Afortunadamente para ellos, el Capitolio no estaba tan desesperado por Finnick y su atractivo como de costumbre: podría quedarse hasta que la gira llegara al 4, donde una fiesta en la alcaldía sería celebrada para recibir a la vencedora del 7, y de allí, él se uniría a Blight y Johanna en el tren hacia al Capitolio. El si se quedaba allí o no dependería de Snow y sus clientes, de sus amantes.
- ¿Qué debería usar para la cena? – preguntó Annie nerviosa, sacándole una risita.
- ¿No recuerdas la tuya? Todos estábamos allí, ¡incluso Mags! Ella normalmente se niega a ir. Eres de sus consentidas- comentó Finnick con dulzura, pero Annie se encogió de hombros.
-No recuerdo ni lo que cenamos ayer. Además, probablemente estaba medicada: Sena a veces pulverizaba pastillas y las metía en mi bebida o comida, para "calmarme". Lo hacía de buena fe, pero por poco no me noquearon- Finnick no supo qué lo sorprendió más: la confesión, o la calma con la que contaba aquello.
-Annie, eso fue drogarte contra tu voluntad. Debiste haberme dicho. Pude haberle dicho que parara.
-Sé que te respetan más a ti, pero tampoco quiero volverme una carga: no soy tu obligación, ¿sabes? Además, no es como que las tomara y ya: la mayoría de veces me di cuenta y las evité. Le dije que parara y no me hizo caso: solo me quedó prevenir, y lo hice bastante bien.
-Yo la hubiera hecho obedecerte. Eso que hizo pudo ser peligroso. Las pastillas no son un juego.
-Eso ya lo sé. Amor, no te lo tomes a mal, pero tampoco creas que me fascina que te metas en problemas por cuidarme, en mi nombre, menos cuando no es tan grave y de hecho puedo manejarlo. Tengo 19: puedo hablar por mí misma- comentó con todo el tacto que pudo, pero igual notó que lo ofendió. De todos modos, como siempre, Finnick mantuvo su aspecto calmado y despreocupado.
-Bueno, a la otra hazlo con la firmeza necesaria para que no te desobedezcan. A veces pides en vez de exigir, y te lo aseguro, muchos no entienden hasta que te pones firme- ella solo asintió, aun concentrada en trenzar bien su cabello mientras él terminaba de recoger sus cosas para meterse a bañar. Si Finnick seguía molesto o no, no lo sabía, pero francamente, Annie no tenía cabeza para lidiar con eso. Pasado pisado: eso había ocurrido ya un año atrás, y ella simplemente no le dijo porque, de nueva cuenta, no lo encontró necesario. Finnick era su mentor, sí, y su amante también: por lo mismo no quería que se convirtiera también en su niñero.
Sus padres ya le habían hecho bastante daño al mantenerla encerrada toda su vida y evitar que aprendiera a defenderse por su cuenta como para que ella dejara que otros hicieran lo mismo, por más que también fuera por amor y querer protegerla. Si bien sabía que la naturaleza protectora de Finnick era incombatible, ella pretendía lidiar con lo que pudiera por su cuenta, le gustara o no. Ambos sabían que, de todos modos, él no estaba todo el tiempo con ella como para permitirse el lujo de ser una completa damisela en apuros. En el fondo, Annie sabía que Finnick tenía que saberlo. De los dos, él era el racional: era imposible que no supiera que no había forma de mantenerla a salvo todo el tiempo, menos en sus estilos de vida violentos. No eligieron esa vida, pero eso les tocó.
-Mi pregunta es la misma. No quiero verme ridícula.
-Todavía quedan días para eso- la calmó, abrazándola por la espalda antes de dejar un casto beso sobre su hombro, aquel donde no había acomodado la trenza-. Además, te pongas lo que te pongas, serás la más hermosa del lugar. Eso te lo aseguro- volvió a besarla, sonriendo contra su piel. Ella negó divertida, comprendiendo por qué todo el mundo amaba a su Finnick: no era ni siquiera lo que decía, sino cómo te miraba al decirlo lo que genuinamente te convencía de que, a sus ojos, eras lo más bello del mundo.
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Contracorriente | La Historia de Annie Cresta y Finnick Odair
FanficLa vida de Annie se quiebra cuando su nombre sale el día de La Cosecha. No tiene nada a su favor. Nada, excepto él: Finnick Odair, su mentor. ⚠️Advertencia: Esta historia contiene temas sensibles como representaciones gráficas de violencia, sexual...