Thorpe McKenzie tenía una barbilla débil, una notoria línea de calvicie y unos ojos azules acuosos que lo hacían lucir como si estuviera llorando. También llevaba un uniforme blanco y negro que lo hacía parecerse al Hamburglar.
El interior de la prisión era ruidoso. Incluso a través de las gruesas paredes de la sala de conferencias, podían oír los gritos de los reclusos, el zumbido de las puertas y el repiqueteo del metal sobre el metal al abrirse y cerrarse. Los sonidos parecían poner nervioso a Yoongi, quien se movía inquieto al lado de Jungkook.
Thorpe se sentó al otro lado de la mesa, mirando a Jungkook y a Yoongi con confusión.
—¿Quiénes son, otra vez?
—Nos contrató Douglas Madsen —dijo Jungkook.
Thorpe frunció el ceño, pareciendo realmente confundido.
—¿Quién?
Jungkook se sentó y se cruzó de brazos.
—Douglas Madsen. Quizá lo conozcas de la Conferencia de Jóvenes Líderes de 2007.
La sangre se drenó del rostro del hombre, dándole un aspecto enfermizo en la amarillenta luz fluorescente.
—Me resulta vagamente familiar. ¿Por qué están aquí hablando conmigo?
—Porque Douglas Madsen también ha sido inculpado de asesinato, junto con otros dos hombres que estaban en la conferencia contigo —dijo Yoongi.
—¿Cuáles dos hombres? —preguntó Thorpe con cuidado, moviéndose en su asiento.
Esa no era la primera pregunta que Jungkook había esperado. Además, había una implicación en esas palabras. La implicación de que había claramente más de cuatro de ellos involucrados en lo que fuera que habían hecho esa noche.
—¿Exactamente cuántos más estaban contigo esa noche? — preguntó Jungkook, mirándolo fijamente.
La mirada de Thorpe se deslizó hacia la pared en blanco que tenían detrás.
—¿Qué noche?
Dios, odiaba a estos hijos de puta astutos. Parecían no tener ningún sentido de la autopreservación. Las manos de Yoongi se flexionaron sobre la mesa, y la mirada de Thorpe pareció clavarse en sus largas uñas negras.
—¿Qué es exactamente lo que están haciendo para Doug- Douglas-El señor Madsen? —tartamudeó Thorpe.
—Nos contrató para llegar al fondo de quién le está haciendo esto. Creemos que tiene que ver con aquella noche de la conferencia. Una vez más, Thorpe fingió confusión.
—¿Qué noche?
—La única noche de la conferencia en la que un grupo de ustedes decidió cometer un crimen tan grave que están dispuestos a ir a la cárcel por ello —dijo Jungkook.
La expresión de Thorpe era de suficiencia cuando negó con la cabeza.
—Si somos cuatro, es imposible que nos condenen. Está claro que hay pruebas de que un loco psicópata anda por ahí inculpando a la gente por asesinato. No tengo nada de lo qué preocuparme.
Thorpe no se equivocaba. Si podían mostrar un patrón, había una posibilidad de que los hombres salieran libres. Tal vez, había mostrado su as demasiado pronto. Yoongi se inclinó hacia delante.
—¿Se te ha ocurrido que alguien está escogiendo sistemáticamente a gente como el hombre al que disparaste y te está inculpando deliberadamente de asesinato en primer grado? El lugar más seguro para ti podría ser la cárcel. Está claro que no tienen reparos en matar gente.
