41
Septiembre, 1952.
Caminaba a un costado de Hoseok por los alrededores del jardín trasero. Nervioso y atento.
Namjoon se encontraba fuera del pueblo aquel día y que se enterase de la presencia del hombre lo ponía mal. Ya habían peleado lo suficiente sobre el tema.
—¿Qué necesitas que hablemos? —preguntó con suavidad.
Hoseok evitó su mirada. Su cabello, tan blanco como cada día, había perdido su brillo. Su piel pálida se veía desgastada y bajo sus lindos ojos azules se distinguía una sombra oscura y opaca. Aquel no era su novicio. Aquel era un hombre extraño y diferente que no estaba seguro de querer volver a mirar.
Le ardió en el pecho todo el daño que le ocasionó. Se odió. Y odió el día en que decidió seguir sus instintos y acorraló a aquel novicio a una vida miserable. Todo hubiese sido mejor si él jamás le hubiese dirigido la palabra.
Fue una bomba radioactiva, lo sabía. El amor de su vida sufrió las consecuencias de su ataque.
—Vengo a despedirme.
—Creo que lo sé. —Asintió. Fingir que no dolía su partida, dolía el doble—. He visto tu maleta en la entrada.
—Pero no puedo marcharme sin contártelo —continuó Hoseok, ignorando sus palabras.
—Sé explícito. —Lo tomó por el antebrazo para detenerlo—. El tiempo se agota rápido y tú no cambias esa necesidad de rodear los problemas antes de enfrentarlos.
—Es más complejo de lo que parece.
—Nada podría ser más complejo que la última vez que tuvimos una conversación de verdad.
Vio como Hoseok alzó la mirada y respiró profundo. A pesar de todo, continuaba siendo el hombre más guapo y atractivo que conoció en su vida.
—Es sobre nuestra familia.
—¿Hay más?
—Lo hay. —Suspiró. Arrugó el entrecejo cuando Hoseok sonrió de verdad antes de continuar—. Hace dos meses volví a ver a mis hermanos...
Y mientras Hoseok comentaba aquella situación vivida como si nada, él hilaba la historia y se desarmaba al mismo tiempo. Las piernas comenzaron a temblarle cuando sacó conclusiones que la boca de Hoseok aún no liberaba y el corazón le bombeó contra el cráneo sin piedad.
Hoseok siempre tuvo tacto para contar historias, pero aquella vez ni siquiera se inmutó por causar un impacto. Parecía que nada iba preparado. Se estaba liberando de una carga pesada y se la tiraba a él sin piedad sobre la espalda.
—Hoseok —murmuró una vez el hombre guardó silencio.
—¿Sí?
—¿Eres consciente de lo que me estás diciendo?
—Sí.
—¿Y estuviste dos meses en silencio?
—Lo estuve.
Tomó un respiro, inquieto.
—Hoseok, detente. —Tomó otra vez su antebrazo y jaló con cuidado para que lo mirase. Hoseok lo hizo sin problema. Tenía los ojos brillantes por la humedad, pero no soltaba una lágrima—. Dime que no es una broma lo que me estás contando.
—No lo es —contestó de inmediato. A diferencia de lo que esperaba, Hoseok sonrió cuando lo dijo—. No somos hermanos.
—Eres...
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La fragilidad de un nudo ✄ yoonseok.
Fanfiction✄ : ❝ Cuando una cinta se corta puedes hacerle un nudo. Min Yoongi no conocía mandamientos más allá que los de su propia historia. Jung Hoseok se sabía los diez de memoria. Se pisaban los talones desde el punto de inicio. Con remiendos en el pecho...