CAPITULO XXXVIII. PASTEL DE ABEJAS

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Los invitados se movían de un lado a otro, pues algunos recorrían las mesas del enorme bufet, otros movían el cuerpo en la pista de baile, y los demás se saludaban unos a otros

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Los invitados se movían de un lado a otro, pues algunos recorrían las mesas del enorme bufet, otros movían el cuerpo en la pista de baile, y los demás se saludaban unos a otros. Después de todo, había que festejar que los novios habían dado el: "sí, acepto" en la puerta de una hermosa iglesia.
Las flores blancas, las luces brillantes y el enorme pastel se quedaban insignificantes a lado de Yota, quien con un traje negro resplandeciente lucia especialmente hermoso. El novio, por otro lado, lucia exactamente el mismo diseño de traje, pero no tenía puesto el saco, quería lucir el bordado floral del chaleco, el hilo dorado hacia destacar más su atractivo.
Eustace estaba usando un traje azul, pues combinaba a la perfección con el broche que su padre le había obsequiado. Y por último, Sora estaba durmiendo en los brazos de su madre a pesar del ruido, pero tenía puesto un pequeño short que estaba sujetado con tirantes, y una diminuta camisa blanca, al mismo tiempo en el que en su pecho descansaba un broche de oro que tenía forma de bufón.
─Bombón... ¿No es eso demasiado? ─Hatoyama era uno de los invitados especiales. Estaba llenando una bandeja de comida sin preocuparse en la cantidad.
─¿Qué fue lo que dijiste? ─últimamente había estado teniendo un temperamento muy sensible, por lo que de inmediato frunció el ceño cuando su actual pareja quiso detenerlo.
─No, no... es que... ¿No es demasiada azúcar? ─entonces Shiraishi trataba de rezar silenciosamente para no volverse una víctima.
─¿Por qué?, ¿Temes que me vuelva obeso? ─preguntó de manera brusca.
─No, no es nada de eso, es solo que...
─¿Qué?
─No ha pasado mucho tiempo desde que enfermaste, puedes volver a sentirte deprimido.
─Solo fueron un par de horas, no fue la gran cosa ─espetó para luego poner en su bandeja tres pastelillos más─. Ya me siento mucho mejor, no volverá a pasar.
─Sí, yo entiendo, pero...
─Escucha, Raiden ─lo amenazó el dominante apuntándolo con una galleta ─, yo meteré la comida a mi boca, la disfrutaré y la digeriré, ¿Esta claro?, y tú, te quedarás callado, ¿Bien? ─habló molesto.
─Pero, bombón... ─volvió a insistir en cuanto el secretario había quedado satisfecho con su bandeja y se dirigía a su mesa a degustar de las delicias.
─¡Tanaka! ─pero también se habían colado invitados indeseables─, no me llegó la invitación ─John Atwood había dejado su isla, parecía no importarle nada más.
─John ─el gran alfa saludo al diablo con un breve abrazo y saludo de manos. Se preguntaba como su equipo de seguridad había dejado pasar a semejante serpiente venenosa─. La envié, seguramente se habrá perdido en el correo ─mintió.
─Sí, seguramente fue eso ─sonrió─, ¿Y la novia? ─el tipo echó una mirada a sus alrededores, hasta que notó a un hombre a un costado del pastel de los novios con un niño en los brazos.
─Ven conmigo ─Kenta guió a John hasta su esposa, y en el camino también tomó a Eustace de la mano. Cuando toda la familia estuvo reunida, el presidente volvió a hablar─. Mi esposa, Yota ─el omega sonrió─, cariño, John Atwood ─los presentó.
─Es un placer conocer a un omega tan hermoso ─y le pidió la mano para besarlo, Shinseki no se negó.
─Gracias ─el recesivo sabía muy bien de ese hombre pelirrojo, el apellido de su familia era bien conocido en todo Japón.
─Eustace es mi hijo mayor. Sora, es todavía un bebé ─seguió Tanaka.
─Oh, vaya, así que este es el hijo oculto de Tanaka. Se nota que será un gran alfa ─el adolescente asintió.
─Por supuesto ─y para evitar incomodidades─: Eustace, hijo, ¿Podrías traer la pañalera de tu hermano? ─luego de que su padre le giñara un ojo, el beta volvió a asentir y se alejó para dejar a los adultos solos.
─¿Qué pasa?, ¿Ya sé ha acabado la leche? ─preguntó de forma diabólica mirando descaradamente el pecho de Yota. Nadie supo que contestar. Hasta el director de BBS estaba comenzando a enfadarse por la forma en la que ese hombre estaba mirando a su esposa.
El omega notó la sonrisa de superioridad de John, era claro que la serpiente solo quería divertirse.
─Si, así es ─tomó la mano de su esposo y la puso alrededor de sus caderas. Yota estaba decidido a seguirle el juego─. Pero no debe preocuparse, mi esposo me embarazará tantas veces que luego será difícil frenarlo.
Atwood se quedó estupefacto por un momento, y luego, para ocultar su expresión, soltó un bufido, aparentando que no era la gran cosa.
─¿Será así? ─aún quería ganar la guerra de palabras.
─¿Qúe tal si vamos a tu isla para nuestra luna de miel? ─pregunto el alfa extremo recuperando su ánimo─, podrás decir que un bebé fue procreado en tu club ─se bruló.
─Estaré esperándolo ─entonces el demonio tragó saliva y se quedó callado.
─Está bien ─sonrió el presidente─. Debemos saludar a los demás invitados ─miró la mano del diablo, tenía una linda bolsa con un moño negro─. Si es para nosotros, puedes dejarlo en la mesa de a un costado del pastel ─empezaban a alejarse cuando un sexy hombre se acercó a saludar.
─¡Vivan los novios! ─gritó con alegría y sin vergüenza.
─Reiko ─lo saludó Tanaka con una sonrisa amable.
─Oh, por Dios, que hombre tan guapo ─se sonrojo─. Yota sí que se ha sabido echar a la bolsa a un pez gordo ─tomó al director del brazo y continúo─. Cuando nos conocimos pensé que me odiabas, pero incluso ahora me has dedicado una hermosa sonrisa ─susurró.
─Tenía una idea equivocada ─contestó riendo─. Lo lamento.
─¿Fue así?
─Le conté sobre nuestra relación ─intervino Yota.
─¿Y qué clase de relación tenemos? ─pregunto solo para sentirse complacido con la respuesta.
─Eres como una madre ─contestó la novia.
─Oh, claro que sí, el difunto Mori era el padre ─bromeo─. Por supuesto que, éramos padres divorciados.
─¿Es usted la hermosa señora que acompañó a la novia al altar? ─John tuvo, de pronto, un profundo interés. Las curvas de Kutaragi eran difíciles de ignorar, pues tenía puesto un vestido morado corte sirena de manga larga, y la parte superior era puramente de encaje, entonces el pecho del médico estaba claramente expuesto. Era una fortuna que a partir de las caderas hasta el suelo fuera puro de seda, porque el beta no traía ropa interior, podía saberse porque el diseño del vestido dejaba la espalda desnuda hasta un poco debajo del inicio del glúteo.
─Parece que hay otro guapo hombre aquí ─entrecerró los ojos y adivinó todo sobre él. Una ficha de identificación se produjo en su mente─. Es un placer.
─El pacer es mío ─dijo con una mirada pícara, Reiko rió en respuesta, le gustó esa mirada, era como si se hubiera transmitido una solicitud sexual.
─Por cierto, ¿Cuándo debo devolverte el vestido? ─el beta de nuevo se dirigió al omega, este último volteó a mirar a su esposo, quien solo asintió.
─Puedes quedártelo ─sonrió Shinseki.
─¿Sí? ─abrió la boca entusiasmado─, muchas gracias.
─Conozco muchas tiendas que tiene miles de vestidos igual de hermosos que ese ─la serpiente se le acercó y le susurró al oído─: Estaría feliz si me dejaras comprarte uno completamente de encaje ─en lugar de responder el beta dijo:
─¿No están algunos invitados buscando a los novios?, ¿Por qué no vas, Yota?, no te preocupes por mí, yo me quedaré haciéndole compañía a este elegante caballero.

+.+

─¿Está bien dejarlo con él? ─se preocupó el alfa luego de saludar y recibir los obsequios de los invitados. Cargaba a su pequeño Sora mientras veía al médico hablar con el dueño del club de Week desde las lejanías.
─Claro ─respondió despreocupado la esposa.
─¿No crees que John es un galán respetuoso, verdad?
─En realidad... Me preocupa más Atwood ─admitió el omega tratando de elegir un sabor de gelatina─. Mi madre... él... es peligroso.
─¿Está bien que digas eso?
─Es decir, por supuesto que es muy amable, definitivamente es una muy buena persona, y me quiere demasiado, pero puedo asegurarte que el que está siendo atrapado, y envuelto, es tu amigo ─la novia tomó una gelatina de frutos rojos─. "Si buscas la definición de las palabras: cruel y lascivo, entonces estarás buscando a Kutaragi Reiko".
─¿Eh?
─Eso me dijo cuando le pregunté porque tenía encuentros con distintos hombres todos los días.
─Ya veo ─Tanaka observó al doctor con atención, por la forma en la que sonreía, lo supo─. Eso está bien entonces.
─También lo pensé, ambos buscan lo mismo, así que debería de estar bien.

+.+

Luego de que el pastel se hubiera repartido entre todos los invitados, estos se habían marchado a sus casas, el festejo se detuvo pero la alegría aún no todavía.
─Vaya, pero que maravilloso avión ─Kutaragi había sido invitado a recorrer el extravagante y nada sencillo club de Week.
─No entiendo porque deberíamos de tomar el mismo avión ─se quejaba Kenta con Eustace a un costado, estaba tomándolo de la mano para guiarlo hasta su asiento.
─¿No habías dicho que querías ir al club a hacer un bebé? ─mencionaba con alegría la serpiente de Atwood.
─Sí, eso dije ─una vez que hubo asegurado el cinturón de seguridad de su hijo mayor fue hacia su esposa para ayudarle a cargar a Sora─. Pero me refería a ir por mi cuenta. Ni siquiera nos has dejado cambiarnos de ropa ─mencionó molesto. Tomó lugar a lado de Yota y suspiró─. Tuve que presionar a mis empleados para que se apresuraran a preparar las maletas.
─Y dejamos que se ocuparan de toda la limpieza ─agregó el omega un poco culpable.
─Bueno... Señora Tanaka, para eso es la servidumbre ─abrió la boca el diablo─. Sé que proviene de un origen humilde y lamentable, puede notarse que no es de nuestra clase, que es solo uno de los afortunados que se colaron dentro de este gran circulo lleno de beneficios, pero, algunas veces, debe de entender que...
─John ─lo llamó de manera cortés el alfa extremo─, cierra la boca ─era una voz que ordenaba de manera tranquila─. No insultes a mi esposa. Cuida lo que dices, tú origen puede ser el de un gran joven amo privilegiado y elegante, y aún así ¿No eres una mierda?
─Kenta ─susurró la esposa para que se detuviera la discusión─. Lo siento mucho señor Atwood ─se disculpó por su esposo, entonces el pelirrojo por fin cerró la boca y se marchó.
─Eustace tenía que ir a la escuela ─empezó Shinseki olvidando por completo lo que acababa de suceder.
─Estará bien, es un chico inteligente, seguro que puede ausentarse unos cuantos días.
─Yo podría quedarme, padre ─intervino Eustace.
─¿Y dejarte solo? No lo creo.
─Siempre puedo apoyarme en Noah y los otros ─insistió el chico.
─No me parece apropiado ─
negó el alfa de nuevo─, no insistamos más, ¿De acuerdo? ─el adolescente asintió─. También podría ser bueno que cuides de tu hermano menor de vez en cuando ─al muchacho le gustó escuchar eso, pasar tiempo de hermanos era algo que había estado deseando desde que era pequeño.
─Sí ─aceptó entusiasmado.
─Bien, ahora duerme, es demasiado tarde ─sugirió el padre luego de que viera a su hijo bostezar.
─¿Quiere que le traiga algunas almohadas joven amo Tanaka? ─preguntó de repente un empleado que pasaba por el pasillo.
─Ah, de acuerdo ─respondió Eustace, y entonces el trabajador se movió velozmente hacia el fondo del avión.
─Ya es muy tarde, deberías dormir tú también ─volvió a hablar el alfa mirando a su esposa.
─Nunca imagine que estaría viajando a tal hora ─rió girando la cabeza─. ¡Oh!, ¿Ya está despierto? ─pudo ver a su bebé abriendo los ojos de par en par, estaba apretando las ropas de su padre con fuerza, tenía miedo del lugar desconocido.
─Está asustado ─estaba haciendo un puchero , así que antes de que rompiera a llorar, Yota se apresuró a tomarlo en sus brazos, se levantó la camisa y comenzó a amantarlo.
El presidente de BBS tomó la pañalera que hace un rato cargaba y la abrió para sacar una pequeña cobija y cubrir a su pareja.
─Antes de la ceremonia Ichiro me envió un mensaje ─dijo de repente el alfa.
─¿Ah,si?
─Dijo que estaba contento por la ceremonia y que lamentaba no haber tenido el permiso del médico para festejar con nosotros.
─¿Y qué le dijiste?
─Le dije que, no lo perdonaría si no conseguía el permiso del doctor cuando el cumpleaños de Eustace fuera festejado.
─Entonces debemos preparar una habitación para tu padre en casa.
─Por supuesto ─asintió─. Mandaré a preparar el almacén ─bromeo.
─¡Kenta! ─lo regañaba el omega cuando el trabajador de hace un momento volvió a aparecer con cinco almohadas en las manos─, Oh Dios ─rió la señora Tanaka.

"El avión comenzará a despegar en breve, por favor, abrochen sus cinturones".

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