CAPITULO XXX. LAS COSAS CAMBIAN

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Las buenas noticias no tardaron en llegar a oídos de familiares cercanos.
Eustace no represento ningún problema, era un joven muy comprensivo que se conformaba con ver feliz a su madre. La noticia del embarazo no lo sorprendió en lo más mínimo, había dicho: "Lo sabía desde los primeros días, esperaba que mamá se diera cuenta por él mismo. El comportamiento de un omega en etapa de embarazo es muy notable. Comen cosas que no solían comer, van al baño muchas veces, dolores en el vientre o en la cabeza, suelen marearse y... pueden volverse muy sentimentales. Lo supe cuando mamá estaba viendo una película de un perro, jamás llora por algo así... Lo busqué en internet. Todo está ahí".
El más próximo a saberlo fue el viejo Ichiro, este había sido menos tranquilo, gritó y saltó por toda la habitación del hospital como si le hubieran dado una vida extra con Dios.
El tiempo pasó deprisa. No había habido ningún inconveniente durante cinco meses hasta que los medios de comunicación se habían enterado de las extraordinarias noticias hace tan solo algunos cuantos días. Hicieron de la situación todo un espectáculo, (¿Cómo se enteraron? Nadie lo sabía).
Pero esta vez fue distinto, porque no se preocuparon por ocultar rostros y las vidas de Yota y Eustace no pudieron mantenerse tranquilas. Y es que los reporteros esperaban, todos los días, a que salieran de ese pequeño departamento donde vivían, a todas horas, para poder obtener algo de información exclusiva.
Es por eso que Tanaka había ofrecido a esos dos chicos vivir en su "humilde" morada. Shinseki había dicho que no al principio, pero dadas las circunstancias, acepto. Además de que tarde o temprano terminaría casado con ese alfa extremadamente dominante.
Había pensado en ello como una aceleración del proceso.
─¿Esas son todas sus cosas? ─Noah es un mayordomo de mediana edad, y ahora mismo tiene la orden de prestar total atención a cada petición que reciba del omega.
─Si ─respondió mirando a sus alrededores, buscaba alguna señal de sus pertenecías.
─Si tiene curiosidad ─agregó el empleado─, absolutamente todos sus muebles están guardados en el sótano. Si quiere venderlos, infórmeme para poder obtener la mayor cantidad de dinero.
─¿Venderlos?
─Puedo recomendarle que los venda. En el sótano se dañaran con los años, tirarlos me parece todo un desperdicio. Dado que el presidente tiene de todo aquí, no es necesario acomodar los muebles en algún otro lugar ─parpadeo lentamente, como si recordara algo nuevo─. También puede donar su ropa.
─¿Qué? ─se sorprendió─, ¿Mi ropa?
─Ya se ha comprado suficiente ropa para usted y para el joven amo Eustace. No debe preocuparse. Estoy a su completa disposición, si necesita algo no dude en llamarme.
─¿Sí?
─Por supuesto ─asintió─, ¿Quiere que venda los muebles? ─Yota no respondió ─, una vez que los venda le daré lo recaudado, así que vaya a su habitación y descanse.
─Pero... ¿Y la mudanza? Yo puedo ayudar ─sonrió felíz. Quería ayudar en algo. Desde el inicio, esos hombres grandes y fuertes, que contrató Tanaka, habían hecho todo el trabajo─. No estoy haciendo nada ─mencionó para persuadir. Incluso hasta Eustace se limitaba a dar órdenes.
─No, no ─negó el mayordomo tomando la parte trasera de la cintura del omega para guiarlo por el camino de las grandes escaleras─. Debe descansar. El bebé podría inquietarse ─el estómago del joven estaba creciendo con rapidez. <<Es una gran barriga>>, rió Shinseki.
─Bueno... pero... ¿Al menos podría decirme donde está la cocina? Quiero prepararme un té que...
─No, no, no. No hay necesidad. Lo guiaré a su habitación, el presidente remodeló una habitación entera para que se convirtiera en una matrimonial ─y mientras explicaba los cambios significativos que tuvo ese cuarto, guiaba al omega con tranquilidad y paciencia. Cuando por fin llegaron a una que tenía unas enormes puertas blancas pregunto─: ¿De qué sabor será el té? Le diré a una empleada que prepare su bebida.
─Manzanilla.
─¿Desea alguna cosa más? Tenemos bebidas de leche, de agua y de licor. Aunque el licor, por el momento, no está disponible ─sonrió mirando al omega embarazado─. Por supuesto que todo lo que pida llegará a sus manos.
<<¿Si pido un anillo de oro me lo darán?>>, se preguntó divertido, así que solo para comprobar pidió:
─Entonces quiero... diez mil dólares. Es que quiero comprar una computadora para escribir... recetas de cocina ─mintió de repente.
─¿Es eso así? ─dudo Noah─, Ya veo. Veré que puedo hacer ─luego se inclinó un poco y comenzó a bajar las escaleras, seguramente para ir a la cocina.
Pensaba en el remordimiento de conciencia por mentir solo por diversión cuando, de pronto, y al abrir la puerta, se quedó maravillado por la belleza de la habitación que sería de Kenta y de él.
Era mucho más grande que cualquier habitación que había visto, y la cama también era inmensa, era tan grande y estaba tan bien ordenada que desacomodarla podría convertirse en un delito. Había telas grises que creaban una armonía excelente y un diseño excepcional.
Con recuadros de flores adornando las paredes, y lámparas amarillas que resultaban como mágicas. Incluso tenía su propia sala de estar junto con algunos otros muebles costosos, sin duda alguna resultaba encantadora.
Yota comenzó a inspeccionar el lugar, donde pronto llamó su atención un inmenso armario. Resultó curioso su interior porque toda la ropa del omega ya estaba adentro, doblada y ordenada pero junto con otras prendas que jamás había visto, cuando se dió la oportunidad de deslizar una de ellas y mirar la etiqueta, pronto se percató de que era ropa costosa, de aquella marca que se dedicaba a la producción de ropa con "clase" para solamente omegas, y casi todo el mueble estaba lleno de toda esa ropa prestigiosa.
Cerro el armario, mejor dicho, su armario, era claro que solo se limitaba a él porque no había nada del alfa. Siguió siendo curioso, descubriendo dos baños elegantes que tenían una pared de cristal en la ducha, una tina grande y espejos relucientes. Cuando abrió una tercera puerta, el interior estaba vacío, pero no se lo pensó mucho.

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