Monserrat Fuentes totalmente diferente a sus Padres.
Rebelde
Coqueta
Divertida
Directa
Cariñosa
Orgullosa
Todo lo que quiere, lo consigue y en sus planes está tener a su director en sus manos y eso también lo va a conseguir pero ¿ A que costó...
Dejos unos papeles en mi escritorio los cuales debo firmar urgentemente, pero no he parado de pensar en la conversación que tuve con el Padre de Mon, se que como adulto no debí decirle que no iba a aceptar que no esté con ella, pero amo a Monserrat y ya he estado demasiado tiempo alejado de ella.
Tomo el teléfono cuando esté suena.
_ Qué sucede luz ~ le pregunta a mi secretaria y continuo con mi deber.
_ Señor tengo un problema aquí ~ me dice y frunzo el ceño confundido.
_ Qué sucede ~ le pregunto, ya curioso por saber cuál es el problema.
_ La Señorita Fuentes está aquí y no quiere ir a sus clases ~ sonrío al escuchar, muy típico de Monserrat.
_ Déjala pasar ~ le digo.
Y ella no termino de responder cuando Monserrat pasa por la puerta como si estuviera en su casa, la miro con una ceja alzada.
Aprieto mis puños al ver su sexy manera de vestir que nunca va a dejar de sorprenderme cada día, está tan linda, pero esta vez me quedo un poco sorprendido por qué no lleva botas, sino unos tenis blancos.
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_ Hola ~ susurra y no sé en qué momento se subió a la mesa, es una mala costumbre que tiene.
_ Qué haces fuera de clases ~ le pregunto, ella sonríe y se coloca encima de mí ahorcadas.
_ Digamos que hice una pequeña travesura para que el profesor me mandara donde el director ~ dice la muy descarada.
_ No puedes estar haciendo esas cosas cada vez que quieras verme, cuando nos veamos todos los días ~ le digo y rueda los ojos.
_ Me vas a regañar o besarme ~ me pregunta directa.
_ Por el momento tus labios, pero sin duda alguna vendrá tu regañó ~ ella ríe sin importarle, para luego ir por mis labios.
Sin permiso empieza a quita lo botones de mi camisa y entra sus manos por esta, muerdo su labio y entro mi lengua en su boca. Mon termina de quitar mis botones y pasa sus manos a su antojó por mi abdomen desnudo.
_ Mon, estamos en mi oficina ~ le digo cuando baja sus besos por mi cuello.
_ No me importa ~ ruedo los ojos y no se por que diablos me sorprende su respuesta.
Tomo su rostro en mis manos y vuelvo apoderarme de sus labios, Monserrat empieza a mover su cadera en círculos y ya esto está tomando un rumbo que no sé si pueda parar.
_ Monserrat no podemos aquí ~le digo, pero no sirve de nada, por que ella no para sus movimientos.
_ No me importa, te quiero aquí y ahora ~ m dice desidia y saca su chaqueta blanca, miro el pequeño top que lleva y eso me vuelve loco, más al ver sus tatuajes.
