Capítulo 64:
Cuando confías en alguien siempre habrá la posibilidad de perder. Yo sabía que no me equivocaba, que confiar en esas personas era lo correcto, pero...
— ¡Ethan! — Sostuve su rostro, sus ojos comenzaban a perder la lucidez mientras que yo no soportaba la situación y sollozaba — no me dejes, por favor tu no.
¿Por qué todo eso se redujo a esto?
—Mami— sentí como me movían y pronto sentí el peso de alguien en mi estómago, rápidamente encontré la nitidez para ver los grandes ojos de Ilikai muy cerca — ¡Está despierta! — el niño miró hacia atrás gritando.
—Ilikai, es muy temprano ve a jugar con Isabel— adormilada intenté buscar la cobija y quitar a Ilikai que estaba encima mío, pero ahora otro par de ojos me observaban burlones.
—Sí, les dije que era mejor esperar que al menos se lavara la cara— Mason volvió a mirar atrás— no quiero que Aidan arruine las fotos con su rostro feo.
—Deja de ser tan irrespetuoso— escuché una nueva voz, Trent también estaba en la habitación.
Lo único claro que tenía en mi mente era el porqué de su visita a tan temprano día, odiaba cuando me despertaban, mucho más con tanta habladuría.
— Era una sorpresa ¿por qué rayos están aquí? — escuché la voz de Ethan y sin quererlo sonreí comprendiendo lo que pasada. Me senté mirando como el chico rubio siguió regañando a los tres hombres con un enorme pastel en sus manos.
—Es suficiente, está bien— abrí mis brazos y la sonrisa de Ilikai se amplió, corrió a abrazarme y me besó varias veces en ambas mejillas.
— ¡Feliz cumpleaños mami! — su cabeza rubia se quedó descansando en mi hombro, mientras les sonreía a los demás en la habitación. Ethan extendió el pastel con un enorme:
"Feliz cumpleaños Aidan"
—Yo hice ese corazón mami ¿me quedó bonito? — dijo el niño tomando mi mano.
—Te quedó precioso— acaricié su mejilla —de verdad muchas gracias— les dije a los demás en la habitación, pronto me di cuenta de los regalos que los Guardianes traían consigo.
—Bueno, dejemos que Aidan sople las velas— el pastel era rosa con detalles azules lo tomé con cuidado mientras veía las velas
—Pide un deseo— soplé el fuego de las velas con solo un deseo.
"Que las personas a mi alrededor vivan bien"
Aplaudieron y tomaron algunas fotos, pero Ilikai seguía curioso.
— ¿Qué pediste mami?
—Los deseos no se dicen para que puedan cumplirse, Ilikai— Ilikai miró a Trent con la boca abierta.
— ¡Pero yo se los digo a mi mamá! — después me miró —mami, te los dije todos.
—Solo yo puedo saberlos y se cumplirán— besé su frente.
—No es cierto, papá también dice que son secretos— Isabel dijo con la misma indiferencia de siempre, en sus manos tenía un sobre rosa que me dio —feliz cumpleaños.
Me dio un corto abrazo.
—Gracias Isabel— y cuando intenté abrir el sobre la niña gritó.
— ¡No! — Mason la miró alarmado —p-puede hacerlo después— las mejillas de la niña se tiñeron de rojo, algo nuevo en ella.
—De acuerdo, de acuerdo, lo veré después— miré a Mason quien traía un regalo en sus manos sonreí al ver como carraspeaba un poco, tan nervioso con Isabel.
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Mi Luna Azul
LobisomemEl Renacer de Illazki. "El pelaje negro resurgirá entre las cenizas ciñéndose en el delicado cuerpo de una mujer, sus ojos rojos por la furia, grises por el dolor, azules por la felicidad y cafés por la tranquilidad. Los cuatro elementos a su m...