4-4. Jungkook

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—¿Por qué exactamente...? —Jungkook balanceó su hacha con un gruñido —. ¿Es que tu esposo no puede ayudarte con esto?

Recogió la mano cuidadosamente cortada y la arrojó a una bolsa de basura industrial antes de levantarse para tomar un respiro.

Desmembrar cuerpos era un trabajo pesado. Desmembrar el cadáver de un motociclista vestido de cuero con casi 180kg de peso, era casi imposible.

Namjoon miró a Jungkook con incredulidad.

—¿Te imaginas a Pecas aquí, empuñando un hacha en sus Ferragamos?

Jungkook resopló. Pecas, también conocido como su hermano, Jaejoong, solía desmembrar y desmantelar cuerpos todo el tiempo antes de enamorarse de un tipo que estaba mucho más cómodo con el trabajo que él. Algunas personas podrían decir que se trataba del voto que había hecho Jaejoong como médico de no hacer daño, pero Jungkook pensaba que Namjoon probablemente tenía razón. Probablemente era por los zapatos. Su hermano era un puto de las etiquetas y un fanático del orden.

Jungkook suspiró, mirando fijamente el cadáver casi intacto.

—Aun así, no parece justo. No siempre debería tocarte el trabajo sucio.

Namjoon bajó su hacha, amputando la pierna del hombre justo debajo de la rodilla.

—Disfruto del trabajo sucio. Además, sabía en lo que me estaba metiendo. El día que dije: "Sí, acepto", fue el día en que tu hermano dijo que no lo haría. Es decir, no mataría a nadie más a menos que se hubiesen agotado las otras opciones. Y si lo llamara y le pidiera que viniera aquí para esto, yo no tendría sexo por todo un mes.

Jungkook hizo una mueca, bajando la hoja de nuevo, esta vez separando el hombro del torso, siseando mientras que gotas de sudor rodaban por su espalda hacia los rasguños abiertos que había dejado su pequeño reportero.

—¿Estás bien? —Preguntó Namjoon ante el sonido de dolor de Jungkook.

—Sí, estoy bien —dijo con desdén—. Habría pensado que a estas alturas papá habría hecho de los asesinatos parte de los votos matrimoniales de los Jeon: En la salud o la enfermedad, matar y descuartizar, por los siglos de los siglos, amén.

Namjoon negó con la cabeza.

—No le consultamos sobre nuestros votos matrimoniales.

Jungkook miró alrededor de la pequeña cabaña. Habría sido generoso llamarla rústica. Era esencialmente una gran habitación vacía con una mesa de madera resistente, un fregadero de cocina colocado en una losa de madera y un baño en la esquina que apenas recientemente era habitable. Eso era todo.

—¿No te compró Jaejoong como aniversario esta cabaña para asesinatos, en donde torturaron y mataron a alguien juntos por primera vez? ¿Eso no implicaría que la sangre y las entrañas forman parte de su matrimonio?

Namjoon se rio entre dientes, cortando la otra pierna del hombre por debajo de la rodilla.

—No. Me compró la cabaña donde nos enredamos por primera vez, después de que yo torturé y maté a un hombre. Él se estuvo comiendo una barra de granola. Además, una cabaña en medio de la nada provista de un lago lleno de peces carnívoros, es el regalo ideal en esta familia. Y todavía asesina conmigo en las noches de cita.

Jungkook se rio por lo bajo, viendo a Namjoon arrojar la pantorrilla carnosa del hombre a otra bolsa de basura.

—¿Cómo lograste que este tipo viniera aquí?

Namjoon se encogió de hombros.

—Prométele a un pedazo de mierda como este una bolsa llena de armas y dinero y él estará más que feliz de traer su trasero hasta la puerta de tu casa.

M.N. (1-7) pt 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora