-Te desquitaste de lo lindo por comerme la última dona- se quejó Annie con un puchero en el piso mientras que Wade la ayudaba a levantarse.
-Tu fuiste la loca que insistió en probar combate...
-...Siento que eres el único que si me golpeaba de verdad, sí sería un accidente...- confesó mientras se sobaba el brazo herido. Él la miró avergonzado.
-...Eso dalo por hecho, Annie.
-Me haces un favor. Sospecho que no muchos dudarán de aprovecharse de su fuerza ya dentro de la arena conmigo, ¿verdad? Mejor ir viendo cómo evitar golpes si no sé recibirlos ni darlos...
-Te enseñaría, pero francamente improvisé. No sé pelear, se golpear, que es distinto.
-Mínimo es algo.- insistió Annie, mientras agradecía el agua.
- ¿Y si descansamos?
-Yo practicaré una ronda más, con el maniquí. Te veo arriba- Wade asintió antes de encaminarse rumbo al piso cuatro, donde Finnick y Mags le estarían esperando con su evaluación.
Ella quería posponer aquel momento lo que pudiera, sabiendo de antemano que mucho no había conseguido más allá de darle al corazón a un maniquí una vez con el cuchillo, siendo aquello más una casualidad o accidente antes que verdadera destreza con el arma.
-Tanto tú como Wade deben practicar mucho su combate. Él atacó a pura fuerza, y tú solo huiste mientras pudiste.
-No esperarás que les haga daño, ¿verdad? No les llegó ni a la barbilla-bufó cuando Finnick fingió agacharse para escucharla, haciendo un mohín. Él negó divertido, antes de serenarse-. No quería tener que pelear...
-...Bueno, pero las peleas parecen quererte a ti, Ann, y si te quieren herir, te tendrás que defender. No necesitas ser la más fuerte ni la más grande si sabes dónde golpear. Mira, te enseño- Annie arqueó la ceja, confundida.
-No sabía que los mentores pudieran ayudarte a entrenar- Finnick se encogió de hombros.
-La mayoría están, o muy viejos, muy borrachos, o hartos como para hacerlo de buen agrado, pero técnicamente podemos hacer lo que nos plazca. Tú eres una chica con suerte. Ven pues, que no muerdo, Annie.
La chica se acercaba y retrocedía dudosa, no queriendo dar el primer golpe. Digo, ella sabía que técnicamente le estaba dando una ventaja... ¿Verdad? Esperaba, al menos. Y, de todos modos, la ventaja no lo era si no sabía cómo usarla.
-Lo siento...No puedo...- se rindió antes de poder soltar el primer golpe, incapaz de mantenerle la mirada. Era una suerte que ella fuera la última junto con Kira del 3 en permanecer en el gimnasio, pues no quería que los demás la vieran titubear. Finnick le alzó el rostro con delicadeza para poder verla al hablar.
-No te disculpes. Mira... tú no lo ves, pero que estés pequeña te da cómo te quita. Eres rápida, te vi correr, y ágil. Te ví esquivar muy bien. Lo que debes priorizar es que no te golpeen la cabeza. Todo duele, pero si te golpean la cabeza pueden dejarte inconsciente, y eso podría matarte. Si alguien te ataca así- movió la mano para indicarle cómo tomarle del brazo- deberías tomarlo de acá y hacer esto- Annie prestaba atención a sus movimientos, tratando de grabarlos a fuego en su memoria-, sin mucha fuerza lo detienes, y después esquivas-la chica hizo como indicó, sorprendiéndose de cómo con tan simple movimiento podía frenar el golpe de tan fuerte hombre. Finnick le sonrió orgulloso, antes de seguir con sus explicaciones.
Le había enseñado cómo golpear y esquivar por una hora más hasta que quedaron 10 minutos para las 8, la hora en la que tendrían que irse. Annie se dejó caer en la colchoneta una vez más, esta vez no por los golpes, sino que por el agotamiento, el cabello rojo desparramándose de su intento de coleta cual halo de fuego. Finnick tuvo que forzarse a mirar a otro lado por miedo a quedar embelesado, dirigiéndose curioso donde la pequeña Kira del Distrito 3 entrenaba bajo la supervisión de su amiga Cosima, quien parecía adormilada.
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Contracorriente | La Historia de Annie Cresta y Finnick Odair
FanficLa vida de Annie se quiebra cuando su nombre sale el día de La Cosecha. No tiene nada a su favor. Nada, excepto él: Finnick Odair, su mentor. ⚠️Advertencia: Esta historia contiene temas sensibles como representaciones gráficas de violencia, sexual...