CAPITULO XLVIII. EL JUEGO

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Atwood estaba pesando que este amigo suyo jamás había tenido la intención de llevar a esa mujer parlanchina a la cárcel, sino que su plan había sido lo que había hecho, humillarla y abandonarla. Se dijo que ese alfa extremo no era nada diferente a él, como un demonio, pero disfrazado de ángel, y eso, le asustó un poco.
También estaba pensando en lo complicado y confuso de la situación: <<Si esa mujer... pero entonces... ¿Y Reiko?>>, sí ya sabía que era un beta, pero, a lo mejor, Kutaragi era el padre, ¿Verdad?, además: <<¿Qué es todo ese asunto de la violación?>>, ¿Por qué Tanaka quería deshacerse de la mujer?, ¿Qué le había hecho ella?
Suspiró.
No lo entendía, quería entenderlo, pero se aburrió, y ya no quiso comprender. Decidió ignorar la vida de Kenta, de todas maneras solo se importaba una sola cosa:
─¿Y entonces? ─y eso era: la madre adoptiva del chiquillo que tenía a un león disfrazado de oveja como esposo.
─Pues, como habrás adivinado, Kutaragi no es familiar biológico de Yota ─el diablo asintió─. Más te vale no decir nada ─lo amenazó─. Olvida lo que escuchaste y viste ─eso estaba de más.
─¿Recordar qué? ─el presidente de BBS sonrió, le gustó esa respuesta.
─Kutaragi es un beta ─continúo─. Sé de mi esposa que, vivió con Sato Hanako, su madre, quien era una prostituta, hasta los quince, fue en ese entonces en el que ella, murió, ¿La razón? No tengo ni idea, pero hasta cumplir los dieciséis vivió bajo el cuidado de una amiga cercana de su madre, otra prostituta, ella sigue viva, se llama Shimizu Naoko y vive actualmente en el complejo de apartamentos en el que soliá vivir mi esposa. No saben muy bien la razón, pero un día el padre de Reiko apareció para llevarlo consigo. Yota dice que, cree que tal vez Naoko se encargó de dar con el hombre para que Reiko no terminara muriendo ─se encogió de hombros─, de todas formas, su padre lo obligó a estudiar medicina, ya que él era un médico cirujano excelente. Se recibió de obstetra a los veintitrés, y cuando su padre murió todos esperaban que él ascendiera a director, pero alguien más tomo su puesto, dijeron que era muy joven para esa responsabilidad así que siguió siendo solo un obstetra destacado.
─¿Estás diciéndome que es un joven amo?
─Eh... No exactamente ─suspiró─. Su padre era un beta con un profundo temor por quedarse solo, y antes de que él tomara el puesto, era un muy amigo del director de ese entonces, y como este no tenía descendencia, le dejó el puesto al padre de Reiko una vez que murió.
─¿Cómo es eso posible? Nadie le deja un hospital a alguien así como así solo porque son amigos.
─Reiko llegó a mencionar que su padre regresaba con marcas en el cuello.
─¿Y?
─Probablemente era violado por el viejo del hospital. Lamentablemente se desquitaba con Reiko por esas cosas.
─¿Hablas de violencia familiar? ─Kenta asintió.
─De todas maneras dejó de hacerlo, porque tan solo dos años después de convertirse en director, él se suicidó.
─¿Reiko tiene alguna posibilidad de convertirse en el director del hospital?
─Por ley es él quien tiene el derecho, incluso varios de sus compañeros lo apoyan, pero no lo creo probable, el actual director es un alfa y repudia a Reiko, pero no porque él haya hecho algo, sino por su difunto padre. Por enemistades pasabas básicamente ─parpadeó varias veces y tomó una botella de agua, esta charla le había secado la boca─. Ten cuidado con el John, no es alguien con quien puedas jugar.
─¿Estas preocupado de que le haga algo malvado? ─se burló.
─No ─dijo sin mirarlo y siendo sincero─. Me preocupas tú ─la serpiente se echó hacia atrás en el asiento, ¿Acaso estaba bromeado?─, él no es un omega.
─Sí, lo sé.
─Es un beta.
─¿Y qué?
─Creo que los beta son mucho más fuertes que cualquiera de los alfas y omegas ─John se quedó callado─, es decir, ellos son inmunes a cualquier estimulo con el cual nosotros los alfas y omegas, perderíamos fácilmente el control. Son mortales. Reiko fue criado en un ambiente hostil, vivió en un prostíbulo cuando solamente era un niño y convivió con la yakuza ─le advirtió─. Si solo buscas jugar mejor intentalo con otro candidato ─como dudando, Kenta le dijo algo que seguramente el médico negaría rotundamente─. Escucha yo... te mentí en una cosa.
─¿Estas mintiendo? Ese no era el trato, Tanaka ─sonreía, pero ante la seriedad del extremo, cerró la boca.
─Te dije que no sabía porque murió Hanako... Pero Yota dijo que escuchó al beta murmurar, que él mismo se encargó de matar al asesino de su madre cuando tan solo tenía diecisiete ─empezó a tomar agua y luego observó el rostro de Atwood─, ¿Qué es tan divertido?
─Es solo que... es tan difícil de creer.
─Es tu decisión si me crees o no, pero a Yota de verdad le pareció escuchar eso ─el demonio se rehusó a creerlo, seguramente aquel conejo blanco había escuchado mal.
─¿Hay alguna otra cosa que quieras saber?
─¿Qué le gusta? ─el león arruó la frente, le pareció extraña la pregunta pero respondió honestamente.
─El dinero y el sexo.
─Wow, tanto en común ─festejó.
─No es quisquilloso con la comida, excepto con las verduras, sin duda alguna encontrara la manera de ponerlo en tu plato. Le gusta resaltar, es un experto en la moda y es un completo sin vergüenza.
─¿Por qué sabes todo eso? ─dudó.
─Es alguien especial para Yota, y si es especial para él, entonces también es especial para mí. Además viene a cenar a la mansión los días martes y viernes ─le contó, y recordó la ocasión en la que los ojos de ese beta brillaron en cuanto Tanaka le había ofrecido vivir con ellos─. Suele contarnos a todos sobre las... citas a las que acude ─hizo una cara rara porque "citas" no era una palabra correcta para definir los encuentros de ese doctor con los hombres─. En realidad es alguien amigable y alegre, sin duda alguna es divertido pasar el rato con él.
─¿Te has acostado con él? ─por la forma en la que había hablado, esa fue la idea que le dio a Atwood.
Tanaka casi se ahoga con su propia saliva.
─Es la madre de mi esposa ─contestó horrorizado.
─¿Y eso qué? ─el diablo seguía siendo el diablo─, ¿Vas negar que tiene un cuerpo espectacular?
─Lo cierto es que parece un modelo ─asintió el alfa─, sin duda su cuerpo es lascivo ─sí, sin duda la liebre es sexy pero Kenta es un hombre dominado─. Pero mi esposa es mucho mejor ─declaró orgulloso─. Ahora mismo con él único que me acuesto es con mi esposa, no necesitó más.
─Apuesto a que su agujero es maravilloso.
─Es cálido y reconfortante. Yota es mucho más que maravilloso ─agregó sin una pizca de vergüenza. A veces, al extremo le gustaban las charlas con John, podía sincerarse acerca de cosas sexuales sin ser juzgado, en realidad, la plática fluía con total naturalidad, dejando que el tema se tornara serio y reconociendo que la sexualidad era algo valioso para el ser humano─. El sexo es increíble.
─¿De verdad? ─Atwood estaba intrigado, la única experiencia que describiría como increíble era: <<Reiko>>, pensó.
─Completamente, Yota él... Se aferra a mi cada vez que embisto, su boca gime sin parar y de pronto, quiere un beso ─la serpiente sintió envidia, esa clase de sexo, jamás había llegado a sus manos. Por lo general tenía muchos encuentros pero todos eran obligados o comprados─. Yota siempre consume inhibidores de acuerdo a su periodo de calor, así que jamás le he visto en celo, pero a veces he llegado a pensar que sería bueno que fingiera que derrame, accidentalmente, las pastillas por el inodoro ─rió─. Lo que quiero decir es que, no me molestaría pasar una semana completa en una habitación vaciá con él en celo. Podría comer todo de él.
─¿Acaso quieres más niños? ─sonrió.
─Quiero todos los que Yota quiera darme ─contestó sin pensar─. Pero, regresando al tema, tú ya te has acostado con Reiko así que ¿Por qué?
─Sí ya lo hice ─contestó con superioridad─. ¿Sabes? Pensaba que los omegas eran los únicos que podían satisfacerme pero, resulta que, cuando me acosté con un beta, ese malentendido quedó resulto ─por supuesto que no diría que había creído que el género secundario de ese beta era otro─. Ese médico sin duda tiene un don.
─¿Ese médico?, ¿Quieres decir...?
─Toda la semana he estado acostándome con betas ─declaró como si se tratara de algo normal─, pero su interior es seco, no tiende a expandirse, así que empiezan a sangrar, y se vuelve asqueroso, ¿Me entiendes?
─En realidad no.
─Solo quiero convivir con él un poco más.
─¿Entonces quieres tener sexo con él porque es bueno en ello a pesar de ser un beta? ─John sonrió con alegría.
─Parece que sabes interpretar a la perfección mis palabras ─de verdad que Kenta lo conocía.
─Bueno, si es de ese modo, lo hubieras dicho antes ─el extremo sacó su teléfono celular─. Si se lo pides no se negara ─buscó el contacto de la liebre y se lo mostró a la serpiente─. Envíale un mensaje de texto, dile tu nombre y tus intenciones. Se directo, Reiko odia dar vueltas.

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