Capítulo 70: Coronación I.

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Capítulo 70:

La corona pesa en mi cabeza, los cuatro elementos estaban en los detalles, en cada paso que doy, su cuerpo tiembla de miedo, alguna vez caímos ante ti, una manada cayó, ahora era tu turno de hacerlo.

El silencio es desgarrador, mantengo mi vista lejos de todos los presentes liderando un comedor de quince sillas, quince pares de ojos viéndome, cuando giro lentamente veo la determinación en estos Alfas y Lunas, Liszt es la única que mantiene su mirada lejos cuando la volteo a ver.

El color rojo de la ira liderando mis ojos.

—Bien, lo haremos— sonreí viendo a cada uno de los presentes, los ojos cafés de Camila, la futura luna Viento, me vieron asustadiza —solo —levanté mi dedo índice —si Liszt decide tener venganza por Scott.

Me puse de pie.

—Creo que es todo por hoy, necesitamos regresar— continúe hablando.

Pase lentamente por detrás de la fila donde se encontraba los futuros alfas, con la mirada de los Alfas siguiéndome con cautela cada paso que daba.

Cuando llegué cerca de Liszt me incliné y le susurré.

—Elige, lo que tú crees conveniente para ti y para tu hijo— levanté la vista hacia uno de los soldados que tanto conocía. —la venganza no es buena, debes saber que la mejor venganza es que los que te hicieron daño te vean progresando, que lo que ellos te hicieron no fue suficiente para hacerte caer.

— ¿No quieres vengar la muerte de Scott? — su voz sonó pastosa e incrédula, mientras que mi voz cada vez que hablaba sonaba confiada.

—Venganza no— seguí caminando dando la espalda —justicia sí.

Salí del comedor con esas palabras.

No fue sencillo los siguientes días, cada noche era una constante tortura, podía recordar cada gesto y grito de aquel día, así que después de esos mortificantes momentos mi pequeño niño volvería conmigo y con él, mi mejor amigo Ethan.

No había nada malo en ello, lo que ocurrió después...

—Ya está todo listo o ¿irás sola? —Mason seguía molesto conmigo.

—No, Mason, iré con ustedes.

—Creí que te acompañarían tus amados hermanos.

—Ahora no— dije recogiendo el cuarto mientras el chico de ojos negros me veía recostado en la puerta.

—Lo olvidaba, volviste con tu Compañero.

—Dije que ahora no —detuve todo lo que hacía y lo miré, sé lo que intentaba hacer.

— ¿Lo aceptaste?

—Dijiste que si decidía volver con él me apoyarías.

—Ya no quiero esto.

— ¿Qué cambió?

—Todo.

Dio un paso al cuarto y pasé saliva, el aura que tenía Mason pesaba mucho, sus ojos negros no ayudaban y detrás de esa burbuja que pronto se había formado, los ojos celestes de Jev estaban fijos en nosotros, Mason también lo sintió y lo miró mal.

—Tanta confianza para entrar, Alfa.

—Y tú con tanta confianza de estar en su cuarto— Mason rio.

—Yo soy su Guardián ¿tú que eres?

Jev no tuvo respuesta a ello, me miró, después Mason lo hizo, los dos esperando la respuesta así que lo único que pude hacer es apartar la mirada rápidamente.

Mi Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora