-¿Quieres que hagamos de niñero de tu novio? ¿El ex agente del FBI?
Jungkook miró hacia su hermano con el ceño fruncido, pero antes de que pudiera justificar su declaración, Jimin soltó: -Nos encantaría.
La expresión del rostro de Junseop le dijo a Jungkook que ese "nosotros" en la declaración, era un concepto subjetivo. No tenía ninguna duda de que Jimin quería echarle un vistazo a Yoongi y ver en él que era lo que tenía que atraía a Jungkook. Si él hubiese podido enviar solo a Jimin, lo habría hecho, pero esa no era una opción real.
Junseop nunca dejaría que Jimin fuera solo, sin importar cuán capaz era este de cuidar de sí mismo. Era como si Junseop estuviera seguro de que Jimin se daría a la fuga, si no pasaban juntos cada momento del día. No importaba lo obvio que fuera que Jimin solo tenía ojos para Junseop.
No se escapó de la atención de Jungkook que Yoongi también era capaz de defenderse, pero, a diferencia de Jimin, Yoongi tenía un obvio talón de aquiles. El solo hecho de haber tocado esa nota Post-it lo había paralizado y lo había dejado en agonía. Si algo así hubiese sucedido en presencia de Kohn, este podría haberle hecho cualquier cosa a Yoongi. Cualquier cosa.
El solo pensamiento hizo hervir la sangre de Jungkook. Encontrarse con Yoongi en ese estado, había hecho que Jungkook se sintiera impotente y enfurecido. Él iba a tomarse su tiempo con Kohn. Quería que sufriera por cada cosa inimaginable, y había pasado el día entero fantaseando con la cara de Kohn retorcida en medio de la agonía. Jungkook incluso barajeaba hacer una excepción con él y quitarse los auriculares solo para escucharlo gritar.
Lógicamente, Jungkook entendía que Kohn había conseguido llegar a Yoongi, solamente porque lo había pillado con la guardia baja. Pero, emocionalmente, Jungkook se enfurecía al pensar que ese tipo podía intentar venir a por Yoongi. Yoongi le pertenecía a Jungkook. Y a Jungkook no le importaba hacer un ejemplo de Laurence Kohn. Le sacaría las entrañas y lo dejaría colgando para que todo el mundo viera lo que pasaba cuando intentaban atacar a alguien que le pertenecía.
Kohn estaba probando a Yoongi, jugando con él antes de matarlo. No importaba. Kohn no iba a quedarse demasiado en este mundo. Pero, mientras tanto, Jungkook necesitaba que Yoongi estuviera a salvo hasta que terminara su asignación de esa noche.
Jungkook generalmente esperaba con ansias sus muertes. Había estado esperando ansioso por poder librar al mundo de esta amenaza en particular. Se habían pasado meses examinándola, y ahora que lo habían hecho, Jicheol había pedido que se le diera un manejo inmediato, que Jungkook se hiciera cargo de forma rápida antes de que lastimara a alguien más.
Su padre no era como Jungkook y sus hermanos. Él era el corazón de su familia. Jinhyuk decía que él era el corazón sangrante de la familia, el que tenía un interés personal en cada muerte y que de alguna manera necesitaba curarse a sí mismo tras cada asesinato. Ninguno de ellos sabía qué le había pasado a Jicheol para convertirlo en lo que era, pero todos sabían que tuvo que haber sido algún tipo de... incidente lo que lo había provocado, y llevado a adoptar a un grupo de niños mentalmente inestables para entrenarlos antes de soltarlos sobre la peor parte de la humanidad. Nadie simplemente se despertaba un día y decidía crear su propio escuadrón de Los Vengadores sin haber tenido la mera provocación.
-Te gusta mucho, ¿eh? -preguntó Jimin, sacando a Jungkook de sus pensamientos.
-Es... perfecto. -dijo Jungkook.
Junseop se dejó caer en el sofá, su cuerpo estremeciéndose por la risa. -¿Quién eres tú?
-Supongo que esa es una pregunta retórica.
Junseop bufó. -Sí, nadie es perfecto, hermano, ni siquiera Jimin.
Jungkook cortó a su hermano con la mirada, el músculo de la mandíbula le palpitaba. -Es perfecto para mí.