CAPITULO LVII. PERRO QUE LADRA NO MUERDE

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¿Cómo podía decirlo?, Ahora, ese inútil adolescente le resultaba, de alguna forma, útil

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¿Cómo podía decirlo?, Ahora, ese inútil adolescente le resultaba, de alguna forma, útil.
─¿Tienes miedo? No hay por qué, puedes llamarme "papá" ─dijo sonriendo de oreja a oreja, actuando falsamente amable.
─Ya tengo un padre, gracias ─el joven amo era serio, había decidió ser lo más honesto posible con su padre biológico. Se mantenía pacífico en el asiento, parpadeando tranquilo mientras observaba a la empleada poner dos galletas de vainilla sobre su plato.
─Esto... ¿ No es incómodo? ─además de la mujer había dos guardaespaldas a ambos costados de Eustace.
─Papá dijo que me permitiría verte siempre y cuando alguien estuviera cuidando tus movimientos ─se encogió de hombros─. A mí no me importa.
─No es como que planee hacer algo.
─De todos modos, papá lo cree necesario ─Yamamoto soltó una exclamación animada y rió con escándalo.
─Ese alfa no es tu padre ─negó con el dedo anular de la mano derecha, y todavía manteniendo su papel del buen progenitor dijo─: ¿Lo recuerdas, no? Cuando eras pequeño tu madre te llevó a un restaurante en la ciudad, también fue un ¿abuelo?, no lo sé, un hombre rudo con ojos amenazadores. La señora Tanaka dijo que soy tu padre.
─Sí mamá lo dijo entonces no lo niego ─continúo con calma─. Eres mi padre biológico, sin embargo, eso no significa nada. Al menos no para mí ─Jirō tragó saliva, la mirada de ese adolescente era mortal, pesada, sofocante, ya no parecía un príncipe inocente─. ¿Qué es lo que deseas?, Tengo mucho tiempo de sobra pero no pienso gastarlo en ti ─podría decirse que Eustace tenía el mismo carácter de negocios que su padre.
─Creo que estas siendo un poco grosero.
─Se llama honestidad, algo que en definitiva tú necesitas. Además no eres el más indicado para corregir mis modales, padre ─habló sínico y sonriente─. Le dijiste a mamá que querías verme porque habías reflexionado acerca de tus acciones y paternidad, para iniciar un fuerte lazo de familiaridad y compensar el daño antiguo pero, yo no te creo en absoluto ─el pequeño Tanaka era ya casi un adulto, podía comenzar a darse cuenta sobre la cruel realidad del mundo, sobre las intenciones nada ocultas de las personas peligrosas─. Si fuera de ese modo lo hubieras hecho antes, no ahora ─esta vez suspiró, recordando pero respetando la ingenuidad de su madre─. ¿Sabes que provocaste una discusión entre papá y mamá? ─no espero respuesta─, mamá seguía insistiendo en que sería bueno recuperar nuestro "vinculo", pero papá no dejaba de decir que jamás iba a permitirlo.
─Eso es porque ese alfa no quiere lo mejor para ti ─mencionó el falso sujeto melancólico.
─De todas formas ─ignoró las palabras vacías─, estoy aquí porque obviamente papá terminó cediendo. Y por si eso fuera poco, preguntó mi opinión, porque se preocupa por mí ─tomo una galleta y comenzó a comerla lentamente─. Kenta es mucho más que una persona con la que comparto genes, contrarío a ti, él sabe cuándo es mi cumpleaños ─y le dio un trago a la bebida de chocolate.
─¿En serio vas a molestarme con eso?
─Padre sabe que detesto las pasas y las nueces ─entonces miró la caja de panecillos de frutos secos que Yamamoto le había traído, un pésimo regalo─. Papá sigue ayudándome con los deberes escolares.
─Ya, está bien, cierra la boca ─y es que le estaban recitando todo en lo que había fallado. Su máscara de amabilidad estaba comenzando a deslizarse.
─No es importante si comparto sangre contigo o no, he vivido muy bien sin tu presencia estos años, ¿Por qué iba a ser diferente ahora? ─<<No significas nada>>─, ¿Recuperar nuestro vinculo?, ¿Qué maldito vinculo? Ni siquiera había uno para empezar ─sonrió─. No te conozco ─el personal alrededor no pudo evitar sentir un poco de temor por la rudeza de las palabras, ese joven amo... ¿Acaso iba a ser más estricto que el presidente?
─Pero, podemos empezar a conocernos, ¿No lo crees? ─siguió irritado─. Lo quieras admitir o no, la sangre siempre tendrá el peso mayor en una familia, no creo que ese señor ─fingió toser tres veces─... No creo que tu "padre" ─dibujó comillas en el aire─, el presidente Tanaka, te vea como un hijo realmente, nunca lo sabes, quizás planea aprovechar la más mínima oportunidad para deshacerse de ti ─esta vez hizo un gesto de compasión─. Después de todo ya tiene dos hijos propios ─en el fondo, Eustace también temía por eso, así que, algo dentro de su pecho comenzó a lastimarlo. Ese hombre cruel había dado en el blanco─. ¿Ya no eres tan honesto, verdad, chico listo? ─el joven no sabía qué tipo de expresión había puesto para que Jirō osara burlarse de él, pero trató de recuperarse de inmediato.
─La familia biológica no es algo que se escoge, no hay de otra, te obligan a amar a un padre, a una madre, a... un hermano ─sonrió con triunfo─. El otro día fuí con mi padre a su fundación, hay omegas, muchos de ellos, y yo quisiera preguntarte, ¿Sabes cómo se llaman entre ellos? ─el hombre no respondió─: Hermanos. Y ni siquiera comparten un padre en común ─ante el aturdimiento del alfa recesivo, continúo─: Llaman a los más viejos sus padres, y a los más jóvenes sus hijos. Pensé: "Que afortunados, tuvieron la oportunidad de escoger a una nueva familia cuando la suya, su sangre, los abandonó". Y luego me dije: "No seas estúpido Eustace, mamá tuvo la oportunidad de escoger a un compañero, y tú la oportunidad de encontrar a tu verdadero padre" ─Yamamoto se quedó quieto, no había argumento alguno para refutar esas palabras─. Si tienes suficiente amor, cualquiera puede ser tu familia. "Padre" es solo una palabra ─se terminó su segunda galleta en la incomodad del ambiente─. Un hombre, en sus treintas, con un traje desordenado ─cambio de tema, ahora mismo eso no importaba─, cabello sucio y con un ligero aroma a alcohol nunca es buena señal ─el perro incluso tenia ojeras oscuras bajos sus ojos─. Pensé que todo iba bien en tu vida ─se echó hacia atrás en la silla─. Es claro que necesitas algo.
─La vida es difícil ─rió nervioso─. ¡Oye, ¿Puedes traerme un poco de whiskey?! ─ordenó a la empleada─. Siempre he querido probar whiskey de calidad ─Eustace le negó el servicio.
─No traigas nada ─dijo con tono firme─. Si quieres algo de beber, hay una jarra de agua justo frente a ti ─señaló los vasos a un costado─. Sírvete tú mismo.
─No sirve de nada hacerme el tonto contigo ─se dio por vencido─, así que lo diré ahora ─tomó el vaso y sirvió un poco del líquido transparente para sí mismo─. La madre de Ishi encontró a su pareja destinada ─bebió el agua, le ayudaba a tragarse su humillación─. Podría ser una omega dominante ahora ─sonrió dolido─, y perdí mi empleo ─el joven amo lo entendió al instante, ese hombre... apostaba a que quería─: No tengo dinero y... pensaba en tí, en Tanaka... ¿Un préstamo?
─Yo no tengo dinero ─era muy probable que Tanaka le regalara una tarjeta de crédito cuando fuera mayor de edad, pero para eso faltaban algunos años.
─¿No puedes... pedírselo... al... alfa?
─No puedo pedirle dinero a mi padre ─mintió─. No se me permite manejar cantidades superiores a lo que cuesta un almuerzo escolar. Aun soy un estudiante ─negó rotundamente─. Lamento tanto que estés pasando por todo esto pero no puedo ayudarte, así que, te agradecería que dejaras de pretender que soy importante para ti.
El alfa sintió como su única oportunidad se desvanecía, se sintió asfixiado, cómo si alguien hubiera tomado el poco aire que tenía en sus pulmones y le apretara con rudeza el pecho, la desesperación lo hizo convertirse en alguien lleno de temor, el miedo le recorrió todo el cuerpo, y se rió de su dolor, lo cambio en alguien que buscaba defenderse del sufrimiento.
<<Tonto>>.
─¿Qué lo lamentas? ─rió histérico─, ¡¿Qué lo lamentas?! ─repitió─. Estoy seguro de que debes de estar muy feliz.
─No, no es así ─dijo sintiendo lastima─. De verdad lo siento, lo siento mucho más de lo que crees.
─¡¿Se lo contaras a tu madre no es así?!, debe ser divertido. Tener dinero y no desear ayudar a los más vulnerables. Tú y tu asquerosa familia de mierda son unos bastardos ─escupió.
─No se lo contaré a nadie. Además, nunca me atrevería a burlarme de tu situación porque... porque mi madre y yo también fuimos abandonados ─contestó sin miedo─, O... ¿No lo sabía, señor Yamamoto?
<<Lo abandonaste>>.
La furia lo hizo lo suficientemente valiente como para tomar el vaso, que todavía tenía un poco de agua, y arrojar el contenido al compasivo joven príncipe. Los empleados ahogaron un grito de sorpresa.
─¡Joven amo! ─gritó la mujer.
Eustace estaba empapado, quieto, todavía sorprendido.
─¡¿Esto es gracioso para ti?!, ¡¿Eh, maldito bastardo?! ─los guardaespaldas reaccionaron tarde, pues retuvieron al hombre luego de su audacia─. ¡Maldito crío, tu familia feliz puede derrumbarse en cualquier momento!, ¡Me pregunto qué diría la gente si se entera de que eres hijo de un hombre cualquiera! ─el adolescente se levantó, tomo su caja de panecillos y con unos ojos temibles dijo:
─¿Ahora iras de boca floja con la prensa? ─estaba ofendido─, puedes hacerlo. Diles a todos la verdad. Entonces veremos quien acaba en la cárcel por abuso sexual de menores, por abandono y negligencia ─<<violaste a mamá cuando era joven, jamás me reconociste, y ni siquiera me diste tu apellido>>─. Puedes decir la verdad. No tenemos miedo ─se levantó de la silla, se dio media vuelta y mientras caminaba se despidió─: Gracias por los panecillos ─siguió a paso tranquilo. Cuando por fin pudo entrar de nuevo en la mansión, lejos de la vista de Yamamoto corrió deprisa.
─Eustace, ¿Qué paso? ─Yota estaba nervioso, esperaba la aparición de su hijo, pero no estaba preparado para que llegara del jardín hecho un desastre─. ¡Eustace! ─los panecillos yacían en el suelo, y su hijo corría presuroso directo a la oficina del presidente.
─El señor Yamamoto ha mojado al joven amo ─informó la empleada que le seguía el paso al beta.
─¿Qué?
Ya con una multitud preocupada detrás de él, el adolescente tocó la enorme puerta del estudio de Kenta, espero la aprobación y las puertas se abrieron de par en par. El extremo se inclinó, y con los brazos completamente abiertos tomo a su beta en un fuerte abrazo.
─Está bien ─le sobó la espalda.
─Padre ─comenzó a sollozar mientras rodeaba con fuerza el cuello del león.
─Está bien, está bien. Lo hiciste de maravilla ─le acarició la nuca─. Papá vio a alguien en la mesa por la ventana, ¿Quién era el chico hablando con un sucio perro allá en el jardín?, ¿Lo has visto, príncipe? Se veía tan maduro ─una risita tímida salió del joven amo─. Eso es, no llores.
─Padre, nunca me dejaras, ¿Verdad que no es así? ─<<¿Pero qué le ha dicho ese hombre?>>─. Nunca lo harás, ¿No es verdad? ─el pequeño gatito se aferró a él con todas sus fuerzas, temblaba con miedo─. No lo harás, no lo harás. Nunca te apartarías de mamá.
─Jamás lo haría ─le aseguró sin pensarlo. Alzo al muchacho en sus brazos mientras todos los empleados observaban─. Incluso el rey es un inútil sin su joven príncipe ─rió─, ¿Cómo podría abandonar a mi hijo? No podría, ¿Qué clase de padre sería entonces? ─mientras caminaba tranquilo, gritó furioso─: ¡Noah! ─el mayordomo apareció en un instante.
─¿Presidente?
─Prepara un baño caliente para tu joven amo.
─Sí, presidente ─Noah desapareció enseguida, y fue entonces que el alfa se percató de la presencia de la empleada que había estado con Eustace afuera en el jardín. Pobrecilla.
─¿Y tú qué cosa estas mirando? ─los ojos de la bestia se clavaron en ella como agujas─, ni siquiera puedes hacer bien tu trabajo ─la mujer agacho la cabeza─. ¡¿Qué hubiera pasado si ese tipo traía un arma con él?!
─Padre ─se asustó el muchacho.
El rostro distorsionado de Kenta se relajó, y cuando miró de nuevo a Eustace dijo:
─Lo siento, papá está frenético ahora. Te llevaré a tu habitación, ¿De acuerdo?, ¿Te gustaría un baño?
Luego de dejar al príncipe bajo la supervisión de seis empleados, el alfa le había besado la frente y se había despedido deprisa. Noah caminaba a un costado del león un poco preocupado.
─¿Dónde está ese tipo? ─preguntó apretando los dientes.
─Los guardaespaldas aún lo tienen sometido en el jardín, presidente ─respondió con calma el mayordomo.
─A mí oficina, ahora.
─Sí, presidente.

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