CAPITULO XXV. INTIMIDAD

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Desde aquel día la pareja había formalizado su relación, las cosas habían cambiado, ahora la recurrencia de citas nocturnas se incrementó, el tiempo de visitas a la casa de Yota fueron seguidas y, por supuesto que el sexo también había aumentado en gran medida.
Pero a diferencia de otras veces el encuentro de hoy era significativamente muy especial, porque hoy no estaban en cualquier lugar, no se trataba de un hotel del amor, y mucho menos de un lujoso restaurante fuera de la ciudad.
Esta noche el encuentro de sus cuerpos sería dentro de la ostentosa mansión Tanaka. Kenta invitó a su pareja sentimental sin decirlo enserio, pues él creía que ese omega brillante se negaría rotunamente, pero mucha fue su sorpresa cuando recibió una respuesta afirmativa.
Por supuesto que, primeramente, el director le mostró su "humilde" morada sin ninguna intención oculta, pero como era costumbre, las dulces palabras salieron sin ninguna restricción, ambientando el lugar para poder obtener algo de cariño físico.
Aún a pesar de estar siendo llevado por todo el interior para acabar en una habitación, donde la cama sería lo único de utilidad, Shinseki sí que había notado las dimensiones de la casa. Las puertas y ventanas por alguna razón tenían la apariencia de dejar entrar a un gigante en cualquier momento, pero a pesar de eso, no se veía mal, porque el blanco y dorado de las paredes estaban, de alguna forma, haciendo que el ambiente fuera armonioso. También había sido impresionante ver con detalle las pequeñas pero complejas figuras artísticas que formaban parte de algunos soportes, tampoco fue fácil ignorar los muebles costosos, eran cientos de millones de cosas finas, que seguramente costaban cientos de millones de yenes. Las cosas en el techo también eran impresionantes, candelabros y lámparas sofisticadas que baban la momentánea impresión de encontrarse en algún castillo mágico, hasta los mosaicos en el suelo eran cautivantes, con patrones elegantes y discretos.
Probablemente la única cosa que no encajaba era la existencia de una fuente de piedra sencilla en el centro de la propiedad, era completamente funcional pero no era nada lujosa, era hermosa pero muy anticuada, no tenía ninguna decoración, sin detalles. Eran cinco niveles que formaban la ilusión de una cascada, el sonido del agua cayendo también resultaba tranquilizador.
En una de las complejas habitaciones, el miembro del alfa penetraba de una manera tan intensa que los gemidos del omega se veian constantemente interrumpidos.
Yota sentía como el placer le hacía erizar los bellos de sus brazos mientras trataba de seguirle el ritmo a su amante, apretaba las sabanas de vez en cuando para sostenerse y sus piernas se mantenían abiertas de par en par sin ninguna pausa. Su respiración agitada estaba en sincronía con el sudor de su frente, y es que entre más velocidad más exhausto estaba, por lo que obviamente el sudor salía con un completo descontrol, aun así no detendría a Tanaka, porque también disfrutaba de la pasión de esas constantes embestidas y de los cariñosos besos que recibía por todo el cuerpo, estaba cansado pero no podía evitar mover las caderas para satisfacer a ese imponente alfa.
No se trataba del RUT del presidente de BBS pero ya tenían tiempo rodando sobre la cama, ¿Cuántas veces se habían venido?, ¿Cuatro o cinco veces? Ya no lo sabía. Sin mencionar que los preservativos habían quedado atrás, desde aquel día en la oficina presidencial esas cosas no eran necesarias, esto solo recompensaba al corazón del ayudante de cocina, amaba sentir fielmente el contacto directo de la piel.
─Kenta ─gemía el chico curveando la espalda y logrando eyacular. Unos segundos después el joven amo le siguió, llenando al máximo la entrada de su omega─. Descansemos ─pidió entre respiraciones agitadas─, ¿Si?, descansemos ─el hombre de negocios le contesto:
─Dijiste que te harías responsable ─se refería al trato que había hecho con Shinseki respecto al secretario.
─Nunca imaginé que querrías esta clase de responsabilidad ─sonrió.
─Ahora lo sabes ─retiró su miembro y se echó a un costado del ayudante.
─Creí que ya había culminado mi deuda ─y es que Kenta llevaba días "cobrando" ese favor─, llevamos muchas noches así.
─Deberías de aprender que hasta los favores más pequeños tienen las deudas más grandes ─bromeo─, ¿Acaso estoy incomodándote? ─pero de pronto se lo tomó en serio.
Yota se recostó en el pecho del alfa y moviendo la cabeza de un lado a otro habló:
─No. Me gusta ─afirmo─, es solo que... es solo que me preguntaba cuando durara, el joven amo es muy resistente.
─¿Qué tal... toda la vida? ─y beso la frente del recesivo de manera tierna.
Sin saber que contestar, el ayudante de cocina sonrió y dijo lo que le susurro su corazón.
─Eso es mucho tiempo ─cerró los ojos y continúo─, así que creo que debería de empezar a ejercitarme, así podre durar toda mi vida.
Cuando ambos se vieron fijamente, solo pudieron notar las estrellas en sus pupilas, fue tan grato que duraron un par de minutos.
─Hay una fuente en tu casa ─Yota cambio de tema cuando el rubor ya estaba empezando a calentarle la cara.
─Ah, sí ─rió─. Mi madre la mandó a construir.
─¿Sí? Creo que es muy bonita ─la charla concluyo, pero fue Tanaka quien pensó que era momento de liberarse de la carga que guardaba por dentro.
─En realidad esa fuente estaba en la antigua casa de mis padres.
─¿Fue eso así?
─Esta es una historia de mucho antes de que yo naciera. Mi madre era muy joven pero estaba completamente enamorado de Ichiro, pasaron muchas cosas hasta que un día mi padre le compró una casa hermosa, pero él solo lo hizo porque no quería perder el cuerpo de mi madre. Quería seguir acostándose con mamá.
─Kenta, no necesitas contar... ─interfirió el omega.
─Está bien, quiero hacerlo ─mostró una sonrisa triste y Shinseki tomó la mano de su pareja con fuerza, lo que alentó al joven presidente a seguir con la historia─. Mi madre había escuchado sobre un cuento turco donde existía una fuente mágica donde, si tirabas una moneda dentro de ella, el amor sería eterno para tí y para tu pareja. Como no podía ir a Turquía a encontrar la fuente, mandó a construir una en el patio de su casa. En ese tiempo mi padre contaba con distintas parejas sexuales, entonces no tenía la necesidad de visitar a mi mamá todo el tiempo, pasaban meses enteros hasta que por fin pudiera verlo, entonces era durante ese tiempo en el que la fuente se llenaba de monedas. Mañana, tarde y noche, mi madre tiraba tres monedas cada día para que Ichiro llegará de visita. Él tenía la esperanza, tenía fe en el hombre del cual se enamoró. Cierto día la fuente le concedió su deseo, pero mi padre no era, en absoluto, un hombre humano, al escuchar la fantástica historia de mi madre sobre la fuente su mente se llenó de rabia, se convirtió en un hombre irracional, la paciencia nunca fue su fuerte por eso... en cuanto tuvo la oportunidad tomo un mazo y despedazo la estructura en pedazos. Después violó a mi madre y se marchó como si nada hubiera sucedido ─Yota estaba horrorizado, ese viejo en el hospital le había dicho algunas cuantas cosas pero nunca había entrado en detalles─. A decir verdad todo lo que sé sobre la juventud de mi padre mi madre me lo contó, él no lo hizo por maldad, fue porque... quería que no me pareciera ni un poco a él. Quería que fuera único entre los alfas, eso era lo que decía.
─Sin duda lo logro ─susurró el ayudante de cocina, pero Kenta no lo escucho.
─Cuando mi madre me dio a luz, Ichiro había cambiado para bien, es por eso que siento que es como tener por padre a un completo desconocido. Aunque lo intente solo no puedo amarlo como un hijo amaría a su progenitor.
─Espero que puedas perdonarlo.
─Eso espero ─suspiró─. De todas maneras la fuente nunca fue desechada, a petición de mi madre guardaron los restos. Entonces me enteré de la historia y los busqué, los encontré, e hice que la reconstruyeran aquí, ya que eso era lo único que tendría de mi madre antes de que muriera ─la confusión hizo dudar al omega, <<¿Él sabía que su mamá iba a morir?>>, se preguntó─. Yota, yo... Ayudé a mi madre a morir ─Shinseki no dijo nada, solo se había quedado ahí con la boca entreabierta, esperando una explicación razonable para esa declaración impresionante─. Él me pidió ayuda ─el joven amo no demostraba sentimiento alguno, estaba contando su historia con un rostro serio, mirando el techo, como si estuviera leyendo alguna clase de guión─. Nur me suplicó que le ayudara a morir. Al principio me negué, ¿Cómo podría ayudar a que el omega que me tuvo en su vientre muriera?, seria doloroso, pero... él... Me lo suplicó. Él ya había perdido muchas cosas en la vida y estaba viviendo un infierno junto al hombre del que alguna vez estuvo enamorado. Lo pensé detenidamente una noche, lo medite, así que eventualmente... acepté. Creí que estaba haciendo lo correcto pero cuando sucedió, la culpa invadió mi cabeza. Quería entregarme a las autoridades. Había matado a mi madre, era un asesino. Tenía que pagar por mis decisiones, pero un empleado, conocido por ser fiel a mi madre, me entregó una carta, conocía la caligrafía, mi madre la había escrito para deslindarme de cualquier responsabilidad. Leí esa carta tantas veces que la memorice ─por la razón que fuera, Tanaka Kenta había matado a su madre, solo podías criticar algo así ¿Verdad?, el alfa también lo sabía. Esperaba con temor la opinión de su amante, deseando que no empezara a tenerle miedo─. No hay que tener miedo, sé que puede parecer que... ─ya empezaba ese hombre impaciente de nuevo pero:
─El joven amo es alguien muy valiente ─Shinseki estaba impresionado─. Cuando la vida se vuelve un infierno, la muerte parece el cielo ─el alfa no creía lo que acababa de escuchar, de pronto sintió ligereza en todo su cuerpo─. Debiste de ser muy fuerte. Esa decisión debió de requerir de un gran coraje y de... amor ─el omega se movió ágilmente entre las sabanas y se subió arriba del cuerpo de su amante─. No tengas miedo, Kenta. Yo estoy de tu lado, así que ya no estás solo ─para el director era como tener a un héroe─. No vas a estar solo nunca más porque yo soy... yo soy tu compañero ─el dominante se levantó de prisa para poder apretar entre sus brazos a ese chiquillo energético─, además ¿Qué sentido tiene juzgar una situación que ocurrió hace varios años?
Los amantes se abrazaron con pasión.
La intimidad de una pareja no solo consistía en rondas interminables de sexo, tampoco en besos descontrolados o lujuriosos. La intimidad de una pareja a veces consistía en volverte vulnerable frente a esa persona preciada, y no ser juzgado por los ojos y palabras que la sociedad está siempre dispuesta a ofrecer.
─¿Qué es ese olor? ─preguntó el alfa alejándose.
─Nada ─negó el recesivo rápidamente, sabiendo que la intimidad de vez en cuando también se trataba de esconder algunos gases naturales que hacen del ser humano una especie un tanto desagradable.
Eso cortó el momento, pero los hizo reír como nunca lo habían hecho en el día.

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