Fue un mes completo de paciencia, pero la espera no se convirtió en otra cosa. Las cosas seguían iguales.
Tanaka regresaba a casa muy tarde y con el cuerpo infestado de feromonas omega.
─Tengo trabajo que hacer ─informó el alfa a su pareja─. Estaré en la oficina de la casa toda la noche, así que no esperes y descansa adecuadamente ─la actitud de ese joven presidente ponía a Yota nervioso y angustiado─, ¿Deseas algún aperitivo? ─<<¿Preguntas porque me traerás algo?>>, se esperanzo el embarazado, luego fingió que la manta era difícil de poner.
─Si quiero ─hizo caer el objeto para que así su prometido se acercara a ponerle la manta y conseguir que lo tocara.
─¿Qué es lo que quieres? Levantaré a Noah y le diré que prépare algo. También le diré... que busque una sabana limpia ─dijo mientras veía la tela en el suelo. La sonrisa alegre que había puesto el omega se borró de inmediato.
─Cualquier cosa está bien... ¿Y Eustace? ─preguntó Shinseki para distraerse un poco.
─Debería de estar durmiendo ─sonrió.
No mucho después, se quedó completamente solo en la enorme habitación. Apagó la luz y se recostó, suspiró mirando el techo, pasaron algunos minutos, trago saliva y volvió a suspirar. Volteo a ver el espacio vacío a su lado, era tan triste, ¿Qué sentido tenia tener una enorme y cómoda cama matrimonial si no había nadie a su lado? Cerro los ojos y comenzó a pensar.
Ese hombre atractivo ni siquiera le había mirado adecuadamente al rostro desde hace ya algún tiempo, sus ojos no se habían encontrado y por supuesto que sus cuerpos tampoco habían tenido satisfacción alguna. Todos esos aspectos solo daban el anuncio de que se trataba de una traición, no pasaba nada más por la cabeza del omega, estaba cansado y se sentía muy solo.
Pensaba que toda esa distancia se había originado desde el crecimiento constante de su vientre, imaginaba que no resultaría nada atractivo, que quizás, cuando diera a luz, las cosas volverían a la normalidad, pero también que todo esto representaba un gran inconveniente, porque si volvía a embarazarse, las cosas podrían volver a repetirse.
El miedo inundo su corazón, pero también, en la cabeza, tenía coraje.
Llegó a la conclusión de que no se aguantaría nada más. Y las emociones impulsivas ganaron la batalla, comenzó a decirse que era una fortuna que aún no se hubiera casado con ese tipo, que era genial que estuvieran comprometidos porque todavía podía dar marcha atrás. El orgullo le susurró a la oreja que se despertara y que se acomodara la pijama.
─No puedo dormir ─se sentó y se quedó mirando una flor de crisantemo que seguramente Noah había cortado para él. Aún en la oscuridad, pero todavía iluminado por la luz de la luna qué venía desde la ventana, parecía brillar, era de un color lila muy bonito y el pequeño recipiente cilíndrico que la contenia estaba un poco roto. Pasarón alrededor de quince minutos pero aún le causaba conflicto la flor, incluso hasta el mayordomo le traía flores.
Se golpeó los muslos, con una mirada decidida se levantó, y comenzó a caminar fuera de la habitación.
Recorría los pasillos de la mansión en total silencio, era bueno que las luces estuvieran encendidas, si no lo estuvieran parecería un lugar del terror. Cuando pasó a lado de una gran ventana, se quedó admirando su reflejo, era el mismo de siempre, solo que con un bebé creciendo en su interior. Las lágrimas estaban a punto de salir cuando dijo:
─Todos dicen que me veo hermoso de esta manera ─eran cumplidos que mayoritariamente recibía de los empleados─. Es su hijo. No debería de actuar así ─seguía, y apretó los puños a los costados─. Me veo fantástico así. Soy muy atractivo, es mi hijo y es muy lindo ─afirmó.
Con esas ideas en mente movió la cabeza de un lado a otro y siguió caminando tranquilamente, hasta que llegó a la oficina de su futuro esposo, se detuvo delante, vaciló antes de tocar la puerta pero al final siguió con el camino, dió diez pasos lejos, pero de inmediato volvió de golpe, una vez más se plantó delante de la gran puerta marrón y jadeo con enojo. Tocó y entró sin esperar respuesta.
Un cansado joven director estaba mirando papeles en la mesa. Estaba tan concentrado que ni siquiera había volteado a mirar quien había entrado.
─¿Atendiste a Yota adecuadamente? ─había pensado que se trataba de Noah.
─No sabía que usabas lentes ─habló aún parado en la entrada. Tanaka levantó la mirada y se sorprendió.
─¿Yota?, ¿Qué haces aquí? Ya es tarde ─miró la hora en el reloj dorado en su muñeca─. Son más de las doce.
─Te ves muy guapo.
─Ah... sí ─sonrió─. Son para proteger la vista, es tarde y la luz puede...
─Lo he estado pensando durante muchos días ─lo interrumpió, entró y cerró la puerta─. He decidido que te devolveré tu anillo ─la costosa sortija se deslizo por el dedo del omega, hasta que terminó en el escritorio de Kenta.
─Qué... Yota... ¿Estas... Acaso estas... bromeando?
─Cambie de opinión. No... deseo... casarme contigo ─<<Si voy a ser abandonado prefiero hacerlo primero. Te estoy abandonando>>, se dijo.
─¿Qué? ─el dominante se quitó los lentes y se froto la cabeza con ambas manos─, Creo que... creo que debo estar cansado ─<<escucho cosas extrañas>>, se rió─. Lo siento, yo... Primero, ¿Podrías volver a poner tu anillo, cariño?
─¿Crees que soy idiota? ─la frustración apareció de repente─, ¿Acaso creíste que el olor pasaría desapercibido?, no voy a ignorar mis propios sentimientos a pesar de que te amo, no creíste que me quedaría callado, ¿No?
─Yota no...
─Ni siquiera me miras ─no hubo respuesta. Tanaka no podía decir nada porque era completamente cierto─. Me duele.
El presidente de BBS se levantó de su lugar y caminó hacia su amante con calma. Cuando intentó tomarlo en sus brazos, el embarazado le dió un fuerte golpe en la palma, no quería ser consolado por el hombre que causo el sufrimiento.
─Yota ─fue un gran shock para el alfa. Ahora mismo su voz se quebró.
─Tonto ─chilló─. Eres un tonto, no te quiero más. Te detesto, no te quiero.
─No... no digas eso ─su corazón sintió un terrible dolor agudo.
─No quiero que me toques cuando estas con otros, ¡Nadie quiere eso!
─Nunca he estado con alguien más.
─Mentiroso.
─No. Digo la verdad.
─Siempre hueles a otros omega ─dió dos pasos atrás y comenzó a contar su plan de venganza─. Me iré mañana con Eustace.
─¿Irse? No. Yota...
─Prometo que dejaré que veas al bebé de vez en cuando, pero, dejame quedármelo. Incluso no necesitas preocuparte por alguna pensión alimenticia. Yo podré darle...
─Yota no. No te irás, ¿Por qué quieres irte? ─preguntó desesperado─, no, no. Compensaré mi error, lo compensaré, así que dime, ¿Qué demonios hice mal?
─Solo quiero irme de aquí ─por fin, las lágrimas de dolor, salieron.
─No, no puedes ─de pronto le llegó una idea apresurada─. ¿Acaso hay otro hombre? ─ante semejante tontería, el embarazado puso los ojos en blanco y contestó con sarcasmo:
─Sí, claro. Estoy acostándome con otros dos más y quiero escapar de ti porque ya no me interesas.
─¿Quiénes son? ─habló molesto pero aún triste.
─¡Idiota! ─gritó─, ¡Eres tu él que se distancio de mí porque no te gusta mi vientre!
─Eso no es cierto ─susurró en voz baja.
─¿Qué no es cierto?... Siempre llegas demasiado tarde, evitas tocarme y tu aroma... Si luzco desagradable para ti solo necesitas decirlo.
─No es eso ─siguió negando. Si quería ganar la batalla tenía que revelar la verdad─. Si hiciera lo que me complaciera, jamás saldríamos de la cama ─Shinseki, quien estaba a punto de hacer un reclamo más, guardo silencio, se había quedado con la boca abierta─. Las feromonas si son de otros omega pero... no es lo que crees. He estado yendo a la fundación estos días debido a una colaboración con un socio, los omega allí no están obligados a ocultar sus feromonas así que algunos no consumen los inhibidores todo el tiempo, el aroma... supongo que se pegó a mi cuerpo. Además ─ocultó un rostro lleno de total vergüenza y declaró─, se acerca mi RUT. Mantengo la cabeza dentro del trabajo para no... ─levantó la cabeza, admirando el bello cuerpo de su prometida─ Cuando te miro no puedo evitar pensar que sería apropiado que estuvieras desnudo frente a mí ─volvió a ocultar el rostro, como si estuviera contando algo patético─. Consumo adecuadamente los inhibidores, pero incluso esta mañana me masturbe cuando te ví acostado cómodamente en el colchón. Estas embarazado, debo cuidar de ti. Es como... si me hubiera convertido en un... pervertido ─suspiró.
─¿Entonces... no te encuentras con nadie más? ─preguntó sonrojado.
─Por supuesto que no ─respondió con firmeza.
─¿No luzco desagradable para ti?
─Eres la madre de mis hijos, luces sexy todo el tiempo ─sonrió.
─Entonces hazlo conmigo ─ordenó con coraje.
─Yota... Tengo trabajo que hacer ─por un minuto se vió tentado pero no quiso perder la compostura. Volvió a su lugar, a donde una silla cómoda lo esperaba delante de un escritorio lleno de papeles. Pero su vista se movió al anillo de diamantes, era muy reluciente─. ¿Podrías ponerte el anillo de nuevo? ─pidió con voz melancólica─ todo se trataba de un desagradable malentendido así que... ¿Qué estás haciendo? ─cuando volteo la cabeza fue fácil notar que el omega se estaba quitando los pantalones. La ropa interior no tardó mucho en llegar al suelo─, cariño no... ─luego sus manos se movieron a los botones de la parte superior de la pijama.
─Dijiste que es apropiado estar desnudo ─citó las palabras del presidente de BBS como si se tratara de una ley política─. Se mojó mucho atrás ─ya desnudo, se dió media vuelta y exhibió un trasero suave y pálido─. También he metido un par de dedos atrás... me gusta imaginar que es el de Kenta ─informó para persuadir─, ¿Puedes tocarme, por favor? ─la redondez de los glúteos del embarazado hicieron que el hilo delgado de la resistencia, dentro de la mente de Tanaka, fuera cortada con unas filosas tijeras─. Así tengo la seguridad de que no mientes ─sonrió.
─Yota...
El astuto omega empezó a hurgar entre sus piernas, y sus dedos terminaron empapados en sus fluidos. Sus dulces feromonas comenzaron a salir, y entonces el alfa avanzó . El director corrió hacia su pareja y lo abrazó, le acarició la cintura y sus labios se juntaron desesperadamente. Rápidamente deslizó sus grandes manos al trasero de Shinseki, este último soltó un gemido de satisfacción mientras separaba las piernas.
─Ah, Kenta ─el gran hombre no perdió el tiempo. Metió sus dedos y se sorprendió de lo fácil que había resultado─. Es que tu no... querías tocarme ─se excusó el chico.
El alfa no dijo nada, en su lugar volvió a besar a su amante, sintiendo como la dulce saliva se mezclaba. Pronto ese sabor lo había alentado a empujar a su futura esposa sobre el sofá.
─Kenta, espera... espera ─y es que el saco del director estaba debajo de él─. Se va a ensuciar ─el otro contestó sonriendo y murmurando:
─Está bien ─los pies del omega fueron llevadas a los hombros del alfa, al mismo tiempo en que bajó el cierre de su pantalón. El pene, ya erecto, se deslizó entre los muslos de Yota, y luego la fricción lo hizo gemir.
Aunque por supuesto que un pene entre las piernas no era lo mismo a la penetración (ambos lo sabían pues estaban inconformes), sus corazones estaban ardiendo, era como si estuvieran siendo echados en llamas ardientes, sintiendo el calor, pero derritiéndose al mismo tiempo.
Aquella discusión dramática y absurda había quedado en el pasado. La comunicación había tenido buenos resultados, era una recompensa dulce para aquellos que decidieron hablar en lugar de pelear.
─Te amo, Kenta ─incluso hasta las disculpas formaban parte de la magia─. Lo siento.
─Es culpa mía ─repondió el hombre de negocios─. Todo es culpa mía.
Cada vez que Shinseki miraba hacia abajo podía apreciar el miembro de su joven futuro esposo, lucia, por alguna extraña razón, más grande de lo normal, así que se aseguraba de apretar bien las piernas, pero, por más que tratara no le era suficiente. Era placentero pero lo que en realidad quería era otra cosa.
─Te casaras ─empezó Tanaka─. Conmigo ─mientras el de abajo asentía decía:
─Estaba asustado, no quería ser... abandonado ─<<No otra vez>>, pensó─. Lo siento.
─Jamás te abandonaría ─<<Así como tampoco dejaría que me abandonaras. Eres mío desde la primera vez que te ví>>─. Siempre me has pertenecido ─el omega sintió una tranquilidad indescriptible. Había encontrado a alguien que jamás lo abandonaría, ¿Acaso era así?
Cuando el omega logró eyacular, el alfa retiró su miembro y bajó lentamente las piernas de su pareja.
─¿Kenta?
─Está bien, iré al baño ─comenzaba a levantarse cuando fue detenido por el embarazado.
─Espera yo... tengo una idea ─el joven se arrodillo sobre la sala, y utilizó el respaldo para apoyar los brazos, para así soportar los resultados de su siguiente oferta─. Puedes... meterlo, Kenta ─bajó una mano hacia su entrada, donde la abrió para invitar a Tanaka a entrar─. Mételo, por favor.
El presidente trago saliva, e inconscientemente se acercó. Introdujo su miembro con suavidad y rogó porque no perdiera el control.
─Es tan bueno ─habló mientras sentía la calidez del interior de su futura esposa abrazando su pene─. Te amo tanto ─besó el cuello de su amado y comenzó a acariciarle el estómago─. Tan hermoso, erótico y adorable ─dijo para sí mismo.
─Ah, Kenta ─los genitales del empresario se movían con ánimo. Era tan vivaz que cuando el alfa logró eyacular, Yota le siguió de inmediato.
Pero, por supuesto que eso no sació, en absoluto, su sed de placer.
Iban por la tercera ronda cuando alguien tocó la puerta.
─Le he preparado el chocolate a la señora pero él no estaba en la cama, lo he estado buscando por algún tiempo pero no logro encontrarlo, ¿Él esta con usted? ─el salvaje león sonrió y comenzó a embestir sin reprimirse.
─Ah, Kenta, más ─no hizo falta una respuesta.
─Ya veo. Que tengan una excelente noche ─Noah se despidió, y después se alejó de la puerta.+.+
A la mañana siguiente el par de palomas blancas, nuevamente, estaban teniendo una discusión.
─Pero... ─el omega se cubrió con la camisa de su compañero y se levantó.
─Está bien ─pero esta vez era una pelea pacífica.
El musculosa alfa estaba terminando de acomodarse los pantalones cuando su prometida se rascó la cabeza.
─Pero, ¿Qué no es demasiado tiempo?
─Cinco meses es muy poco tiempo ─corrigió riendo.
─Pero el bebé nacerá en dos meses.
─Sí, pero también tengo que cuidar de ti después del parto, además, el ferrocarril de Eustace aún no ha sido empezado ─insistía Tanaka.
─La empresa podría necesitarte.
─Tú me necesitas más que la empresa, además, Hatoyama estará a cargo durante mi ausencia. Si algo requiere de mi supervisión personal siempre puedo atenderlo en línea.
─Pero...
─La boda también se llevara a cabo durante esos cinco meses de descanso, tengo planeada una luna de miel así que, seguramente, nos hagan faltan días ─tomó a Shinseki por las piernas y espalda y lo cargo en el aire─. Ahora vamos a la cama ─así iba a ser, ese omega recesivo ahora iba a ser cuidado por su apuesto prometido durante cinco meses, y eso, francamente, le gustaba─. De pronto tengo una inquietud en mi cabeza ─mencionó de repente mientras recorría los pasillos de la mansión de regreso a su hermosa habitación─, ¿Qué es todo eso del abandono? Jamás abandonaría a mi omega. Shinseki Yota es oficialmente mío, vale más que todas mis posesiones juntas, ¿Por qué haría algo tan tonto? ─el muchacho rodeó con sus brazos el cuello de su futuro esposo, hundió el rostro en su cuerpo y se disculpó.
─Lo siento. Se trata de una historia muy larga ─suspiró con tristeza.
─¿Es así? Bueno pues... Ahora, como he adelantado un poco de trabajo, me gustaría escucharla.
─De verdad que es muy larga ─le advirtió.
─¿Una historia realmente larga contada por la voz de mi futura esposa?... A mí me parece maravilloso ─admitió con entusiasmo.
Algunas escenas si que había tenido mucho melodrama, pero quién diría que incluso algo como el amor podía funcionar de una manera tan lamentable y ridícula, pero todavía era algo que resultaba gracioso e íntimo.
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NAVEGANTE DE LAS ESTRELLAS
RomanceTanaka Kenta es un alfa extremadamente dominante, ha heredado la empresa de su padre recientemente y lo ha hecho de maravilla. Es un hombre con las virtudes de un ángel y el aspecto de un rey, y nunca se ha enamorado. Durante una visita al hospital...