CAPITULO XXXVI. EL TEMPLO DEL DIOS DE LA LUJURIA

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─¡Son nueve meses llenos de salud! ─festejaba Kutaragi mientras retiraba las manos del vientre de su amigo y se quitaba los guantes de látex─, todo está bien con el bebé.
─Excelentes noticias ─se alegró Tarō.
─Yo... quiero preguntar algo ─intervino Shinseki con voz tímida.
─¡Oh!, ¿Qué es?, ¿Has tenido alguna molestia? ─se preocupó el médico.
─No, no es eso, todo está bien, es solo que... ─el omega recesivo volteo a ver al hermoso secretario, luego se dirigió hacia Reiko.
─Puedo retirarme si es lo que desea ─Hatoyama empezaba a levantarse del sillón pero fue detenido por el beta.
─¡Ah!, ¿No es necesario, cierto? Todos somos pasivos aquí, ¿Entonces que está mal? ─habló alegremente─, ¿Está bien no?, ¿Yota? ─el embarazado asintió.
─Bueno pues... ─tragó saliva y sé incorporó sobre la cama, cubriendo su vientre─ Kenta está teniendo contacto sexual últimamente, ¿Eso no es riesgoso para el bebé?
─¿Hablas de penetración? ─pregunto casualmente mientras sonreía, entonces el recesivo asintió─, bueno pues... No, no realmente. El sexo durante el embarazo está bien. Es decir, no hay posibilidad alguna de que el bebé sienta algo, tampoco de que haya riesgos mayores, pero si recomendaría hacerlo en una posición que sea cómoda para tí. Traten de llevar el acto de costado, o quizás tratar de subir encima del joven Tanaka, el vientre se vuelve pesado, por eso no debes excederte. Por otro lado, si es que no te sientes cómodo, o te sientes presionado, debes decírselo, ¿De acuerdo?, ese hombre sexy sigue siendo tu prometido pero debes hacerle saber cuándo algo no te gusta. Y es precisamente porque se convertirá en tu esposo que lo entenderá.
─Ah, no, no es eso, a mí... me gusta, es solo que estaba preocupado por el bebé.
─Entonces está bien ─el beta comenzó a guardar sus herramientas de trabajo dentro de su bolso de cuero cuando su amigo habló de nuevo.
─Hay una cosa más.
─¿Qué cosa?
─Se trata sobre Ta-chan ─Kutaragi observó al omega dominante, quien estaba un poco sonrojado─. Él conoció a alguien y su cuerpo no ha estado muy bien desde entonces ─el doctor sonrió complacido.
─¿Sí?
─¿Pero no es usted un obstetra? ─pregunto Tarō dudando.
─SÍ, lo soy, pero aún me encuentro estudiando para dedicarme también a atender al género omega. Este año, si es que las cosas van bien, terminaré mi especialización, así que soy completamente confiable ─sonrió─, ¿Cuáles son tus molestias?
─Ta-chan tiene deseos sexuales ─abrió la boca el recesivo muy asustado, Kutaragi quería reír.
─¿Disculpa? ─pero no lo hizo.
─Yo tuve un deseo sexual por primera vez ─Hatoyama se pasó el pelo por la oreja, como si el gesto fuera a disminuir su vergüenza. <<¿Está jugando conmigo?>>, Reiko estaba a punto de hacer un comentario de mal gusto pero se percató del rostro preocupado de Shinseki, quien era como su hijo, suspiró y preguntó:
─¿Por primera vez?
─Siempre lo habían obligado a reprimir su celo ─intervino Yota como una madre alarmada─, así que sus deseos sexuales jamás salieron a la luz.
─¿Es eso así? ─se sorprendió el beta─, incluso yo tengo aventuras con hombres casi todas las noches ─comentó, logrando comprender la seriedad de la situación─. Jamás había escuchado sobre algo así.
─Además, ayer también fue la primera vez que liberé mis feromonas.
─¿De verdad? ─por fin el beta se tapó la boca con una mano, parpadeando varias veces.
─Mi cuerpo siempre había hecho lo que yo quería.
─¿Y qué es lo que quieres que haga? ─siguió el obstetra.
─Quiero que el ciclo de calor no suceda.
─¿Y por qué quieres eso? ─"... a mamá no le gustan los omegas que lucen como putas", recordó el dominante.
─Mi madre ella... ─tragó saliva y confesó─, decía que los omega en celo no eran civilizados.
─Que mujer tan ruin ─susurro Reiko.
─El caso es que, ya que soy una especie dominante aún puedo tener un poco el control, pero siento que los inhibidores que compré están casi haciendo todo el trabajo.
─Ta-chan, ¿Puedo llamarte así? ─el médico tomó las manos del hermoso secretario, y este se quedó inmóvil─, ¿Y por qué no dejas que suceda? Un omega en celo no es promiscuo, no es desagradable, y mucho menos quiere decir que no sea civilizado, después de todo es una de las maravillas de ser omega. Es cierto que los dominantes tienen ventajas, también es verdad que no les afecta en absoluto si no se divierten rodando en la cama con un alfa, pero no está bien que pienses de esa manera solo porque te lo dijo tu madre... ¿De verdad tu madre dijo eso?, ¿Es tu madre siquiera?, ¿Pero quién le diría eso a su hijo? ─de pronto comenzó a quejarse─, pero que mujer ─y como si nada volvió al presente─, pero, está bien, está bien, disculpa por eso ─rió. Dejó las manos de Hatoyama y se hecho hacia atrás en el asiento─. Déjame decirte que tu cuerpo no está teniendo ningún problema, si así fuera podría oler un poco de feromona.
─¿Será por el inhibidor? ─sugirió Shinseki, pero su amigo negó con la cabeza.
─No importa si es recesivo o dominante, si un omega tiene un problema con su cuerpo entonces sus feromonas son incontrolables, empiezan a emanar del cuerpo del paciente aún si han tomado el más fuerte de los inhibidores.
─¿Entonces, por qué no puedo controlarlo?
─Eso está controlado ─dijo decidido─. Yo diría que tu padecimiento es más bien mental, porque en ninguna farmacia podrían venderte inhibidores para omegas dominantes porque, no existen.
─¿Qué?
─Probablemente te vendieron inhibidores para omegas recesivos, los cuales no tienen ningún efecto en tu cuerpo. Solo piénsalo, ¿Quién crearía inhibidores para omegas dominantes cuando ellos son capaces de suprimir su propio celo? Serían un fracaso en el mercado. Pero, los compraste en una farmacia, ¿No? ─el dominante asintió─, ¡Pues claro que sí!, ¿Qué van a saber ellos? ─se rascó la barbilla y preparó su diagnóstico─, ¿Dijiste que fue por un hombre?
─Sí ─respondió el embarazado.
─¿Era un alfa?
─Sí ─respondió Yota de nuevo.
─¿Intimaron?
─Solo fue un beso ─esta vez fue Tarō quien respondió.
─Me parece que tu cuerpo quería solamente aparearse con el hombre que tu instinto sintió era el más adecuado para concebir. El sexo fue dado por Dios para mantener viva la especie ─se acomodó los lentes, y sus ojos morados brillaron─. Ya que viviste con una mujer que te repitió toda tu vida que tener un ciclo de calor era malo, tu cerebro no pudo procesarlo cuando tu deseo salió a la luz, nunca lo habías experimentado así que fue algo desconocido y atemorizante. El instinto estaba aquí ─e indicó su propia entrepierna─, haciendo algo que es natural y normal, pero tu mente dijo: Esta mal. Entonces hubo un shock y comenzaste a confundirte, relacionando cosas que no tenían sentido. Entonces tu cuerpo volvió a la normalidad cuando te tranquilizaste, y cuando el deseo se extinguió, ese es... mi noble diagnóstico. Si quieres ir con otro médico, por mí, está bien.

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