Discordia

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- ¿Tampoco puedes dormir? - la voz de Wade al susurrar la sobresaltó en su camino a la cocina, donde ella esperaba poder servirse un vaso de leche para conciliar el sueño.

Se lo hubiera pedido a Dia, pero la pobre se había quedado dormida en una silla, probablemente creyendo que Annie dormitaba y que así podría descansar un poco de atenderla y cuidarla. Según Sena había dicho, le tenían prohibido descansar mientras atendía a un tributo. No se atrevería a despertarla por tan poco.

-Extraño mi cama- explicó con simpleza, mientras tomaba asiento con él junto a la ventana.

- ¡Suertudos los del 12! Tienen la mejor vista acá...-Annie negó divertida, antes de tensarse al escuchar un ruido. Wade pareció alterarse igual, solo para relajarse al distinguir las voces de Mags y Finnick en la sala-. ¿A qué hora duermen?

-Me empiezo a preguntar lo mismo...

-... ¿De qué hablarán? ¿No te da curiosidad?

-Si te callas un rato, podríamos escuchar- retrucó, mandándolo a chitar.

-Grosera- insultó infantil, pero obedeció de todos modos.



Parecían estar discutiendo, o bueno, algo semejante, pues parecía que ninguno se encontraba capaz de realmente enojarse con el otro, ya que fuera por cariño o mero respeto lo ignoraban. Annie apostaría a que era un poco de ambas, más lo primero.

-...Una semana no basta para dominar un arma de la nada, Finn. Lo sabes.

-...Apoyo el irse por el camino de la sobrevivencia, Mags, pero si los quieren atacar deben poder defenderse. Y si llegan a los últimos, deberán poder acabar con el resto antes de que los maten.

- ¿Y aliarse con los profesionales es tu solución?

-En principio, al menos no se irán contra ellos hasta que queden pocos. Les dará tiempo para planear algo sin tener que preocuparse tanto por el hambre y la sed como si estuvieran por su cuenta a la intemperie.

-Una vez queden pocos se irán primero contra ellos, sino que antes. Wade es el más joven del grupo, y Annie es frágil, tampoco tiene experiencia. Lo notaran. No arriesgaré a nuestros chicos.

-Si los quieren unir a su alianza y se niegan, los arriesgaremos más. Son orgullosos en los distritos profesionales: se encargarán de acabar con ellos si los rechazan, pues los percibirán como la mayor amenaza siendo ellos también profesionales...

-Pero no lo son.

-Eso ellos no lo saben, Mags. Y no tienen por qué saberlo. No hasta la arena, al menos.

-No...

-...Por favor, al menos piénsalo. En un espacio adverso, sin agua o comida, lleno de bestias, les vendría bien la Cornucopia, que siempre es tomada por los profesionales. El baño de sangre deja de ser un riesgo si están con el bando fuerte.

-Quieres decirle a la pobre Annie que lo haga: bien, ella es tu responsabilidad después de todo. Pero a Wade ni se lo menciones...



-Ya escuché suficiente- comentó Annie abrazándose a sí misma. Wade asintió, una expresión turbia en su rostro. Si antes hubiera sido complicado irse a dormir, ahora sería imposible.

- ¿Es bobo desearte buenas noches ahora?

-Queda mejor "buena suerte", pero igual, trata de descansar, Wade. Nos vemos por la mañana.







(...)





Finnick odiaba discutir con Mags. A veces deseaba simplemente cederle la razón, pues probablemente la tenía. Casi siempre la tenía.

Contracorriente | La Historia de Annie Cresta y Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora