Capítulo 79: Transición.

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Amar incorrectamente puede ser desgastante. 

Capítulo 79:

Vivimos en una burbuja esperando que los solitarios llegaran por nosotros, esperar a que atacaran para nosotros defendernos.

Escudándonos en la gran fuerza de cada soldado perteneciente de las cuatro grandes manadas, alzando la barbilla al saber que nosotros éramos superiores a aquel grupo minoritario. Pero todo cambió, destrozaron a una sola manada en una noche, asesinaron al futuro Alfa Tierra, destrozaron la casa de la manada como si fuera nada, los mejores soldados elites fueron reducidos a cenizas en apenas unos cuantos segundos, sometiendo al segundo Guardián con una velocidad espeluznante, pero, sobre todo, me quitaron los elementos con un rastro de magia insignificante.

Nos convertimos en nada frente a los solitarios, frente al líder de los solitarios, frente a Ethan Dawson.

La velada anterior terminó, ahora, como lo había estado haciendo durante los días restantes, los grandes lideres esperaban mis palabras.

Cada día las manadas se sucumbían en el terror de la maldición, se sentían abrumados por un nuevo ataque, la confianza con Illazki no era suficiente, me tenían miedo. La reina bondadosa se había perdido cuando se regó que asesinaba a mi conveniencia, por el rencor y la tristeza de perder a mi Amicum.

No confiaban en mí.

—El tiempo se está agotando, las revueltas pueden convertirse en algo más. Todos estamos nerviosos por el nuevo paso que pueden dar los solitarios, no tenemos la certeza de lo que harán, de si pueden atravesar mis barreras o no— El Alfa Fuego asintió a mis palabras.

—Los Elementos pueden contenernos durante años o para siempre— señaló el Alfa Viento.

—No es así, no hay seguridad de cuánto durará la protección— dije— no podemos depender siempre de ellos, no cuando el Soldado Renaciente es demasiado poderoso con el control de la magia.

—Podemos derrocarlo si entra— la Luna Agua habló, sonreí levemente.

—No, no podemos.

—Tienes la protección de los Cuatro Elementos, tienes formación desde pequeña para el control, entrenaste junto a él durante años. ¿Cómo no podrías derrocarlo? ¿Tienes miedo?

—Sí, lo tengo— dije con seguridad— tengo miedo por todos, Eth... El Soldado Renaciente no está solo, tiene a Gadrel, tiene a Serena, incluso a la Primera Anciana. Y ellos ya están preparando sus planes, no son estúpidos, han perdido un tercio de su ejército, saben que hay algo malo aquí.

—Entonces armemos un plan, podemos proteger a estas manadas con nuestros soldados, crearemos protecciones, aumentará la seguridad en los límites...

—No es suficiente— renegué las palabras del Futuro Alfa Viento.

—¿Entonces qué es lo que propones? — Jev habló.

—Salir de aquí, darles caza a los solitarios, deshacernos de la mitad de su ejército, incluso más. Que nos tengan miedo, que Gadrel lo haga, que vea como su reinado de sangre se vaya desvaneciendo poco a poco, arrebatándole toda la ventaja que ha estado adquiriendo.

Silencio.

—¿Salir de aquí?

—Es la única manera, no podemos estar esperando, ni adivinando su próximo movimiento, necesitamos atacar primero sin darles el tiempo de reaccionar. Necesitamos acabar con Gadrel y con la magia ya.

—Entonces, tienes miedo de luchar contra él aquí, pero quieres mandarnos a fuera, a lugares que no conocemos en busca de los Solitarios y piensas derrotarlos— asentí a las palabras de la Luna Agua —¿Cuál es la diferencia entre esperar y salir a buscarlo?

Mi Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora