—¿No podrías haber pensado en una forma menos laboriosa de despachar a estos sinvergüenzas? —preguntó Jinhyuk, arrojando una palada de tierra compactada sobre su hombro.
Yoongi se habría sentido mal por hacer que los hermanos de Jungkook hicieran el trabajo manual, pero no había sido su idea.
Había sido de Jonghyun.
—Es solo un agujero, gran bebé. Tal vez si no hubieras decidido beber tu peso corporal en whisky de camino, no te sentirías tan sin aliento —comentó Jonghyun, un poco sin aliento.
El calor había provocado que los hombres se quitaran las camisas y Yoongi no pudo evitar admirar la vista. Jungkook brillaba a causa del sudor, con los músculos flexionados mientras clavaba una pala de punta
redonda en el suelo. De pie junto a Junhui, Yoongi contempló la idea de cambiar su decisión de compartir con Beomgyu. Los dos eran jodidamente hermosos. Parecidos en muchos aspectos, pero opuestamente perfectos en otros.
Yoongi nunca aceptaría la agresividad de Junhui, pero era divertido mirarlo.
Jimin, Beomgyu, Taehyung y Namjoon también habían venido, además de Jicheol. Taehyung estaba cavando agujeros con los demás, pero Jimin y Beomgyu, al igual que Yoongi, habían optado por no participar en la parte extenuante del proyecto. Los tres estaban sentados en la parte trasera de la furgoneta abierta, admirando la piel expuesta mientras ignoraban a Thorpe –que sollozaba y lloraba– y al extraño sonido de una caja que Jaejoong había traído consigo en el Avión.
—No esperaba que Jinhyuk se viera tan bien sin camisa —dijo Beomgyu, con evidente sorpresa—. Pensé que el alcohol volvía gorditos a los chicos.
Jimin se bajó las gafas de sol para mirar boquiabierto la clara falta de barriga de Jinhyuk.
—Pues no parece.
—Jinhyuk no es tan sorprendente como Jooheon. No esperaba
esos abdominales o esos bíceps —comentó Yoongi, dando un mordisco a una cuerda de Nerds que había sacado de una mochila en la parte de atrás.
—No te olvides de Taehyung, llevando el cuerpo de papá a otro nivel —dijo Jimin, fijándose ligeramente en el inicio del trasero de Taehyung que se asomaba cada vez que se inclinaba para clavar su pala en el suelo.
—Podemos oírlos, ¿Saben? —Dijo Junseop con tono enfadado.
Jimin puso los ojos en blanco.
—No te pongas celoso, bebé. Sigues siendo el más bonito de todos.
Junseop se burló, limpiándose el sudor de la frente con el dorso de la mano.
—Claro que soy yo. Literalmente me pagaban por ser bonito. Ninguno de los otros puede decir eso.
Según todas sus redes sociales, estaban de vacaciones con la familia Jeon en la cima de Beech Mountain, no cavando un hoyo en una reserva natural del estado de Washington.
—Algunos de nosotros tenemos habilidades mucho más comerciales para el trabajo. Con las cuales podríamos contribuir a la sociedad —dijo Jooheon con un gruñido, empujando la pala más profundamente en el suelo.
Junseop bufó.
—Tus investigaciones son en mecánica cuántica. Bien podrías haberte desempeñado como un cazador profesional de unicornios.
—Tiene razón —dijo Jaejoong.
—Deberías volver a ponerte la camisa. Estás empezando a parecerte a una rata topo desnuda —dijo Jooheon, inexpresivo.