El Capitolio

179 15 9
                                    

Los últimos 3 distritos del Tour fueron los más pesados a nivel mental y emocional, no solo para Annie, sino que para todos los presentes en la plaza.

Distrito 3. Caspar. Kira.

El que tan inocente era Annie de la muerte de la pequeña era tema de debate entre la población: unos creían que ella le había dado esas bayas a propósito aprovechándose de la confianza que le tenía la pequeña, mientras que otros creían que genuinamente había sido un trágico accidente provocado por las artimañas de Wade, y que Annie no había tenido intenciones de envenenarla.

En el caso de Caspar...él había tratado de matar a Annie...Wade lo mató por el intento.

- ¡Agh, perra! ¿A dónde crees que ibas...?

- ¡WADE!

Tanto Annie como Finnick recordaban aquello amargamente, la chica por haberlo vivido en carne propia, y él por no haber podido hacer nada para ayudarla. De no haber sido por Wade, Caspar la hubiera matado...y eso todos lo sabían.

- ¡MALDITA TRAMPO...!

"Tramposa: me quiso decir tramposa. Lo mató el veneno de la peineta" pensó Annie, por fin comprendiendo el porqué de que él la llamase así: Caspar lo había sabido antes que ella... ¿Fue por él que Snow empezó a sospechar?

Fuera como fuera, la situación era la misma: las dos muertes del 3 habían sido a manos del 4. Annie terminó devolviendo de los nervios minutos antes de salir, solo para ser forzada a actuar como si nada frente a las familias de su pequeña amiga y su casi asesino.

En pocas palabras, fue un martirio.

El 2 no fue más sencillo, pues implicaba hablar bien de la chica que mató a Wade, Eris, y quien casi la mata al final, Marcel. Dar palabras de honor hacia la chica que se burló de ella y de la muerte de Wade con crueldad, irrespetando su cuerpo, insultando su muerte...

Annie ni se esforzó en disimular sus mentiras, y los del 2 tampoco escondieron su repudio. Finnick sólo pudo agradecer que no terminara en riñas o pleitos por ninguno de los lados, por más evidente que fuera la agresividad en el tono "neutro" de la pelirroja al halagar a Eris. No la culpaba: todo el 4 terminó odiando a esa mocosa sanguinaria.

Eso fue el 2, luego el 1. Para Annie fue un poco más fácil: al lado de Marcel y Eris, Gemma y Onyx habían sido más bien indiferentes para ella: dos profesionales más que pelearon por sobrevivir a costa de quien se les pusiera enfrente. Sentía algo de culpa por haber colaborado en el asesinato de Onyx (aunque su intención solo fue salvar a Wade, no precisamente matarlo), y mentiría si negaba que la imagen de Gemma empalada por la Cornucopia, con Marcel llorando su muerte, había sido una de las más frecuentes en sus terrores nocturnos por lo grotesco de todo. De igual modo, seguía siendo más sencillo que el 2, y eso ayudó a que Annie hiciera un mejor papel al hablar de ello...lamentablemente Finnick no podía decir lo mismo.

Ver a dos compañeros mentores en el lugar de las familias de los fallecidos era algo nuevo para él, y era de esas experiencias que hubiera preferido jamás vivir. Si él se sentía culpable no quería imaginar cómo se sentirían Gloss y Cashmere, quienes en parte eran los responsables de traer a Gemma a casa. "Por eso no vale la pena tener hijos: te los matan" pensó Finnick amargamente, apartando la vista de los llorosos señores Diamandis. La culpa nunca había sido productiva, y a ellos todavía les quedaba el destino más difícil: El Capitolio.

- ¿Estás dormido? - escuchó la pequeña voz de Annie susurrar en media oscuridad, sobresaltándolo un poco. Por lo suave de su respiración él hubiera jurado que estaba dormida-. Lo siento, no quise asustarte...

Contracorriente | La Historia de Annie Cresta y Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora