Mi Luna Azul

Capitulo 53: Compromiso.

Capítulo 53:

— ¿Qué haces interrumpiendo la reunión de una manera abrupta? — le reprende el Alfa Eliot.

—Creo recordar que había una plática pendiente con este chico— lo señala la Luna Tierra.

Miro de reojo al chico y después veo a los Alfas.

—Bueno...

—Ese chico es uno de ellos, desde el principio era un solitario, y ahora simplemente lo tratas de buena manera— me interrumpe Iker.

—No...

—Te buscaban a ti, y utilizaron al niño para atraerte, ahora el secreto de Illazki es para ellos y no van a descansar hasta obtener los elementos— el Alfa Dariel me mira juzgante —él no merece permanecer en la manada.

—Por qué no paran de hablar y mejor aprenden a escuchar— Ethan habló de pronto y por primera vez en una reunión con Alfas, no solo sorprendiéndolo a los líderes, si no a mí. —este chico que quieren desterrar es el mismo que ha ayudado mucho más a Aidan que todos ustedes juntos. No lo entiendo, no entiendo como personas como ustedes son líderes de las manadas, siendo personas que juzgan sin conocer ni de escuchar a la otra parte y eso me da vergüenza.

Todo nos quedamos en silencio atónitos ante las palabras del chico rubio, en silencio durante unos minutos, los Alfas se miraron unos a otros sintiendo el peso de sus palabras.

— ¿Cómo te atreves hablarnos de esa manera? No olvides que seguimos siendo Alfas— sale de la estupefacción la Luna Corina —tu ni siquiera tienes permitido sentarte con nosotros, porque no eres más que un simple...

— ¡Basta!—interrumpo las palabras de la gran Luna Agua, ella me mira indignada pero hace lo que le digo, vuelvo a sentarme, la herida punzó de nuevo y con mayor frecuencia —él es Ethan Dawson, mi mejor amigo, mi mano de derecha, mi Amicum y mi familia, y él— señalé al chico de ojos negros —Es Mason Storms, mi amigo, mi Guardián y mi familia. Cualquier insulto que sea dirigido para ellos es como si me insultaran a mí y por supuesto no lo voy a tolerar, para ser más claros, Gadrel no buscaba en mí a Illazki, si no a la mensajera, él solitario me pedía la ubicación de Illazki. Mason sabía quién era yo, pero Gadrel no, yo rebelé mi poder frente a él, yo— reafirmé.

— ¿Alguna duda? — les sonreí con burla. — ¿No? Bien, ahora dejaremos que Mason hable, sin interrupciones por favor— me puse de pie nuevamente y le cedí el lugar al chico de sonrisas burlonas quien negó de inmediato —carga con sus miradas, no los aguanto— le susurré y él soltó una ligera risilla.

—Como todos sabemos soy Mason, fui un solitario casi toda mi vida, arrojado a los límites cuando era tan solo un niño por haber asesinado a mis padres lo cual jamás hice— avancé a paso lento alrededor de todo el comedor mirando con cautela a todos —Gadrel me recibió y me entrenó para matar, para vengarme de las personas que me hicieron miserable, la manada Viento— La Luna Inari lo miró con culpa —pero jamás guardé ese rencor, porque había confesado y tenía que pagar por mis errores, Gadrel vio que no era lo suficiente sanguinario para convertirme en su fiel soldado y me obligó a ver morir a mi compañera e hija —sus mirada quedó perdida por unos segundos y la melancolía y tristeza envolvió en un asfixiante abrazo sus preciosos ojos negros— él dijo que la manada Tierra fueron los culpables y esperó a que la venganza y la desesperación por hacer caer a la manada me cegaran, pero no lo hice porque sabía que había algo mal, aun así sus palabras seguían hundiéndose como veneno hasta que no pude más y ataqué las cuatro manadas. Él utilizó a la pequeña niña que protejo y a Lía para chantajearme y obligarme a atacar, pero no pude hacer mucho daño.

Lía...

El vaso con agua en mis manos tembló y pasé saliva con dificultad.

—Fui criado para ser su Soldado Renaciente, él lo dijo incontables veces, pero jamás dijo que conlleva serlo, solo sé que él entrenaba a alguien más, nunca me dejó ver a quien entrenaba. Pero sé que él le entregaría la magia después de ver que el soldado era perfecto para la lucha y fiel.