CAPITULO LXI. TODOS TIENEN UN DESEO O UN SUEÑO QUE NO SE HARÁ REALIDAD

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Sí, no era lo que tenía en mente, pero no perdía nada con intentarlo

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Sí, no era lo que tenía en mente, pero no perdía nada con intentarlo.
Yota había comprado un Volkswagen Kombiwagen viejo en perfecto funcionamiento, y lo había conseguido con el dinero que había obtenido tras la venta de sus muebles viejos.
Pero, por otra parte, está un poco avergonzado de sí mismo, al final había estacionado su auto de comida frente a la empresa de su esposo.
Las largas filas eran sospechosas, se mantenía tan ocupado atendiendo a los clientes que Shinseki perdía la oportunidad de preguntar a los trabajadores si realmente disfrutaban de su comida callejera, o si había alguna otra razón más. Cuando por fin se acababa la hora del almuerzo el omega daba un largo suspiró de cansancio, todos su productos se agotaban, ¿era su imaginación?, Parecía como si todos los empleados de BBS iban a atacar su auto andante.
─Ah, eso fue duro ─de todas maneras era algo bueno, ¿No?, gracias a eso podía regresar a casa temprano.
Guardaba los coloridos carteles, cerraba la puerta del coche y se movía al asiento del conductor.
─Señora, ¿No quiere que lo haga por usted? ─que Shinseki tuviera algo de libertad por las calles no significaba que los guardaespaldas se mantuvieran a distancia.
─No quiero, gracias ─sonrió el omega.
─Pero, ¿No aprendió a conducir recientemente?
─Aprobé el examen ─respondía de nuevo la señora con alegría─, además, ¿No estas manejando el coche de los guardaespaldas hoy? ─preguntó astutamente mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
─Los chicos son listos. Puedo hacer que me reemplacen fácilmente ─puso la mano sobre la ventana, como dispuesto a ocupar el lugar de la esposa de su empleador.
─De verdad estoy bien, gracias ─echó una mirada en frente, un par de empleados caminaban cuchicheando algunas palabras sin importancia─. ¿O acaso no confías en mí? ─¿O quizás si decían algo importante?
─No, sí no es eso ─pareció darse por vencido─. Entonces, estaremos siguiéndole detrás. La carretera es ajetreada, maneje con cuidado ─retiró su mano, sonrió un poco decepcionado y por fin se decidió a marcharse, pero antes de entrar al lujoso auto de los guardaespaldas gritó─: ¡Han dijo que la brocheta estaba deliciosa! ─inclinó la cabeza y esta vez el gorila si se perdió dentro del auto.

+.+

Yota se había comportado extraño durante la cena, así que, tras años de matrimonio, Tanaka sabía que algo no andaba bien.
─Hay algo que te está molestando ─el ardiente presidente de BBS se quitó la bata de bañó mientras se frotaba el pelo con una toalla pequeña, se quedó sentado al borde de la cama, esperando una respuesta. Negó con la cabeza, su esposa estaba frente a él mirando hacia el suelo, con los labios apretados y respirando con fuerza.
─Kenta ─el gran hombre trago saliva, no ser llamado: "cariño" no era un buen comienzo. Esto iba para largo, el omega estaba furioso, probablemente iba a doler─. ¿Les dijiste a los trabajadores que compraran en mi auto de comida? ─lo interrogó mirándolo a los ojos.
─¿Qué? ─optó por hacerse el tonto, no había otra opción─, ¿Quién te ha dicho eso? ─si encontraba a los empleados que abrieron la boca: <<Esos hijos de...>>.
─Lo escuché ─respondió─. Ellos dijeron que les estabas aumentando el salario si compraban conmigo ─Tanaka apartó la mirada─. ¡KENTA!
─¿Un rumor? ─preguntó haciéndose el inocente.
─Te estoy preguntando para aclarar las cosas.
─Bueno... yo no... lo he hecho ─mintió.
─Ya veo ─suspiró de alivio─. De todas maneras me parece muy extraño. Sí no lo has hecho entonces... Me disculpo, perdoname por desconfiar de ti. Mañana preguntaré a los clientes, ¿Será que mi comida es realmente popular? ─<<es muy difícil de creer, es muy rápido para eso>>.
─Ah ─suspiró el alfa─. Bueno, yo solo les dí una pequeña sugerencia.
─¡Kenta!
─¿Está mal querer ayudar a mi esposa? ─siguió la conversación sintiéndose un poco triste.
─No me ayudas de esa forma ─negó frunciendo el ceño─. Creí haberte dicho que quería hacer esto por mi cuenta. Es realmente importante para mí hacer esto solo ─el extremo sintió una punzada en el pecho.
─¿Solo?, te refieres, ¿sin mí? ─Shinseki negó con la cabeza de manera rápida.
─Eso no es lo... Tú sabes que no quise decir eso ─de pronto Yota se veía con más poder, la lámpara, todavía encendida, proyectaba su sombra enorme─. Quiero lograr esto sin utilizar mis conexiones ─<<Sin utilizarte a ti>>─. ¿No dicen a menudo que la satisfacción es más grande cuando se pone mucho esfuerzo en algo?
─¿No está bien hacer las cosas como están?, ¿No está bien hacerlo de ese modo?, ¡Si tienes la oportunidad, USALA! ─<<Pequeño tonto>>.
─No es para mí una oportunidad. Creo que estaré bien si las cosas siguen su curso natural.
El silencio se hizo paso en la enorme habitación, era de noche y toda la mansión reposaba en una asfixiante penumbra. Pasaron lo que fueran dos minutos, hasta que por fin:
─¿Curso natural? ─se molestó─, ¿De qué estás hablando? No dices nada más que tonterías, es extraño que digas eso porque... El curso natural de esto es que me permitas apoyarte ─hizo una pausa─. Que me permitas apoyarte ─repitió─, en este caso, económicamente.
─Siempre he agradecido su generosidad presidente Tanaka ─el omega se volvió sínico─, pero siempre hablas de dinero ─murmuró por lo bajo pero lo suficientemente alto como para ser escuchado─. Nunca hablas de otra cosa ─<<jamás has preguntado qué es lo que quiero>>.
Kenta soltó un largo suspiró, deseaba poner los ojos en blanco, soltar un gruñido de fastidio, ignorar a su amado, olvidar toda la charla y meterse en la cama. Sin embargo no quería compartir el colchón con su amante estando enojados.
─De pronto dejas la universidad y dices que quieres hacerte de un restaurante ─se talló la cara con ambas manos─. Lo acepté, no cuestioné tus decisiones, no me molesté, ni vi problema alguno en ello. Confiaba en que tú me lo explicarías después, cuando estuvieras listo... Yota, eres mi esposa, quiero hacerte feliz, entonces... Ya estaba pidiéndole a mi secretario comunicarse con el banco para programar un retiro, porque lo que tú quieres se obtiene con dinero. No hay otra forma de tenerlo si no es con efectivo ─<<¿Por qué no entiendes eso?>>─, pero, lo que hiciste fue vender tus antiguos muebles, comprar un auto estúpido en mal estado, y vender comida callejera dentro de esa basura de automóvil. Tampoco dije nada, pero no debí callármelo. ¿Qué sentido tiene todo eso para mí?, ¿Qué mierda tiene que ver ese Volkswagen con un restaurate?, ¿Cómo se supone que tenga que saberlo si tú no me explicas nada? Tienes boca, ¿Por qué no me explicas?
─No... ─el alfa retiró sus manos de su rostro y levantó la mirada.
─¿Qué dijiste?
─No es un auto estúpido, Kenta. Lo compré con mi dinero, así que no es una basura ─cuando la primera lágrima salió, Tanaka se arrepintió. No debió decir todas esas descortesías.
─Ah ─suspiró. Las vulgaridades siempre empeoraban las relaciones─. De acuerdo. Lo lamento. Tu auto no es una basura. Lamento haber usado ese lenguaje, es que es... complicado.
─Um ─el recesivo asintió mientras se secaba las lágrimas con la manga de la pijama, pero la conversación no había terminado.
─Un restaurante es una cosa sencilla para mí. Sí lo quieres, te lo daré.
Shinseki negó con la cabeza.
─Sigues hablando de dinero.
─Porque con eso puedo darte lo que quieres.
─¿Sabes lo que la gente dice?
─¿Qué es lo que dice?
─El dinero no compra la felicidad.
Kenta rió sin pensarlo demasiado, este hombre que vestía de seda, que pisaba terciopelo y que se alimentaba de carne exclusiva sabía que el dinero compraba hasta la salud. Pero se guardó su opinión, algo tan insignificante como el dinero no era motivo de discusión.
─Sí tu quisieras, si tan solo fueras racional, tan siquiera un poco, podrías tener un restaurante entero a tu completa disposición. Piénsalo, estaría en el centro de Tokio, en alguna calle concurrida, rodeado de chefs profesionales y competentes, con comensales adinerados, y con una arquitectura... ─era como si el diablo estuviera tentándolo.
─¡No quiero eso! ─estalló alejándose y mirando con irritación a su amante─, ¡No quiero dinero!, ¡No quiero nada material de ti! ─se volvió histérico─. ¡Tú eres el que no tiene orejas. NO ESCUCHAS!, ¡¿Por qué no se me permite esforzarme tan siquiera un poco?!, ¡¿Por qué no puedo ser igual de fuerte que tú?! ¡El hecho de que seas mi esposo no significa que solo tenga que recibir!, ¡Yo también quiero ofrecer! ─<<también quiero contribuir en esta casa, quiero proveer, quiero hacer feliz a mi compañero>>.
─¡Ah, no entiendo!, no quiero que te esfuerces más de lo que ya lo has hecho hasta ahora. No entiendo esta absurda necesidad... ¡¿Por qué sigues queriendo complicarte las cosas?!, ¡Soy tu esposo!, ¡Es muy sencillo. SOLO USA LA MALDITA TARJETA!
─¡ESA MALDITA TARJETA ES UNA MOLESTIA! ─caminó apresurado a un mueble de noche, abrió un cajón y arrojó la tarjeta negra al suelo─. ¡ES TAN INÚTIL! ─<<Ah, no>>, pero era el mismo cajón donde Yota guardaba sus anillos antes de ir a la cama, el anillo de compromiso se coló en la pelea y también salió disparado debajo de la cama. Pero no era hora de buscar anillos, Shinseki de nuevo empezó a llorar sin contenerse.
El león se sintió molesto, recordó la historia de ambos objetos:
El anillo iba a ser un regalo de cumpleaños, Kenta se había tomado el tiempo de medir el dedo del omega mientras este dormía, se había pasado toda una hora completa midiendo por la madrugada, y es que no quería cometer errores. Tanaka había pensado que ese desvelo había valido la pena, porque al final no fue solo un obsequio costoso, sino que Yota se terminó convirtiendo en su prometida.
En cuanto a la tarjeta, había recibido la invitación por parte del banco, se había negado a la oferta porque tan solo era una tonta tarjeta exclusiva sin ningún chiste e idéntica a todas las demás, pero en ese entonces, Yota se convirtió en su amante, y cambió de opinión, al final la regalo a su prometida para asegurarle que siempre le iba a proveer.
Quizás, más que molesto, le dolió que todo su esfuerzo y "ayuda" hubiera acabado en el suelo, como si se tratara de simples trapos viejos.
─Eso sí que dolió ─murmuró Kenta sonriendo con dolor.
─De todas maneras ─siguió la señora secándose las lágrimas─. He tomado la decisión de que iré a otra empresa ─el director abrió los ojos de par en par─. Le conté a Reiko que no deseaba depender más de ti, y él me ha ayudado un poco. Su esposo se comunicó con uno de sus hermanos, quien se comunicó con un amigo cercano, y dieron con alguien que tiene una pequeña empresa de publicidad. Iré allí desde la próxima semana ─esa fue la chispa que dio inicio al ardiente infierno─. Tiene muy pocos trabajadores pero también hay otras empresas alrededor, si todo va bien... ─el corazón del presidente de BBS se contrajo con fuerza, sintió dolor de cabeza, y su temperatura pareció aumentar en un instante.
─¿Quieres la ayuda de otros pero no la mía? ─era humillante ser remplazado por los Atwood─, ¿Permites que otros alfas te ayuden siempre y cuando no sea tu esposo? ─para el león la sensación fue similar a la de una traición─. Eres tan injusto conmigo, cariño ─<<esta mierda duele>>─. Solo intento ayudarte, pero, para ti, en lugar de ser un acto de apoyo es como si hubiera cometido el crimen del siglo. ¿Por qué no puedes aceptar mis buenas intenciones?, ¿Por qué al hacer todo esto parece que te hiero? ─quería llorar, de verdad se sentía lastimado. ¿Estaba bien siempre y cuando él no se involucrara?
─¡Quiero hacer esto contigo a mi lado. No quiero que tú dinero ocupe tu lugar! ─gritó─, ¡No quiero que tu dinero me apoye, quiero que mi amante...!, ¡Quiero que mi alfa me respalde! ─su respiración se volvió agitada, y demoró en recuperarse.
Ese pequeño detalle insignificante, escondido en lo profundo de un rincón, estaba atormentando al matrimonio, era pequeño pero poderoso. El dinero de una persona no hacia sustituto al apoyo incondicional de un amante.
Luego de otra breve pausa en silencio, fue el león quien comenzó, de nuevo, con la discusión.
─Abandonaste la universidad y... me... sentí... demasiado culpable ─suspiró─. Dijiste que si estudiabas ya no serías capaz de ver a los niños, y eso me volvió responsable de tu sueño.
─Kenta...
─No pude evitar pensar: Si no hubiéramos tenido a los niños... sin duda hubieras perseguido tu sueño ─cansado, recargó ambos codos en sus rodillas, sus manos tocaron su boca─. Es devastador ser la causa del sueño frustrado de tu esposa. Se siente miserable ser el motivo de la infelicidad de tu compañero de vida. Si no te conviertes en un chef... significa que no soy lo suficientemente bueno como para hacer que progreses, significa que a mi lado solo eres capaz de fracasar ─dejando los gritos atrás, y comportándose honestos, era como si una gran nube negra se hubiera extendido por arriba de todo el prado en llamas, extinguiendo el fuego. Estaban calmados, dispuestos a recibir con tristeza la lluvia fría que eliminaría las cenizas de la incertidumbre.
Yota, luego de sentirse aturdido, desnudo su sueño.
─Cuando era un niño, en la escuela inicial tendríamos una especie de taller de cocina ─de inmediato sonrió mirando un punto perdido en el suelo, como si fuera todavía un niño─, entonces mi madre confeccionó un hermoso mandil de tela cuadriculada para mí. Tan solo hice atún con verduras, pero no pude evitar sentirme como un gran cocinero. Cuando mis compañeros y las profesoras probaron mi mezcla no dejaron de decir que era lo mejor que habían probado en su vida, con ese tonto mandil puesto me hicieron sentir como si pudiera provocar sonrisas con tan solo preparar cosas deliciosas, entonces quería convertirme en un gran chef. Viajar por el mundo, asistir a competencias de cocina, preparar alimentos para distinguidos conglomerados, estar en televisión guiando a las amas de casa para sorprender a su familia... Todos esos sueños, como cualquier otro sueño, eran hermosos, pero la realidad es diferente. La vida es dura y duele ─rió─. Me di cuenta que los seres humanos queremos muchas cosas, sin embargo nunca queremos lo que necesitamos.
Luego del nacimiento de su cuarto hijo, Shinseki comenzó la universidad. Al principio había sido, sin duda, divertido, pero luego... luego se convirtió en algo decepcionante.
Eran muchos los estudiantes que querían pasar el rato con la señora Tanaka, pero eran también muchos los profesores quienes lo querían fuera de la carrera. No podías preguntar la razón sin que evitaran la interrogación, y no podías averiguarlo sin ser acusado de entrometido, pero, aún así, Yota sabía muy bien el porqué, era un omega recesivo, y eso, jamás iba a cambiar. La sociedad no iba a permitir semejante atrocidad.
La sociedad se iba a encargar de destrozarlo.
No tenía derecho a recibir ese tipo de educación.
De todas maneras todo eso no fue motivo suficiente para hacer que se diera por vencido. Luego de eso vino el inicio del segundo año, y con ello las emocionantes prácticas en equipo, todos eran amables y cooperativos, pero eran los chefs, autoproclamados: "profesores" quienes buscaban convertir a dos grandes amigos en enemigos culinarios. Gritaban y maldecían, si no lo hacías como ellos decían no eras digno de siquiera existir. No se permitía opinar, y ser creativo estaba estrictamente prohibido.
Ellos exigían más sal cuando se necesitaba más azúcar.
<<Yo quería hacer feliz a las personas, y ellos querían hacerse felices a sí mismos>>, eso pensaba Yota.
Sí, probablemente aquellos conglomerados a los que el omega buscaba ofrecer sus platillos serían los primeros en despreciarlo, serían los primeros en hablar blasfemias sobre él.
Shinseki, teniendo un poco más de experiencia de vida que sus compañeros mucho más jóvenes, pudo darse cuenta que los profesores limitaban demasiado a los nuevos talentos, detenían sus conocimientos y se aseguraban de marchitar su entusiasmo. Sí, tenía en cuenta que la cocina era un campo demasiado competitivo, pero ignoraba que los maestros en la cima estaban más acostumbrados a humillar que a dar buenas críticas constructivas, que la cocina estaba llena de traiciones y drama, era como un show de televisión donde hacer llorar al más débil era digno de alabanza. Yota no dudaba que todos esos aspirantes llenos de juventud y de esperanzas, terminarían por convertirse en grandes chefs que perderían toda expectativa en la vida.
Era una cadena de amargura que se formaba por costumbre, y nuestro omega no quería ser parte de ella.
Solo al acercarse al hermoso sueño, se dio cuenta que en verdad era espantoso y horrible.
La vida es así, las personas son así, lo verdaderamente importante es: que nunca te dejes envolver por la penumbra del mundo.
Yota abandonó la escuela a la mitad del segundo año.
─¿No lo necesitas? ─el omega asintió.
─Al estar de nuevo en un aula, siendo alegre con los compañeros, y siendo orientado por los profesores, me sentí ajeno a ese sueño. Ya tengo más de treinta y...
─Tu edad no es importante, no es un motivo que impid...
─Es por mi edad que me he dado cuenta que ese bello sueño fue el sueño de un Yota joven e inexperto ─sonrió─. Mi sueño ya está completo con mi familia a mi lado, y soy realmente feliz con eso ─se acercó a Tanaka y le tomó la mejilla con gentileza─. Por favor no vuelvas a decir que los niños me han frenado. Ellos jamás... Tampoco tú, han representado ser un obstáculo. Todos ustedes son mi sustento, solo me hacen dar pasos adelante ─se acercó al rostro del león y lo besó con dulzura─. Mi sueño comenzó cuando te conocí ─volvierón a besarse, esta vez con pasión, Shinseki subió encima de su marido, derritiéndose entre sus fuertes brazos, la mano de Tanaka tocó la cadera del omega, y la mano izquierda del recesivo se deslizo por el estómago del alfa. Sus lenguas comenzaron a juguetear, acariciando sus paladares y dientes.
La gran mano del presidente de BBS pasó por debajo de los pantalones del conejo, acarició un par de veces sobre la tela de la ropa interior hasta que por fin se atrevió a pasar a través de ella. Mientras tanto, el omega frotaba con los dedos el pene del extremo, sobando también, de vez en cuando, los testículos.
Kenta tocaba con lentitud los glúteos de su esposa, movía los dedos de arriba hacia abajo, frotando y generando calor, hasta que, por fin, su dedo corazón ingresó en el interior, estiro el recto un par de veces mientras sus rostros se alejaban el uno del otro, sus agitadas respiraciones se juntaron, y se detuvieron para mirarse a los ojos, ambas miradas estaban llenas de éxtasis, deseo y anhelo.
─¿Cómo terminamos así? ─preguntó el omega, pero no detuvo su mano ansiosa, pues su palma aún mantenía el agarre en la entrepierna del león.
─No lo sé ─no había que ponerle atención, ¿cierto?─, ¿A quién le importa? ─ingresó dos dedos más en el agujero, sus labios volvieron a tocarse, y Shinseki tampoco perdió la oportunidad, metió la mano dentro de la ropa interior de su amante y comenzó a masturbarlo con torpeza, no era fácil concentrarse cuando sentía un masaje placentero dentro de él.
Pronto la posición fue cambiada, el director se levantó y Yota fue recostado sobre el colchón, entonces retiró la mano de la entrepierna y con desesperación se aferró al gran cuerpo del extremo, sus brazos rodearon el cuello, apretándolo cada vez más cerca de su rostro.
─Kenta ─el hombre se alejó para retirar la ropa superior del omega hasta el cuello, entonces los labios presurosos se dirigieron a los pezones del recesivo─.Ah, cariño ─haciendo que este gimiera con fuerza. Tanaka movía la lengua en distintas direcciones, pero también succionaba la piel, dejándola rojiza y húmeda.
─Ha pasado un tiempo ─sonrió con picardía mientras se acordaba de su abstinencia─. No podía hacerlo con libertad porque estabas en la universidad ─era hora de agasajarse. Los encuentros anteriores habían sido breves por comportarse considerado─. Siempre estudiabas tanto ─y siguió mordisqueando la piel por todas partes. Su boca dejaba marcas en el cuello, en las clavículas, en el pecho, las orejas y las costillas, incluso dedico besos inocentes en el abdomen del omega, en su ombligo y caderas. El cuerpo de Shinseki se había vuelto mucho más hermoso, blanco y pequeño desde que había vuelto a dar a luz, así que el alfa quería volver a memorizar cada rincón. Retiró sus dedos y volvió a alejarse un poco para tirar de los pantalones de Yota, la vista era vergonzosa, atrevida e indecente. El trasero del recesivo estaba empapado en sus fluidos, y estos estaban especialmente resbaladizos, el alfa pronto movió la vista hasta sus propios dedos, el líquido cubriendo las puntas era claro y espeso, acercó el pulgar, masajeo y retiró, formándose un hilo transparente.
─Es tiempo de celo ─explicó el conejo mientras abría las piernas de par en par, ya estaba más que acostumbrado así que había perdido la vergüenza con el tiempo.
─Es fértil entonces ─rió. La humedad era abundante y desprendía un aroma bastante agradable.
─¿Otro?
─¿Por qué no? Nos gustan los niños ─Yota asintió.
─¿Otro niño?
─¿Qué quieres decir? ─se inclinó y dedicó besos a ambas piernas de la señora, dejando rastros de chupetones pequeños.
─Ah, cariño ─minutos después el león se deshizo de su única prenda puesta, dejando al descubierto su pene erecto.
─¿Quieres una niña? ─el recesivo se ruborizó pero no pudo evitar poner su mano en su agujero para extenderlo, invitando a su compañero.
─No es eso... Es solo que... Todos somos hombres y sería lindo que... ¡AH! ─el pene ingresó sin dificultades─, ah ─como si se hubiera acostumbrado al cuerpo del omega.
─Esta estrecho ─pero no era como si el esfuerzo requerido fuera menos.
El omega mordió sus labios, reteniendo los sonidos de placer. El alfa salió y entró de nuevo con fuerza pero con movimientos lentos. Era atemorizante pero todavía podía deleitarse, era por precaución, la entrada estaba todavía dilatándose , sería realmente malo si alguien saliera lastimado. Pero, de pronto, la carne comenzó a palpitar de manera anormal.
─Ah, cariño, más ─Shinseki conocía la sensación─. Más, más rápido ─sentía como su agujero se apretaba con fuerza, no queriendo soltar el pene en el interior, no podía controlarlo. El presidente de BBS sonrío satisfecho, y mientras sostenía las manos de su esposa comenzó a penetrar de manera más rápida y brusca.
Los amantes volvieron a besarse, la saliva se hizo una sola en sus bocas, sus latidos se sincronizaron y Yota sintió la temperatura de su cuerpo arder.
─¿Cariño? ─las manos del omega se soltaron del agarre y se aferraron a la espalda del alfa, sus piernas, a los costados, se alzaron, rodeando las caderas de Kenta─, ¿Yota? ─movía sus caderas enérgicamente, pidiendo más.
─Ah, ponlo más ─las feromonas aumentaron su densidad, eran demasiado fragantes─. Más adentro, dentro ─los gemidos eran de súplica, así que Kenta cambio de posición, esta vez él se recostó sobre la cama y permitió que su amante subiera sobre él.
Los ojos de Yota estaban centrados solo en Tanaka, sonreía mientras acaricia el abdomen.
─¿Estás en celo, cierto, cariño? ─su pregunta fue ignorada.
─Ah, Kenta, más ─el conejo empezó a moverse el mismo, mientras el saltaba su esposo embestía. Por fin había sucedido, el sueño frustrado de Tanaka: Solos, encerrados en una habitación, con su esposa en celo─. Ah, cariño, te quiero ─estaba todavía consiente, se notaba por el rubor presente en sus mejillas, pero era obvio que no controlaba lo que salía de su boca─. Te amo, hagamos niñas. Muchas... niñas ─el director sonrió y rió.
─Tantas como quieras.

+.+

Noah tocó la puerta una vez más.
─¿Presidente? ─y volvió a tocar la puerta─, ¿Señora? ─solo podía escuchar los gemidos y ruidos a los que ya estaba más que acostumbrado─. Buenos días, el desayuno ya está listo ─no hubo respuesta. Era difícil comprender siendo beta, pero Noah no era cualquier beta─. Momo ─llamó a una empleada que merodeaba cerca─. ¿Puedes llamar al señor Hatoyama y decirle que el presidente tampoco irá a trabajar por hoy? ─la mujer ahogo un grito y preguntó:
─¿Aún no salen?
─Supongo que era de esperarse ─razonó el viejo mayordomo sobándose la barbilla─. El celo de la señora estaba cerca.
─Ya veo, siendo de ese modo... ¿Habrá un nuevo joven amo que cuidar? ─festejó alegre.
─Han sido tres días sin dormir, ni comer ─murmuró Noah preocupado─. Tan solo encerrados en esa habitación... No sería una sorpresa que sea más de uno ─la trabajadora saltó, amaba a los jóvenes amo Tanaka─. Luego de informar al secretario mantente alerta, si la puerta se abre no preguntes y solo lleva comida a la habitación.
─¡Sí!

+.+

El auto ambulante de Yota era todo un éxito en la nueva empresa, e inesperadamente parecía que había aún más clientes que en BBS. Las largas filas agotaban hasta la última brocha de carne, pero la razón no era una incógnita, y tampoco podía quejarse con la nueva estrategia de Tanaka.
─¿Sonríe o se enoja, señora? ─preguntaba Tarō con una sonrisa.
─De todas maneras, me gustaría saber qué es lo que están haciendo aquí ─preguntó amablemente y metiéndose a la boca un poco de helado que su alfa había comprado para él.
─Solo estamos tomando nuestra hora del almuerzo, señora ─rió─. Como todos los demás ─tomó su propio plato de comida─. Si me permite, debo ir con el presidente, pronto se acabara la hora del descanso ─y se alejó corriendo tranquilamente hasta donde estaba su empleador.
El conejo negó con la cabeza, ese alfa atractivo, su esposo, había viajado desde el otro lado de la ciudad tan solo para comer las delicias que preparaba Shinseki, trayendo consigo no solo a su propio escuadrón de guardaespaldas, sino también a unos pocos empleados de BBS, lo cual, por supuesto que llamaba demasiado la atención, los trabajadores de las compañías de los alrededores tenían una curiosidad insaciable, y deseaban apreciar, aunque sea de lejos, y protegido por sus gorilas, al único alfa extremo del que se tenía registro, quizás se sentían afortunados por respirar el mismo aire que él. La multitud exigía más alimento a pesar de haber saciado su hambre, a veces, ofrecían más dinero a cambio de obtener el ultimo bocadillo, y luego se demoraban un tiempo exagerado en degustarlos mientras no disimulaban su admiración hacia el gran león, Yota sabía que todo era a propósito, las personas constantemente se sentían satisfechas con tan solo admirarlo, era una sensación que compartían.
De cierta manera, Kenta se había salido con la suya, pero el omega sabía que: <<No puedo culparlo por esto>>, era inevitable, Kenta solo existía y la gente lo seguía.
Pero eso no era todo, los medios, quienes siempre seguían de cerca las vidas ajenas, se encontraban metiendo sus narices donde ni siquiera habían sido nombrados.
─Ah, señora Tanaka, esto es realmente delicioso ─un periodista, ahora mismo estaba disfrutando de su ultimo bocado─. Delicioso, delicioso ─era de esperarse que los próximos artículos en televisión se tratara de los Tanaka. Yota ya podía imaginar el encabezado:
<<"La señora Tanaka, esposa del reconocido presidente de BBS, vende aperitivos callejeros a plena luz del día, ¿Será que la familia esta pasando por una mala racha?, ¿POBREZA O HUMILDAD?", Algo como eso>>, pensaba.
Sonrió y soltó una risita.
─Señora Tanaka, ¿Podría escribir un artículo escribiendo sobre su comida? ─entonces Yota volvió a reír─. ¿Señora? ─no quería imaginar que desastre se formaría el viernes, y es que: <<Kenta ha prometido sentarse conmigo dentro de este viejo auto>>. Luego de la pequeña charla las cosas habían cambiado, ahora Tanaka no había ofrecido su efectivo, si no que ahora se proponía a si mismo: Un alfa extremo vendiendo comida callejera. Sin duda, <<las mujeres se volverán locas>>, y volvió a reír.
─Claro ─asintió─. Para las fotografías, ¿Por qué no vienes el viernes?
─¿Disculpe?
─Necesitaras fotografías para el artículo, ¿No es así? Ven de nuevo el viernes ─el periodista, sonrojado por la amabilidad y encanto de la señora, asintió con energía.
─¡Sí, sí, sí! ─Yota y Kenta hicieron contacto visual a distancia, el alfa movió el dedo, señalando el auto, como diciendo que se estaba yendo, el omega levantó la mano y la movió de un lado a otro, <<Adiós>>─. Ah, señora, si no es mucha indiscreción, ¿puedo hacerle una pregunta? ─Shinseki puso los ojos en blanco, ahí iban de nuevo─, ¿Es cierto que esta embarazado de nuevo este año? ─los periodistas sí que eran molestos.

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