Jeon Jungkook es muchas cosas: es un hijo, un gemelo, el propietario de la marca de moda Gemini... Un psicópata asesino. Juntos, él y su hermano Junhui, conforman un monstruo brutalmente eficiente, librando al mundo de depredadores que victimizan a los inocentes.
La historia ha demostrado que a Jungkook y a Junhui no les va bien ser separados, pero su padre ha tomado la decisión de probar esa teoría.
Min Yoongi sabe exactamente quién es: Un hermano menor, un fashionista, un vigilante. Si bien no está contento con que su hermano mayor se haya casado con un Jeon, la unión tiene sus cosas positivas. Como una pasantía pagada con Gemini. Pero todas las cosas buenas tienen un costo y, para Yoongi, eso es tener que soportar a Jeon Jungkook todos los días, lo que inevitablemente lo lleva a pensar en él todas las noches.
A Yoongi no le gusta Jungkook. Es arrogante, condescendiente, autoritario e inapropiado. También es muy sexy, brillante y es doblemente letal en comparación a Yoongi. Aun así, Yoongi lo detesta. Incluso si sigue dejando que él lo bese. Y lo toque. También, incluso aunque se revolcaron una vez. Claro que fue sexo de odio y nunca volvería a suceder de nuevo. Nunca.
Excepto que envían lejos a Jungkook para que ayude a acabar con una red criminal peligrosa y él ordenó a Yoongi que lo acompañara.
Yoongi ha prometido mantenerse fuerte. Debe recordar que odia a Jungkook.
Pero están atrapados juntos y solo hay una cama, y es muy difícil odiar a Jungkook en la oscuridad cuando le susurra que Yoongi le pertenece. Yoongi no pertenece a ningún hombre, pero Jungkook está decidido a que sí. Tiene una semana para demostrarle a Yoongi que él es la excepción a su regla. Después de todo, ¿Quién puede decirle que no a un Jeon?