Capítulo 25:
El sol resplandecía en lo alto de las copas, el calor era abrazador, el zacate picaba bajo mis brazos y el cielo azul era hermoso, todo en ese día había sido hermoso, el chico a mi lado acariciaba con ternura el dorso de mi mano, ambos, Jev y yo habíamos permanecido en el suelo viendo las nubes y el día pasar.
Ese día habíamos cumplido seis meses como compañeros.
Con el tiempo, los rumores perdieron fuerza, Mason fue liberado y puesto a disposición de un trabajo en la casa de las manadas, el bebé llego a ser tutela del mismo Mason, pero muchos interrogantes quedaron en el aire.
Como el misterioso encapuchado de los recuerdos de Mason, Gadrel, su ubicación siguió siguiendo un misterio para esas fechas, puesto cuando Mason habló, él ya no se encontraba en el bosque de las manadas más lejanas. Incluso la muerte de los padres de Mason era algo que no se aclaró por completo. Un chico atacando a su compañera de vida, algo inédito.
Pero mientras eso quedaba en el olvido la calma llegó a las cuatro manadas.
La calma antes de la tormenta.
Aun cuando la calma nos abrazó, hubo a una persona que la tormenta se abrió paso en su corazón para aferrarse en él. Se hizo amiga de la soledad y la ansiedad.
"—Se ha ido— escuché que decían apenas entraban en mi habitación.
— ¿Quién se ha ido? — Me levanté y dejé el libro a medio leer — ¿Qué pasó?
La Luna Fuego no dijo nada, solo me hizo un ademán para seguirla.
— ¿Quién se ha ido? — volví a repetir.
—Lía— dio media vuelta y me hizo detenerme —Iker está fuera de sí, sé que es peligroso para ti bajar, pero necesito que me ayuden a controlarlo, yo no puedo sola.
— ¿Por qué Lía se iría de nuevo? — huyó de mi mirada—no podré hacer mucho si solo se la mitad de la historia— presioné.
—Iker es el mayor de todos...— se escuchó trozos de vidrio romperse. Di un paso hacia las escaleras con preocupación, sin embargo, la Luna me detuvo. —tienes razón, no podrás hacer mucho si no sabes la historia.
—Será mejor que lo cuente de manera rápida— otro golpe se escuchó en la parte baja, la rabia se podía sentir incluso en donde estábamos.
—Los chicos tienen misma edad, pero Iker es el mayor de todos, Ashaia el menor— me soltó y pasó un mechón de cabello detrás de su oreja, su cabello totalmente despeinado — Lía es un año mayor que ellos, así que cuando Iker se transformó, rápido fue encontrada, porque ella trabaja en la manada Fuego.
—Todo fue hermoso y tranquilo, hasta que Lía se negó a vivir aquí, eso hizo desconfiar a Iker y la tachó de engaño, después de que nosotros habláramos con él, pareció cambiar, pero no fue así, mucho menos cuando ella y Ashaia parecían llevarse bien— continuó, luego se escuchó un grito de dolor que me causó escalofríos, acompañada de una risa melancólica.
—Luna...
—Lía se quedó aquí por petición de Iker, todo empeoró cuando Ashaia se transformó, e-esa fue una gran bomba al saber que ella tenía dos Compañeros.
— ¿Qué?
—No sé qué clase de broma fue esa, o a que quería jugar la madre Luna al entregar a dos Compañeros— suspiró —la chica estaba entrando en una desesperación y ansiedad constante, tenía que decidir por solo uno, y todo indicaba que ella los quería por igual, Ashaia e Iker eran chicos inmaduros y egoístas, ellos la obligaron a marcharse— sus ojos me miraron con ligero pesar—No la culpé ni la odié por su decisión, pero ahora que volvió se ha hecho un caos.
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Mi Luna Azul
Hombres LoboEl Renacer de Illazki. "El pelaje negro resurgirá entre las cenizas ciñéndose en el delicado cuerpo de una mujer, sus ojos rojos por la furia, grises por el dolor, azules por la felicidad y cafés por la tranquilidad. Los cuatro elementos a su m...