Capítulo 16: Lo elijo a él.

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Capítulo 16:

La pérdida de alguien es un periodo de sufrimiento y duelo después de la muerte. El dolor por la pérdida de un ser querido siempre estará ahí, no importa el tiempo, seguirá ahí.

¿Superarlo? No lo creo, lo que sí creo es que podemos y aprendemos a sobrellevar el dolor.

Sabemos que algún día la muerte llegará por nosotros, lo sabes, pero aun así duele la ausencia de alguien, en especial si es conocido o cercano a nosotros. La muerte es a causa de los años, por los accidentes, por las enfermedades que hay, pero también hay la muerte como la que viví, la muerte forzada. La que duele más que nada, porque aún no era la hora.

Ver el coraje, la tristeza, la desolación de las personas a mi alrededor es asfixiante, es deprimente.

Quieren justicia, quieren ver al responsable muerto, pero el chico de ojos negros volvió a escapar, sin dejar un rastro, pero si muchas consecuencias.

Sentada veo los ataúdes en fila, los familiares cerca, reconfortándose unos a otros, el llanto se hace presente.

A mi lado estaba Trent, mientras que los chicos están a un lado de sus padres, mismos que están más cerca de la gente que sufre, que vean que no están solos.

Mis días en el hospital después de la desagradable visita de Mason se volvieron monótonos, hasta que por fin tres días después estoy sentaba en el funeral de los que perdieron la vida aquel día.

Las cosas "mejoraron" después del ataque, el pequeño pelirrojo se puso mejor, sentía culpabilidad porque no pudo protegerme, pero después de verme bien, él constantemente mejoró. Los recuerdos del hospital se vieron interrumpidos por el lastimero grito de los familiares en frente.

— ¿Por qué? —Gritaba una señora abrazada a su marido —era solo un chiquillo, mi niño— lloraba con más fuerza, mientras que el señor a su lado le daba pequeñas caricias en la espalda y lágrimas surcaban por sus mejillas.

Sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a acumularse al ver la desesperación y el dolor. Giré la cabeza para no ver más, pasé mis manos por mis muslos descubiertos en varias ocasiones, era una mañana agradable, así que portaba un vestido negro corto.

— ¿Se encuentra bien? — preguntó a mi lado el soldado.

Lo miré, negué con la cabeza y me puse de pie.

—Podemos decirles a los Alfas...

—No, solo iré a tomar aire, con eso estaré bien— comencé a caminar discretamente hacia atrás, capté la atención de algunos, pero simplemente seguí caminando, sentía los apresurados pasos de Trent.

Hubo varios guardias custodiando los alrededores, sin embargo, no eran lo suficientes para un ataque sorpresa y menos con personas escurridizas y ágiles como Mason.

—Señorita— me llamó a mis espaldas en soldado, me giré —no vaya tan lejos— asentí y seguí caminando.

Solo necesitaba un descanso del ese nombre, mi cara parecía querer un descanso así que los soldados no me detuvieron cuando me interné en el bosque.

No iría lejos, en un radar en el que pudiera regresar, vi un lugar tranquilo y me senté.

El lugar era fresco, los altos pinos cubrían el deslumbrante sol, a pesar de eso los rayos se filtraban entre los pequeños huecos de la sombra de los pinos, en un solo momento giré mi cabeza, sus ojos se encontraron con los míos, y por un momento vi la culpabilidad en ellos, después pasan a la sorpresa, dio media vuelta y se internó aún más en el bosque, me quedé ahí, sin hacer nada, estaba petrificada.

Mi Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora