CAPITULO LV. BUEN TRABAJO

50 3 0
                                    

John estaba delante de su padre, el joven alfa tenía una sonrisa de burla en el rostro pero también estaba preocupado, ¿Qué era lo que deseaba este hombre en esta ocasión?─Habla ya ─contrario a sus anteriores encuentros, el viejo Christopher se en...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

John estaba delante de su padre, el joven alfa tenía una sonrisa de burla en el rostro pero también estaba preocupado, ¿Qué era lo que deseaba este hombre en esta ocasión?
─Habla ya ─contrario a sus anteriores encuentros, el viejo Christopher se encontraba tranquilo y serio, sentado como si fuese a anunciar su muerte.
─Estuve pensándolo un poco ─empezó sin prisa─, y no tardé tanto tiempo en darme cuenta de que estás escapándote de mis manos ─rió.
─Ya no soy un niño ─negó con la cabeza y se cruzó de brazos.
─Incluso creo que me he dado cuenta tarde. Te escapaste antes de que me diera cuenta ─suspiró─. Quizás podría retener a mis hijos si les hubiera heredado algo ─habló arrepentido.
─Manipular a tus hijos para hacer lo que deseas me parece una mierda ─y soltó una breve risita─. Cada uno de nosotros tenemos nuestros propios asuntos ahora, somos adultos, no necesitamos de herencias familiares.
─¿Tus hermanos?, No son nada sin mi apellido ─respondió con rudeza.
─Como si el apellido hubiera comprado la isla ─rió─. Un apellido jamás llegara a sentir dolor y pena ─recordó el éxito de sus hermanos menores, todos eran personas adineradas, habían luchado por su propia riqueza, que viniera de buenas o malas acciones era otro tema.
Christopher se burló escandalosamente.
─¿Dolor y pena?, gracias a que te apellidas "Atwood" viviste rodeado de lujos y sirvientes. No tuviste una vida difícil ─no estaban llegando a nada con esta charla aburrida.
─¿Es solo para esto?
─¿Qué?
─¿Para esto me llamaste aquí?, ¿Para hablar sobre lo que se escapa de tus manos?, sí que debes pasar mucho tiempo solo, padre.
─¿Te casaras con esa puta? ─preguntó sin rodeos.
─No comprendo.
─No te hagas el idiota porque no te queda. La puta del otro día, ¿Te casas con él?, ¿sí o no?
─No es una puta, Christopher. Cuida tu lengua, porque no quiero la opinión de un maldito violador. Un agresor sexual no es el mejor para dar su punto de vista de un hombre como lo es Reiko ─frunció el ceño─. Kutaragi es un medico obstetra muy talentoso y va a ser mi esposa.
─¿Una prostituta?
─Que no es un trabajador sexual, y si así lo fuera no cambiaría absolutamente nada. Es un empleado en un hospital privado, tiene un puesto elevado, es popular, muchos quieren que se convierta en director.
─¿Director general?, ¿Un omega?
─¿Acaso es extraño?
─¿Extraño? ─repitió ofendido─, claro que lo es. Los omega no tienen ese derecho ─sonrió y levantó las manos como si fuese obvio. John suspiró, su padre tenía una sonrisa que delataba cada secreto que intentaba ocultar.
─Ya lo sabes, ¿No es así?
─¿Saber qué? ─contestó inocente.
─Viejo metiche ─lo insultó. Y luego de diez segundos:
─Si, John, lo sé. Sé que no es un omega.
─Lo entiendo ─asintió─. Cuanta palabrería, hombre. Dilo directamente. No quieres que me case con Reiko, así que a pesar de que no puedes impedirlo aun así has decidido hacerlo.
─Bueno, ¿Y qué tiene de malo? Un padre siempre se preocupa por su hijo, además se dice que Tanaka quiere aumentar su descendencia est... ─el dueño del club de Week saltó del asiento, esto ni siquiera se trataba de Reiko, era porque su padre quería ganar en algo absurdo.
─¡Me importa una mierda lo que haga Tanaka! ─gritó─, ¡Nunca he odiado a Kenta, siempre fuiste tú quien me hacía competir contra él! ─<<No sabes cuánto me afecto eso>>.
─¡Pero tú eres mayor, se supone que tendrías que ser mejor que él!, ¡¿Cómo puedes no odiarlo?!, ¡Aprovechó cada oportunidad que tenía para humillarte y despreciarte!
─Ay, papá ─habló con voz abatida─, él nunca lo hizo, ¡el maldito hijo de perra que me despreciaba y humillaba siempre has sido tú! ─su respiración se hizo más agitada mientras más salían las palabras, estupefacto, el viejo solo pudo observar y escuchar─, ¡Tú fuiste el único que siempre menospreciaba mis esfuerzos, el que desacreditaba mis logros, y el que siempre reía mientras estaba de rodillas en el lodo!
─¡Cierra la boca!
─Se supone que Tanaka era el enemigo, me lavaste el cerebro diciendo que Kenta era el malo. Era solo un niño. ¿Cómo pudiste decir algo así?
─¡John, cállate!
─¡Pero me dí cuenta!, el pequeño contra el que competía era también un niño, sus padres lo abrazaban mientras le decían que se había esforzado lo suficiente, ¡¿Y qué hiciste tú?!, ¿¡Lo recuerdas?!, ¡Padre, ¿Lo recuerdas?!
─¡Dije silencio!
─¡Luego de que golpearas cada parte de mi cuerpo, después de cada estúpida competencia, le hacia la misma maldita pregunta a Philip: "¿Por qué papá me trata de esta manera?", ¿Quieres saber cuál era su respuesta?!
─¡JOHN!
─¡Y es que tú quieres ser como yo! ─gritó furioso─. ¡Tú quieres ser yo!, Me utilizaste como un títere para poder regresar en el tiempo y enmendar tus errores, pero padre, mi vida no es la tuya, ¡No voy a reparar tus fracasos!, soy mejor que tú y lo sabes. No fue porque el caballo del establo casi te golpeo...
─Acabas con mi paciencia, muchacho.
─Te molestó que el caballo fuera domesticado por mí ─soltó─, ¡Por eso me echaste! ─sonrió─, ¡Arruinaste mis pinturas porque sabías que eran importantes para mí! ¡Porque sabías que tú ni siquiera puedes tomar ni un maldito pincel!
─¡GUARDA SILENCIO!
─Y ahora quieres arruinar mi vida ─Christopher tragó saliva─. Judáh me aseguro que observaste a mi prometida antes de conocerlo formalmente, pero eso no es cierto, ¿Me mirabas a mí, no es así? ¿Te fijaste en la brillante y tonta sonrisa en mi rostro?, una sonrisa autentica de amor que ni siquiera notas que está en tu boca hasta que te reflejas en una ventana, ¿Estaba esa sonrisa ahí, en ese momento?
─Tal cosa no...
─No te molestes, también me sorprendió ─se pasó la mano por el pelo─. Pero esa hermosura es solo mía, no te dejaré tocarlo, ni a ti ni a nadie. Intentaste corromperlo para que esa sonrisa desapareciera, no es difícil de saber. No quieres que sea feliz. Está bien, ya lo capte, pero el que no ames a ninguna de tus esposas no te derecho a arruinar a la persona que amo.
─¿Está bien hablarle así a tu padre, por un beta de esa categoría?, ¿De verdad? ─John no podía negar que Reiko le había dado coraje, pero también estaba haciéndolo por el mismo.
─Contrario a ti, yo no quiero ser otra persona, sin embargo, al igual que tú, quiero lo mismo, quiero ser yo ─lo observó con lastima─. Ah, y ─se alejó del escritorio mientras decía─, padre, solo dejame en paz, probablemente jamás llegue a tener bastardos, te lo informo porque yo sé todo sobre ti, pero tú no tienes ni una puta idea sobre mí.
─¿Estas amenazándome?
─Solo quiero decir, ¿No tienen todas tus esposas algo en común?
─¿Qué? ─el joven se dio media vuelta y:
─¿No se parecen todas a Philip? ─el viejo abrió los ojos de par en par, y su vista se volvió borrosa por las lágrimas acumuladas─, eso creí, debe ser imaginación mía ─sonrió victorioso, abrió la puerta y se marchó.

NAVEGANTE DE LAS ESTRELLAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora