─Mis manos estaban llenas de harina. El sudor goteando de mi frente reflejaba mi trabajo duro. Creo que estaba sonrojado por el calor del horno y... recuerdo que me dolían los brazos. "¡¿De nuevo estás pidiendo permiso para irte?!", la ruda voz del chef me hizo regresar a la realidad. "No tienes el permiso. Ya son tres días de ausencia. En compensación irás a mi cocina el fin de semana, ¡Que eso sirva de lección!", ordenó furioso. Trabajar en un restaurante como el del chef Sasaki representaría toda una oportunidad para nosotros, pero nadie quería trabajar bajo su mando, por eso no era algo bueno... Y él lo sabía... Se trata a sí mismo como un castigo. "¡¿Crees que me interesan tus problemas de salud?!, ¡¿Por qué crees que en la cocina solo hay dominantes?! Porque es problemático lidiar con los omegas recesivos". Esa frase me hizo agachar la cabeza ─sonrió melancólico─. Sé que gané el respeto de todos en la universidad porque tengo a Kenta, tengo su marca y he dado a luz a sus hijos. Soy su esposa protegida. Pero también sé que sin eso... Ese chico podría haber sido yo ─como siempre Ichiro escuchaba sin decir palabra alguna─. "¡Es que no puedo creer que no has solucionado tu problema!" ─continúo con su relato─. Mis compañeros de clase se limitaban a ser estudiantes que siempre habían llevado una vida acomodada y privilegiada, tal vez por eso... fue que ni siquiera escondieron sus risas de gozo ─hizo una pausa─. Siendo honestos, ¿Usted considera que eso fue humillación?
─¿Un omega que tiene problemas con su cuerpo siendo reprendido por un chef "profesional" en público? ─y se contestó a si mismo con sarcasmo─. No, ¿Cómo podría ser? ─Yota asintió con una voz divertida.
─Supongo que es así ─rió─. Pero cuando todos vimos que sería el final de la escena: "¡No es culpa suya!", el joven amo Yamagawa lo defendió con valentía.
─¿El joven amo Yamagawa?, ¿Te refieres al hijo del chef que tiene su programa de cocina en televisión al medio día? ─el omega asintió.
─No solía hablar mucho en clase, pero dijo: "¡Usted es un omega, ¿Acaso no puede comprender mejor la situación?!", a oídos de todos fue como si hubiera pedido ser castigado en lugar del becario. Sasaki levantó la cabeza, como un depredador en busca de su presa, y preguntó: "¡¿Quién ha dicho eso?!", Yamagawa sabía muy bien que ese chef no era nada más que una persona ordinaria, así que salió de su estación y dio un paso al frente: "¡He sido yo, chef!", incluso hasta yo contuve el aliento. Cuando el profesor caminó presuroso hasta donde estaba el joven amo y se paró delante, le gritó tan cerca del rostro que pude ver como algo de su saliva cayó en el rostro del joven valiente. "¡¿Te atreves a cuestionar mis palabras?!", y ni siquiera espero respuesta, "¡¿Quién mierda te crees para interferir en mis prácticas de enseñanza?!", eso dijo... Pensé: ¿Enseñanza?, humillar a alguien es... ¿Enseñar?, Luego le pareció buena idea hacerlo sentir culpable recordándole a sus padres: "¡¿Qué diría tu padre sobre este comportamiento?!" ─volvió a hacer una pausa, y el viejo se tomó la oportunidad para agregar:
─El chef Yamagawa... Le dedicaron un capitulo en el programa de chismes de la tarde ─recordó─. Vi el capítulo entero el otro día. Dijeron que, cuando era joven se enlazó, por accidente, con un joven omega durante su RUT. Se dice de su esposa que es un omega masculino recesivo, y que no es para nada agraciado ─rió─, que fue sacado de las calles cuando era un adicto... Y otros chismes dicen... que era una prostituta ─luego su tos se coló entre sus carcajadas─. Pero, ¿A quién demonios le importan ese tipo de cosas? Solo son... palabras de gente que no saben qué hacer con sus lenguas, ¿No es así? ─Shinseki asintió─, ¡Vamos! ─lo alentó─, continúa, ¿Qué sucedió después de eso?
─El joven amo Yamagawa... ─Yota se sonrojo, e Ichiro dejó salir unas risitas traviesas.
─Ju, ju, ju, ju ─negó con la cabeza. <<Sí Kenta viera tu expresión de ahora, se pondría muy celoso>>. El omega se sonrojo aún más, pero continúo con su historia como si nada sucediese.
─Respondió: "¡Mi padre estaría muy orgullo de mí!". Nadie esperaba esa respuesta, supongo que todos habíamos asumido que él se tiraría al suelo a rogar que lo perdonaran, pero no solo hizo todo lo contrario, sino que: "¡Mi madre también es un omega que se encuentra, desgraciadamente, con problemas de salud!", explicó un poco deprimido. Pero fue un error decir aquello porque esa fue la oportunidad que el chef esperaba para atacar el punto débil de Yamagawa. Sasaki arrugó la frente, y con la mirada, amenazó al alfa. "¡Eres tan solo un estudiante. Tienes diez segundos para disculparte y volver a tomar el cuchillo que está sobre la mesa!", deje de respirar, y conté los segundos en mi cabeza. Uno. "No entiendes lo que sucede", dos. "Quizás la fama de tu padre te ha dado aires de grandeza", tres, cuatro. "Pero no lo olvides: no eres nada más que el hijo de un omega recesivo", cinco, seis. "Me decepcionas, pero ¿Qué puedo esperar de un alfa que se enorgullece de su madre enferma?", siete, ocho, nueve. "¡Fuera de mi clase!", diez ─suspiró─. El maestro luego arrugó la nariz, como si de pronto pudiera sentir un aroma pestilente proveniente de Yamagawa. Eso...
─¿Participaste del espectáculo? ─se impresionó, y es que la cabeza del recesivo estaba en lo alto, mostrando una expresión amarga, muy contrario al ayudante de cocina que siempre había tenido la vista hacia el suelo.
Pero claro que el Yota en frente suyo, ya no era el mismo.
─Estaba hablando de mi género como si se tratara de una plaga ─<<pasaron muchas cosas por mi cabeza>>─. No pude evitar imaginar... Era como si se estuviera dirigiendo a alguno de mis hijos, me hice una sola pregunta: ¿Qué haría yo si una persona ignorante denigrara a mis hijos porque yo soy un omega recesivo?, así que... siendo el mayor de la clase, si alguien debía de interferir para defenderlo, ese sería yo. "¡Usted es el que más decepciona!", me limpié las manos con el mandil en mi cintura, salí de mi estación, y le planté cara al solitario chef Sasaki. "¡Es a usted a quien se le ha subido la fama a la cabeza!, ¡El joven amo Yamagawa tiene razón, TAMBIÉN ES OMEGA, si alguien tiene que entendernos, ¿Por qué no usted?!, ¡Yo también soy un recesivo, y estoy orgulloso de mis hijos!", y mientras sonreía a Yamagawa, me di cuenta que la cara enfadada del chef era divertida, me sentí alegre de haberlo encarado, de haber... intervenido en algo tan tonto. Quise reírme pero... Pero luego me di cuenta tarde de lo que había hecho. Todas las miradas estaban sobre mí, quería vomitar. La presión me volvió cobarde, y él lo notó: "¡TANAKA!", gritó el apellido de mi esposo más fuerte de lo que alguna vez lo he llegado a escuchar. "¡¿Te unes a la conversación?!", Fue culpa mía, no me di cuenta... No era por el chico faltando los tres días a clase, lo que él quería era tener la oportunidad de atacarme. Caí en su trampa y, di un paso atrás.
─Que astuto ─se impresionó el viejo.
─Comenzó a insultarme, se rió de mí. Me recordó la buena suerte que tenía como para permitirme pagar por educación. Me mandó a callar y me amenazó con no dejarme marchar a casa esa noche. La cosa ya estaba hecha así que, volví a dar un paso al frente, le susurré al oído que podía ver y oler su miedo, que podía saber que él estaba a punto de romperse, y que era mejor que se detuviera antes de que se hiriera ─<<pero él ya estaba roto>>─. Él siguió insistiendo en que mi lenguaje era desvergonzado y descortés. Y yo dije muchas cosas que dieron en el blanco porque, por un momento, vi que sus ojos suplicaban llorar, pero claro que no lo hizo... Supuse que estaba acostumbrado a suprimir ese tipo de cosas... Y, después de que me dijera que sería reprendido con severidad... Memoricé las palabras que murmuró en mi oreja: "Tienes razón, tengo miedo, y estoy ahogándome... He sacrificado muchas cosas y he pasado por las peores de las atrocidades... Pero esas situaciones pasan tan a menudo que, ya ni siquiera me importan. ¿Un consejo? Si quieres continuar en esta cocina: aguanta, olvida a tu familia, y deja de interesarte por los problemas ajenos". Su voz comenzó a temblar: "La soledad será tu única compañera. De ahora en adelante... Desde siempre, he estado solo. Siempre estoy solo. Todos estamos solos". Comprendí una cosa entonces, tal vez no se debía a mi género... Tal vez quería desquitarse conmigo por algo que yo poseía y que él no tenía: una familia. Me insultó un par de veces más y me dio un gran golpe de realidad: "¿No lo has escuchado? Siempre hay algo que sacrificar, vender o cambiar para obtener lo que quieres. Ni siquiera tendrás tiempo para enorgullecerte de tus hijos porque, ¿sabes que es lo que pasara cuando te conviertas en un gran chef?, lo he visto y lo admito, tienes talento, y conseguirás los mejores empleos. Cocinaras, ¿Y sabes que pasará después? Volverás a cocinar, y al día siguiente: volverás a cocinar, y volverás a cocinar, y volverás a cocinar. Te levantaras y en lugar de ver crecer a tus hijos, alistaras un cuchillo y rebanaras vegetales mientras luces una dulce sonrisa en televisión. Y lo sé muy bien, muchacho, porque alguna vez, yo fui como tú" ─y luego de una enorme pausa en completo silencio, concluyó─ : Fui ingenuo. Estaba soñando demasiado ─Ichiro quiso intervenir pero no pudo hacerlo, el conejo estaba inmerso en su anécdota─. ¿Era como la versión actual del dicho: "Como me ves, te verás"?, por supuesto que soy una persona diferente, pasamos por cosas diferentes, y tal vez nunca hubiera llegado a ser como Sasaki, pero... La vida está llena de mierda, es un hecho, y esa mierda es la propia sociedad... Y ellos son quienes te convierte en alguien como él, ¿No es así? Eres empujado, y obligado a convertirte en mierda ─el recesivo estaba pensando con profundidad─. Estamos tan llenos de estereotipos que al final, lo único que queda es perder tu camino en el campo natural para seguir uno de concreto y artificial... Ah ─suspiró─. Comenzaba a amenazarme de nuevo ─siguió la narración─, cuando me quité la cofia de la cabeza y la apreté con fuerza entre mis manos, pegadas a mi estómago. Él se calló al instante, y ni siquiera yo sabía lo que hacía hasta que lo dije: "Gracias por todo, pero no quiero ser como usted". Y... y... eso fue todo ─luego de cinco segundos, parpadeo un par de veces y salió de sus recuerdos. Rió, por fin quitándole importancia y acomodando las pocas pertenencias de Ichiro en una pequeña valija.
─¿Te fuiste? ─Shinseki se encogió de hombros y el viejo empezó a reír sin control.
─Mi corazón lo dijo y... eso fue lo que hice ─ahora era una charla divertida, pero en ese mismo instante no se trató de nada más que ansiedad e inseguridad─. Ja, ja, lamento que Kenta no pudiera venir a recogerlo del hospital. Es lunes y está constantemente ocupado.
─Pero, ¿Por qué te rendiste tan rápido? ─siguió insistiendo─, ¿Dos años en la escuela no es muy poco tiempo para...?
─No la deje porque supiera que no lo iba a superar. Y tampoco porque creyera que descuidaría a mis hijos... Sé que habría podido con todo eso ─lo interrumpió con una voz muy seria─, y con más. Pero, hay cosas que se logran y cosas que no... Así es la vida. No sigas el camino de concreto, no seas una mierda... ¿No?
─Por supuesto ─coincidió el viejo, y se calló luego de eso, parecía como si Yota comenzaría a enfadarse por no olvidar ya el tema.
─Entonces, ¡Bien! ─sonrió la señora─. Los niños también estarán en la escuela ─cambió de tema.
─Sora está entrando a la escuela inicial este año, ¿Eh?
─Ren es menor tan solo por un año, quizás se ponga triste, su compañero de juegos se ira pronto ─sonrió, y es que Sora y Ren eran realmente unidos, planeaban travesuras juntos.
─¿No es Kei lo suficientemente grande como para hacerle compañía? ─preguntó el viejo Tanaka mientras permanecía sentado al borde de la camilla.
─La última vez que jugaron juntos, Kei terminó con una raspadura en la barbilla ─contó todavía sorprendido─. Parecía que era grave por la cantidad de sangre que salía, pero al final no fue nada. La herida ya sanó y ni siquiera hay cicatriz ─Ichiro soltó un chiflido de advertencia.
─Cuando son jóvenes están llenos de energía ─rió.
─Sí, sí lo están ─luego, y mientras Yota abotonaba el cárdigan del viejo, este último le prestó atención al vientre del conejo, sus ropas holgadas buscaban ocultar lo que era obvio.
─Lo rumores eran ciertos ─era apenas perceptible pero el estómago de la señora estaba, una vez más, abultado.
─Ah ─rió─. Se supone que sería un secreto.
─¿Secreto?
─Kenta dijo que quería decirle juntos.
─Bueno, cuando lleguemos a casa, ayudame a fingir que es la primera vez que escucho sobre el tema ─Shinseki asintió.
─Claro ─y cuando sus risas se extinguieron, se quedaron escuchando las noticias en la televisión:
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NAVEGANTE DE LAS ESTRELLAS
RomanceTanaka Kenta es un alfa extremadamente dominante, ha heredado la empresa de su padre recientemente y lo ha hecho de maravilla. Es un hombre con las virtudes de un ángel y el aspecto de un rey, y nunca se ha enamorado. Durante una visita al hospital...