Capítulo 18: Te quiero

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Capítulo 18

JEV

Era de mañana cuando los rayos de sol comenzaron a calarme, enojado me deshice de las sabanas que me cubrían, me senté un momento, de pronto me sentía algo inquieto.

Mi primer pensamiento de esa mañana fue una chica de ojos azul eléctrico. Aidan.

Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos pensamientos mientras pasaba mis manos sobre mi cabello.

Estaba en la manada Fuego, para mejorar nuestra "conexión" entre amigos habíamos decidido que durante un día quedarnos en una manada específica, y ahora tocaba la manada Fuego.

Pero ahora estaba tenso y nervioso.

Bajé lentamente por las escaleras, no queriendo despertar a nadie, solo había unas cuantas personas que se inclinaron y saludaron.

Cuando lo sentí, mi corazón dio un vuelco, parpadeé varias veces, sintiendo que el aroma en el lugar era distinto.

Y se intensificaba a cada paso que daba. Más y más cerca.

Salí mientras escuchaba el motor apagándose de una camioneta, y ahí estaba, su sonrisa relucía como nunca, su boca reía mientras Ethan le decía algo en el oído.

Apreté mis puños al verlo tan cerca de ella, de Aidan, mi enojo injustificable, pues ella era mi amiga y nada más.

—¡Jev! — llamó mi madre, pero la ignoré, solo quería ver la linda sonrisa de Aidan, de pronto, cuando sus ojos me miraron, cuando sus ojos azules se detuvieron en mí, mi corazón se hundió de ternura, la mirada inocente de la chica me hizo sentir tranquilo, como si no necesitara nada más que su mirar para seguir adelante, de repente sonrió, ese insignificante gesto a mí me bastó para tranquilizarme.

Y sabia, sabía lo que sentía, «confusión»

Era ella, mi compañera seria Aidan.

—¿Jev? — sus labios susurraron con dulzura.

Mis piernas se negaban a correr a abrazarla y decirle lo mucho que la cuidaría, mi boca se selló para no emitir ningún murmullo, pero mi corazón hacia todo lo que mi cuerpo no hacía, latía desesperado por sentir alguna caricia por parte de ella.

Aidan lucia confundida, como yo, sentía el latir de su corazón más rápido, sus sentimientos no eran claros.

Mi corazón comenzó a latir de igual forma que el de ella, uniéndose a la par, y desde ese momento sabía que cada latir de mi corazón le pertenecería.

Mi corazón latiría por Aidan, ahora y siempre.

Mis sentidos cobraron fuerza y me acerqué a ella, no importándome nadie más que ella.

Mi Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora