CAPITULO XXXV. UN REMEDIO CASERO PARA ALIVIAR EL MAL HUMOR

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Shiraishi había estado usando mucho el internet.
─Así que le gusta el té ─se dijo mientras bajada dentro de la página. Internet tenía información relevante, pero también, un poco extraña─. Es mi fuerte ─se felicitaba.
Eso había estado haciendo durante los últimos días, visitar infinidad de información sobre Hatoyama Tarō, por supuesto que se habían aclarado varios mal entendidos, mencionando uno en especial en donde se acentuaba que ese hermoso omega estaba completamente soltero y sin compromisos. Ese dominante actuaba serio, difícil y disciplinado, pero por dentro, muy al fondo, era un sexy hombre capaz de sonreír de la manera más extraordinaria posible, y eso, a Raiden, lo volvía loco.
Este segundo encuentro se arregló en el templo del cual Shiraishi era el encargado. Así que al faltar cinco minutos para la cita, salió para recibir al omega. Al mismo tiempo recordó que el tipo que lo tenía en espera se había negado a ser recogido o acompañado, afirmando que el mismo podía llegar al lugar que fuera, así que definitivamente hubo una pequeña discusión de mensajes, <<En lugar de parecer como una futura pareja, parecemos amigos lejanos>>, pensó el alfa recesivo. Al final las cosas salieron a como el secretario las ordenaba.
Estaba de pie en la entrada del templo, cuando vió que un auto negro reluciente se estacionó, de ahí solo salió el hermoso omega dominante vistiendo un traje verde pastel, sus ojos tenían un brillo suave, podías perderte en ese azul cielo hermoso, y su cabellera rubia estaba peinada de otra manera, era más casual pero lo hacía verse más atractivo.
─Por un momento pensé que no llegarías ─dijo el encargado del templo, ese fue un muy mal comienzo.
─Buenos días ─saludó─. Lamento la tardanza, mi auto se descompuso y tuve que pedir prestado uno de los de mi jefe ─miró su reloj, <<un minuto y cuarenta segundos de retraso>>, pensó─. Y, no suelo romper mis promesas así que, aquí me tienes ─habló con molestia pero con una sonrisa fingida.
─¿Por qué no vamos adentro? Esta por llover ─el cielo lucía azul y tranquilo, <<¿Qué va a llover?>>, Tarō frunció el ceño, se encogió de hombros, <<Por supuesto que si>>, y comenzó a seguir al hombre.
Los arbustos, árboles y flores eran verdes y estaban muy bien cuidados, parecía como si pudiera ser el jardín de algún lugar mágico, incluso hasta había un jardinero regando el césped.
─Es un lugar hermoso ─soltó cuando vió una pequeña área de flores amarillas.
─El Dios de este templo es el Dios de la lujuria. Es adorado principalmente por prostitutas ─el secretario tragó saliva.
─Ah ─y eso fue todo.

+.+

─¿Está bien estar aquí?
─Está bien, está bien ─se encogió de hombros con una simpática sonrisa─. Esta es una pequeña sección que está dentro de los terrenos pero que ya no es parte del templo... Es más como mi sitio de hospedaje. Es mi recompensa por ayudar de vez en cuando.
─¿Quieres decir que vives aquí?
─Si no me dan un sueldo no tengo en donde vivir, ni que comer ─suspiró─. Los monjes me agradecen dejándome vivir aquí.
─Ya veo ─pero incluso si decía eso, todo en el lugar era como un templo, no dejaba de ser hermoso pero incluso el tatami debajo de sus pies le daba la ilusión de estar dentro de alguna película histórica, además... La estatua frente a él tenía seis manos, una piel dorado brillante, y estaba desnuda... ¿O desnudo?
─Es grosero mirar al Dios de esa forma ─dijo Shiraishi mientras terminaba de preparar el té. El secretario no dijo nada, era la primera vez que veía algo así─. Tiene los genitales de un hombre pero los senos de una mujer, es en representación de que la lujuria está en los seres humanos sin importar el género.
─¿Qué son las... las cosas que tiene en sus manos?
─Fuego: representa la calidez y pasión. La flor de magnolia: pureza, fidelidad y belleza. El dragón que se muerde la cola: se refiere a los ciclos que deben repetirse, visto también como un fenómeno infinito. La luna y la tierra: fertilidad.
─¿Y el del centro?
─El corazón: conexión espiritual ─a primera impresión sí que el Dios podía resultar altamente sexual, pero, el significado de su ser era bastante... <<Hermoso>>, pensó el omega.
Se alejó de la figura y le prestó especial atención a su cita.
─¿Sabes hacer algo así? ─se dió cuenta que se trataba de su bebida favorita, así que obviamente estaba intrigado e interesado.
─Es un conjunto de hierbas que he cultivado yo mismo. Es un té relajante ─informó─. Mi madre solía decir que es una bebida milagrosa que se bebe caliente pero que refresca el alma.
─¿Sí? ─esas palabras sonaron espléndidas en sus oídos.
─¿Quieres probarlo? ─el hombre guapo dudo, pero al final cedió a la tentación, asintió con la cabeza mientras empezaban a brillarle los ojos─, ¿Por qué no te pruebas una yukata? ─<<Es muy lindo>>, se dijo el alfa, de pronto quería jugar con su presa─, este es un templo, hay que vestirse adecuadamente.
─No traje algo así conmigo ─el hermoso ángel se preocupó, era un amante de lo correcto, una cosa tan insignificante como no vestirse de acuerdo al lugar lo ponía ridículamente preocupado.
─Tengo un par en la parte de atrás ─sugirió como con casualidad─. Soy un poco más alto pero seguro que te quedara.
─Ahora vuelvo ─no lo dudo, y ni siquiera se le paso por la cabeza que estaba siendo engañado.
El té estaba siendo servido y el omega dominante estaba tratando de...
─No sé cómo ponerla correctamente ─dijo aún detrás de la puerta.
─Sal, te ayudaré ─se ofreció el encargado cuando acomodó la tetera.
Cuando Hatoyama salió tenía la prenda muy mal puesta.
─Es una yukata muy bonita ─y es que los dragones que estaban bordados con un hermoso hilo dorado y blanco en la tela negra eran impresionantes. De pronto se acordó de la madre de su empleador─. Conocí a alguien a quien... le hubiera gustado ver este diseño ─Shiraishi se quedó inmóvil mientras veía a la persona frente a él actuar torpe con la vestimenta (no a propósito), era la primera vez que el dominante se ponía una de esas cosas, Raiden lo supo porque nadie en su sano juicio saldría exhibiendo absolutamente todo el pecho. El falso beta tragó saliva─. ¿El té está listo?
─Ese es un... kimono ─susurró.
El amante del té estaba muy emocionado, dejó de prestarle atención a su apariencia y corrió hacia la tabla de madera en el suelo que tenía la bebida capaz de refrescar almas.
─Oh, son tazas muy finas ─se enamoró del juego de té de porcelana, observó cada detalle con atención antes de darle un sorbo al agua verdosa. Cuando el líquido toco sus labios, sus ojos brillaron, su lengua sintió un toque simple pero dulce al mismo tiempo, y un escalofrío cómodo le recorrió el cuello─. Magnífico ─sonrió.
El alfa recesivo no podía creer lo que estaba viendo, aquel tipo que actuaba como un gato roñoso ante todo, y todos, tenía un lado lindo (siempre y cuando se tratara sobre té). Su piel blanca parecía lisa, dulce y sexy, tanto así que los pensamientos comenzaron a surgir. <<Sus pezones son rosas, pequeños y eróticos>>.
Tarō se volteo de pronto y con brusquedad en dirección al pecaminoso encargado del templo. Se volvió serio, se confundió, pero con el paso del tiempo su ceño fruncido demostraba un claro enfado, ¿Acaso había leído los pensamientos de Raiden?
─Eres un alfa ─sentencio.
<<¿Qué?>>
Los omegas dominantes son capaces de controlar su deseo sexual durante toda su vida, es decir, si ellos lo desean, podrían permaneces vírgenes por muchos años y su cuerpo no se los reprocharía. También cuentan con un olfato altamente sensible, pueden diferenciar entre el aroma de un alfa y un omega, y cada feromona tendría una fragancia completamente distinta. Sin mencionar que no suelen usar inhibidores ya que pueden reprimir su ciclo de celo sin que haya un mínimo rastro, casi como un beta. En pocas palabras, son criaturas extraordinariamente complejas.
─¿Eh?
─Has desprendido feromonas, lo pude sentir ─el secretario se puso de pie y miró al mentiroso con furia─. Dijiste que eras un beta pero no eres más que un mentiroso. Me voy de aquí ─el hombre se encaminaba de prisa a cambiarse de ropa pero unas manos rápidas lo tomaron con fuerza por la cintura─, ayuda, espera, no, ¡suéltame! ─la fuerza del alfa era impresionante─, ¡Espera, mierda, suéltame! ─le reclamaba mientras estaba inmovilizado.
─¿También tienes una boca sucia? ─el lobo tenía a su presa. <<Has venido a mi trampa, ahora eres mío>>─. Pensé que no decías malas palabras.
─¡Ayuda! ─su segundo grito de auxilio fue silenciado por la fuerza de los labios del alfa, su lengua lamia los labios de Hatoyama de manera lenta y lasciva, y el omega no pudo evitar separar los labios, había dejado de pensar con claridad, dejó de poner resistencia, sus piernas comenzaron a debilitarse entre más duraba el beso, así que Shiraishi se aseguraba de sostenerlo de la cintura, al mismo tiempo en el que presionaba su pierna contra los genitales del secretario, entonces la humedad se escapó de su boca, la saliva comenzó a deslizarse hacia afuera y entonces Tarō sintió como su cuerpo se calentaba.
Una vez sus lenguas se separaron, el rubio energético comenzó a besar el cuello del ángel con locura. El dominante no pudo dejar de pensar: <<Sin duda estamos en el templo del Dios de la lujuria>>.

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