Capítulo 76: Enemigo.

993 99 32
                                    

Capítulo 76: Parte tres.

Una reverencia significativa pero que al mismo tiempo era nada.

Los lobos marcharon en direcciones opuestas dejándome sola para ellos proteger la valla hecha por cada Elemento.

Solo faltaba una cosa por hacer.

Eliminar a los traidores por completo.

Me puse de pie, revisé mi costado, la herida debió haber cicatrizado en algún momento. Suspiré.

— ¿Hasta cuándo dejaremos de fingir?

Recordé sus palabras.

"¿Por qué te reprimes de esa manera?"

—Estoy segura que en estos momentos estarías regañándome— sonreí aunque mi barbilla pronto tembló —Liszt está bien, dentro de lo que cabe está bien.

Acaricié la lápida y me preparé para irme.

—Perdóname...— fue lo último que murmuraron mis labios en aquél lugar.

La lluvia me siguió durante todo el trayecto a la manada Fuego, tuve encuentro con varios soldados que al reconocerme bajaron la cabeza y no hicieron objeción alguna para dejarme entrar.

Tal y como lo había pedido, los soldados más fieles y Alfas estaban esperándome impacientes.

Tan pronto como llegué ya tenía a los líderes encima.

— ¿A dónde fuiste?

— ¿Ethan? ¿De verdad es el Soldado Renaciente?

—Te lo advertimos muchas veces, él era peligroso.

—Dejaste escapar a Gadrel.

— ¿En dónde estabas? ¿Peleaste contra ellos sola?

— ¡Qué imprudente! pudieron matarte.

Ignoré todos sus cuestionamientos y seguí avanzado hasta quedar frente los soldados en guardia.

—Pasen adelante— fue lo único que mencioné.

—Aidan ¿qué...?

Volví a mirar al frente, incluso pude ver en formación a los Guardianes, Guerreras y Élites. Esperé que los líderes tomaran su lugar.

Nunca me había gustado estar en esta posición, pero ahora que estaba ahí, con todos los sentimientos a flor de piel, con el corazón afligido y tembloroso es que abrí mi boca para gritar todo lo que había guardado, sentimientos, emociones, dolor, pensamientos, todo. Miré a mi costado derecho para encontrar el color verde en sus ojos, su sonrisa alentándome.

Pero no había nadie.

La realidad me golpeó de pronto y mis labios se cerraron.

—Ethan Dawson es el Soldado Renaciente— exhalé un poco de aire. — Él, junto a Serena, Einar, la Primera Anciana y Gadrel, son los enemigos de cada uno de los que estamos aquí. Ellos son los principales traidores y peligros de nosotros como licántropos y principales manadas.

Hubo un silencio, eso ya lo sabían, habían estado presente en aquella despreciable escena.

—Claramente ellos no estaban solos, él no lo estaba— los susurros incrementaron—30 minutos— sonreí— es el tiempo que les doy a los infiltrados para abandonar las filas e irse al lugar donde pertenecen, de lo contrario, los que se queden serán juzgados como principales traidores y enemigos y serán asesinados.

— ¿Desconfía de nosotros?

—Mi Amicum acaba de traicionarme, ¿por qué no debería? —Miré a los Alfas— comienza el tiempo.

Mi Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora