—Entonces, ¿Estás obligando a Yoongi a ir de viaje contigo porque tienes miedo a estar solo?
Jungkook dirigió una mirada hacia Jimin.
—No. Eso no fue lo que dije en absoluto.
Jimin y Junseop estaban sentados en la cama y observaban cómo Jungkook hacía las maletas para su viaje a casa de Jonghyun. No había tenido la intención de invitarlos, pero no pudo soportar el silencio y no había nadie con quien hablar. Había llamado a Jimin y terminó con los dos.
Si era más o menos lo que había dicho, supuso, pero se sentía aliviado de que Yoongi hubiera dejado de ignorarlo. No podía lidiar con demasiados cambios juntos, y que su padre decidiera que Junhui y él necesitaban pasar un tiempo separados justo cuando Yoongi había decidido fingir que no existía, era algo inaceptable.
Jimin arqueó una ceja.
—Nos dijiste que le habías dicho que tenía que ir contigo por trabajo. No hay trabajo en donde vive Jonghyun. Apenas si hay servicio de telefonía celular. Solo estás esperando engañarlo para que finalmente se acueste contigo.
Jungkook puso los ojos en blanco.
—Eso ya lo hicimos —Jungkook tardó un momento en darse cuenta del silencio ensordecedor que le siguió a esa declaración. Se volvió para echarles un vistazo—. ¿Qué? Era su cumpleaños.
La piel clara de Jimin se puso de un color rojo brillante mientras que una furia repentina se apoderaba de él, haciendo que la cabeza de Jungkook le diera vueltas.
—¿Era su cumpleaños? ¿Era el cumpleaños de tu cuñado y pensaste que quitarle la virginidad sería el mejor regalo?
Junseop se rio.
—La mayoría de las personas invitaría a un chico a beber por su vigésimo primer cumpleaños.
Jungkook bufó.
—No era virgen... —Se calló. ¿Yoongi era virgen? Había estado tan apretado... dolorosamente apretado. Pero había estado vociferando órdenes a Jungkook durante todo el rato—. No, de ninguna manera. Me lo habría dicho.
—¿Tal vez no quería hacerlo porque eres su jefe? —Jimin dijo en voz alta y lentamente, como si pensara que Jungkook era un estúpido.
Junseop no dijo nada, solo se recostó contra la cabecera con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Tenía los brazos cruzados sobre su pecho, aparentemente emocionado de que su prometido se encargara de hacer pedazos a Jungkook.
Jungkook no estaba tan emocionado. No le gustaba la mirada que Jimin le estaba dando.
—Deja de mirarme como si fuera Harvey Weinstein o algo así. Nuestro coqueteo siempre ha sido inofensivo y consentido –enfatizó–. No confundí sus intenciones. Literalmente me besó, bueno, primero, me abofeteó dos veces, pero luego me besó y después dijo, y cito textualmente: "Fóllame", ¿Por qué cuestionaría eso?
—Él tiene razón allí —murmuró Junseop.
—Bueno, te lo aseguro, era virgen antes de que tu llegaras, y a Namjoon definitivamente no le va a importar lo que Yoongi te dijo antes de que... lo desvirgaras.
Los ojos de Jungkook casi se salieron de su cabeza.
—No puedes decirle a Namjoon. No puedes decírselo a nadie.
—¿Le tienes miedo a Namjoon? —preguntó Jimin, frunciendo el ceño con confusión.
—No, le tengo miedo a Yoongi, y si Namjoon le dice algo a Yoongi, él me cortará las pelotas mientras duermo.