo sentimos, hemos pasado por un mal momento y ya no es tan fácil para nosotros confiar en los demás —dijo Carl.

— Comprendemos, no hay problema. Es solo que nos hubiese gustado quedarnos —confiesa Luke.

— Encontrarán otro hogar, se los aseguro —dijo Diana.

Lo cierto es que Diana estuvo por hablarles del Reino, pero fue cuando llega Michonne con su caballo. Había hablado con Rick y tomaron una decisión, que Michonne iba a cumplir para que Judith y Carl estuvieran felices.

— Cambio de planes. Hay un lugar parecido a este, quizás se puedan quedar ahí. Los acompañaré hasta allá y hablaré con la persona a cargo —anuncia Michonne.

— ¿Vas a llevarlos a Hilltop? —le pregunta Siddiq.

— Contigo, le echarás un ojo a tu paciente hasta que lleguemos —dijo Michonne—. Carl, Diana. ¿Quieren acompañarnos para que puedan visitar a Enid?

— ¡Sí! Claro que sí —le dijo Diana.

— Vayan por sus caballos —pide Michonne.

Así lo hicieron, se apresuraron a ir por sus caballos. El de Diana es de color azabache con una mancha blanca en la frente y entonces lo primero que hace es acariciarlo. Le parecía muy bello y siempre que lo llevaba con ella se aseguraba de cuidarlo muy bien.

Diana se sube al caballo con ayuda de Carl y segundos después, su chico del sombrero aparece a su lado en un caballo marrón. Se sonrieron y empezaron a cabalgar hasta el portón donde los demás los esperaban.

En el trayecto a Hilltop, Michonne les dejó en claro a los forasteros que solo los estaba ayudando para darle un buen ejemplo a su hija y se rehusó a devolverles sus armas. Pero al día siguiente, mientras se preparaban para continuar el viaje, el grupo fue tomado por sorpresa por una horda de caminantes y viéndose en apuros, a Michonne no le quedó otro remedio más que confiar en sus acompañantes y les devolvió sus armas para que ayudaran con la pelea. Después de verlos quebrarse al encontrar a un viejo amigo entre la horda, fue Michonne quien acabó con la criatura y comprendió que tal vez había estado equivocada respecto a ellos.

De esa manera fue que en lo que quedaba de camino, tanto Carl como Diana trataron de que Michonne acepte asistir a la feria que se llevaría a cabo en el Reino en unos días porque en los últimos meses la mujer se ha alejado mucho de las personas. Entonces Michonne promete que lo pensará.

Cuando estuvieron cerca de la comunidad a la que iban, se acercaron dos hombres en caballos. Michonne y Siddiq alistaron sus armas, pero Diana y Carl los reconocieron. Se trataba de dos residentes de Hilltop.

El Chico del Sombrero • Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora