❝Siempre serás mi chica misteriosa❞
Eran unos niños cuando se vieron por primera vez, pero ese encuentro fue el inicio de su historia. El destino los volverá a unir años después para enfrentarse juntos a muchos retos y personas crueles. Ambos se nec...
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Años más tarde.
Caminando lentamente por unas vías de tren, recordando un pasado lleno de peligro y desesperación. Carl, ahora un hombre maduro, estaba junto a su hijo que ya tenía once años, aproximadamente la edad que él tenía cuando el apocalipsis comenzó.
Harry llevaba el sombrero de sheriff. Un recordatorio constante de su legado, de la familia que habían perdido y de la responsabilidad que ahora recaía sobre sus hombros. También sostenía la ballesta de Daryl con orgullo, sus dedos acariciando el metal desgastado.
Carl, por su parte, llevaba la cold python de Rick en su cinturón y la katana de Michonne a su espalda. Eran recuerdos de un pasado doloroso, pero también símbolos de fuerza y perseverancia. Cada vez que tocaba la fría empuñadura de la pistola o sentía el peso de la katana, recordaba a su padre y a Michonne, quienes habían luchado incansablemente por un mundo mejor.
El cual había cambiado. Los bosques, antes devastados, comenzaban a regenerarse. Muchos campos y áreas verdes se extendían bajo el cielo azul. Además, los animales se aventuraban con más frecuencia. Y en cuanto a los caminantes, ahora eran poco más que un incidente lejano. Pero a pesar de la aparente tranquilidad, el mundo seguía siendo solitario. Carl y Harry no habían encontrado a otros seres humanos en mucho tiempo.
— Todos éramos diferentes —dijo Carl, su voz cargada de nostalgia—. Pero nos unimos para sobrevivir. Para ser una familia. Rick Grimes, mi padre, fue un líder excepcional. Daba su vida por nosotros: Por Judith. Por RJ. Por Michonne. Y por todo el grupo. Nos enseñó a ser fuertes, a luchar contra cualquier amenaza.
Harry asintió, sus ojos reflejando la valentía que había heredado de su padre y su abuelo. Juntos, continuaron caminando por las vías de tren, sin rumbo fijo. El mundo podía estar solitario, pero mientras tuvieran el recuerdo de los que habían amado y la determinación de seguir adelante, nunca estarían completamente solos.
— Todo iba bien hasta la llegada de una gigantesca organización proclamada como la República Cívica Militar, quienes abastecieron nuestra comunidad con provisiones. Pero nunca debimos confiar en ellos —menciona Carl.
— ¿Qué pasó? —le pregunta Harry.
— Ese día tú y yo salimos al bosque. Yo jamás me imaginé que atacarían Alexandria sin previo aviso. No pude salvarlos —dijo Carl con la voz entrecortada.
— No es tu culpa, papá.
— Un helicóptero arrojó cloro gaseoso en Alexandria. El gas quemó sus pulmones. El propósito del CRM era eliminarnos sin crear una horda. Lo lograron. Después, hicieron lo mismo con Hilltop, El Reino y Oceanside...
