5-4. Yoongi

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Yoongi pasó todo el vuelo a Washington haciendo todo lo posible para parecer tranquilo, incluso mientras se tambaleaba por dentro. Se sumió en su teléfono, tomó selfies, publicó actualizaciones y absolutamente no revisó de encubierto las redes sociales de Jungkook, calificando la apariencia de los hombres que salían a su lado en las fotos.

Afuera, la noche era negra como la tinta, las nubes estaban muy por debajo de ellos. Yoongi debería haber tomado una siesta, en caso de que Jonghyun los pusiera a trabajar de inmediato. Pero no lo hizo. En cambio, se dedicó a pensar si estaba equivocado o no. Cuando no pudo soportarlo más, abrió su aplicación de mensajes de texto y le envió un mensaje a Jimin.


¿¡Le dijiste que era virgen!?<<


Tú no lo hiciste, Jimin le respondió.

Yoongi suspiró. No tenía la energía para pelear por eso, especialmente no con Jimin. Claro, una parte de él se sentía culpable por no decirle a Jungkook, aunque en realidad no fuera asunto suyo. A Yoongi le gustaría decir que no lo habría vuelto a hacer si hubiera tenido la oportunidad, pero estaba equivocado. En el momento en que Jungkook lo besó, perdió por completo la cabeza.

Miró hacia el otro lado del avión, donde Jungkook estaba sentado de lado ocupando dos lujosos asientos, tenía las rodillas levantadas y el teléfono en una mano. ¿Sentía que Yoongi quería espacio, o era ahora Jungkook quien necesitaba alejarse de él?

Yoongi sabía que era demasiado. Tal vez había reaccionado de forma exagerada, pero cuando Jungkook le preguntó si era virgen, fue como si lo golpearan con un bate de béisbol. No se lo había esperado. No es que fuera algo secreto, pero había sido un secreto para Jungkook. De eso Yoongi había estado seguro. Había pensado que, si Jungkook supiera la verdad, de alguna manera se solidificaría que Yoongi era solo el hermano pequeño de Namjoon y no una persona de verdad.

"Si quieres sexo, te lo daré. En cualquier momento que lo desees. No necesitas a otros hombres."

Yoongi se mordió el carnoso labio inferior y sacó el cuchillo en la correa de su tobillo para pasar la hoja afilada como si fuera una navaja por debajo de sus uñas. ¿Qué se suponía que significaba eso?

¿Acaso Jungkook le estaba proponiendo ser amigos con beneficios? Si era así, ¿Por qué lo hacía que pareciera que estaba prestando algún tipo de servicio a la comunidad? Como si darle polla a Yoongi fuera su deber cívico o una cosa así. Yoongi no era el botín de nadie.

Ciertamente no era el caso de caridad de nadie.

Puede que Jungkook estuviera fuera de su liga, pero Yoongi se negaba a conformarse con nada menos que un hombre que lo adorara absolutamente como si fuera un jodido Dios, y si nunca lo encontraba, entonces estaría bien viviendo con sus amigos. Y quizás con un gato. O muchos gatos. Después de ver por lo que pasó su hermana mayor, Yoongi nunca dejaría que un hombre lo convenciera de que no valía nada.

Ninguna cantidad de soledad convertiría a Yoongi en el objetivo de otra persona. Era demasiado lindo y talentoso. Claro que también era quisquilloso, neurótico y un poco loco, pero estaba seguro de que la proporción de sexy y loco, se inclinaba a su favor. Era el paquete completo para alguien, incluso si ese alguien no era Jungkook.

Cada vez que Yoongi miraba hacia arriba para ver cómo estaba Jungkook, lo encontraba mirándolo por encima de su teléfono, con una expresión ilegible. Esto era lo que pasaba con los gemelos. Podían quedarse totalmente en blanco a voluntad, y cuando lo hacían, no podía saber en qué era lo que estaban pensando. Yoongi deseó que todos sus pensamientos no estuvieran grabados en sus expresiones faciales.

M.N. (1-7) pt 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora