EXTRA III. RAIDEN-SAMA

55 8 1
                                    

─La lluvia comenzó de repente ─dijo el hombre calvo.
─El viento dijo que se avecinaba una gran tormenta ─contestó Shiraishi con calma. Estaba ayudando al sacerdote a servir el té de la tarde─. Por la fertilidad.
─¿Fertilidad? ─preguntó el hombre con curiosidad─, ¿Qué fertilidad?
─Tampoco lo entendí ─sonrió─. Los Dioses, muchas veces, solo me dejan entender palabras aleatorias ─cerró los ojos y trató de recordar─. "Raitaro" ─habló de repente.
─¿El hijo del Dios del trueno?
─"El lobo aulla a la luz de la luna, y, el colibrí, es el sol disfrazado, enviado para seducir a la luna" ─se encogió de hombros─. Es un acertijo.
─Los Dioses te dicen palabras incomprensibles ─razonó el viejo─, ¿Qué es lo que quieren decir?
─Lo estuve pensando por algunos días, le dí muchas vueltas a esas palabras pero, no logró comprenderlo ─sonrió incómodo.
─Raitaro es un símbolo de prosperidad ─trató de ayudar el sacerdote.
─También sé que, los mayas solían contar la leyenda del colibrí, creían en el amor del sol y la luna ─suspiró cansado─. A decir verdad, los acertijos son, en su mayoría, antiguas leyendas del mundo, así que, es mucho más difícil adivinar su significado.
Luego de unos minutos en silencio, el sacerdote entrecerró los ojos y dijo sin titubear, y con total sabiduría:
─Al Dios del trueno y el rayo, Raijin, también se le conoce como Raiden ─recordó─. Raiden-sama ─afirmó y asintió varias veces─. Prosperidad y... ¿Enamoramiento? ─se rascó la cabeza mientras bebía de la taza de té─. El hijo del Dios del trueno... ─negó con la cabeza y se dio por vencido─. No tengo la menor idea.
─¿Verdad?
─Quizás solo se trate de un error.
En ese mismo instante un fuerte relámpago se vió en el cielo, y no mucho después, se escuchó su fuerte sonido por todo el templo.
─Parece que Raijin y Fujin se han enfadado ─se alarmo Raiden.
Y claro que el Dios estaba furioso, un fiel creyente, con su mismo nombre, estaba a punto de convertirse en padre, y el solo lo había tomado como un mensaje erróneo, y que además, lo había malinterpretado, entonces, ¿Para qué le dio parte de sus habilidades a ese alfa tonto?, De todas maneras, ni siquiera se esforzaba, ni un poco, para poder comprenderlo.

NAVEGANTE DE LAS ESTRELLAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora