Capítulo 7:
— No es necesario que me lleves Trent, sé que debes tener otras cosas más importantes que eso— después de lo sucedido todos nos quedamos en silencio terminando el desayuno y poco a poco fueron yéndose las chicas a sus respectivos trabajos.
— Créame cuando le digo que si no la llevo tendré más problemas— Me apena tener que hacer que Trent me lleve a la escuela, pero no se ve disgustado, ni un poco.
— Gracias, pero es que es lo primero que se me ocurrió, lo siento, por incomodar— le brindo una sonrisa — bueno, iré a terminar de alistarme, ahora vengo— camino hacia la puerta, pero me detengo— gracias por acompañarme en el desayuno, hasta luego— les digo a los que aún están en la cocina, ellos asintieron y me sonrieron.
Estando en mi cuarto acomodé de nuevo el listón en mi cabeza y mi corbata, estando ya lista bajé y me encontré a Trent al final de las escaleras, sonriéndome ahí me espera.
— ¿Lista? — pregunta, a lo que asiento con la cabeza. — Vamos — ambos recorremos el pasillo hasta llegar a la entrada, una camioneta muy elegante nos espera en la entrada.
Subimos y vamos rumbo a la escuela, pasamos por toda la manada Fuego y sus alrededores llenos de espeso bosque y en unos pocos minutos veo las personas y carros y muchas, muchas personas, comienzo a sentir los retorcijones en mi estómago a causa de los nervios.
No me percaté que ya habíamos parado hasta que Trent me llama.
— ¿Se encuentra bien?
—Claro, claro, solo que estoy muy nerviosa, es mi primera vez que iré a una escuela y ...— suspiré no queriendo hablar más.
— Están los jóvenes de las manadas, no hay por qué preocuparse— eso es lo que me preocupa, pensé, más sin embargo no lo dije. Salió de la camioneta y abrió la puerta, temerosa salí y el chico cerró el vehículo, me quedé viendo enfrente de él. Le tiendo una mano.
— Muchas gracias, por todo— estrechamos las manos.
— Un placer— sonríe y de nuevo se sube. Me quedo viendo el recorrido que hace Trent, hasta que gira y lo pierdo de vista. Suspirando doy media vuelta, nadie presta atención hasta donde estoy yo, todos parecen estar más ocupados en traer todo en su mochila, veo a chicos reuniéndose y entrando a las instalaciones, siento como mis manos comienzan a sudar las limpio con mi falda y tomo el suficiente valor para avanzar.
—Tu puedes— me susurro a mí misma. Acomodando un poco la mochila, avancé.
Observo todo a mi alrededor, no perdiéndome ningún detalle, al exterior están los jardines muy cuidados que algunos no respetan y pasan corriendo por estos.
En unos árboles, por la entrada, logro distinguir a los cuatro futuros alfas, Jev, Iker, Ashaia y por ultimo Scott muy bien uniformados.
Un pensamiento cruza por mi cabeza, ir a ellos para no estar sola y que de paso me ayuden un poco a dar con el salón 1 - "A", pero por supuesto no están solos, un gran grupo de chicos están a su lado, al igual que muchas chicas que los ven y suspiran como enamoradas.
Scott deja de ver a una chica que lo toma del brazo y logra verme, me sonríe, a lo que hago lo mismo, debo tener un perfil bajo, así lo dijo mi padre.
Lo conveniente de esta situación es mantenerme alejada de ellos, son muy, muy conocidos, no me conviene. Doy media vuelta dispuesta a adentrarme a la escuela cuando colisiono contra otro cuerpo, doy unos pasos atrás sosteniendo mi nariz para disminuir mí dolor.
—¿Estás bien? — logré distinguir a una chica alta rubia, eso es todo lo que logro ver porque el dolor en mi nariz es más fuerte.
— Si, si ¿y tú?
ESTÁS LEYENDO
Mi Luna Azul
WerewolfEl Renacer de Illazki. "El pelaje negro resurgirá entre las cenizas ciñéndose en el delicado cuerpo de una mujer, sus ojos rojos por la furia, grises por el dolor, azules por la felicidad y cafés por la tranquilidad. Los cuatro elementos a su m...