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Los hermanos habían llegado a la choza quienes ayudaban a su hermano mayor a entrar, las punzadas de su vientre aumentaban haciéndolo difícil el caminar pero podría resistirlo hasta entrar, con la ayuda de Lo'ak lo sentó en el suelo, Kiri y Tuktirey ayudaron en cubrirlo con algunos chalés mientras la mayor fue a preparar un brebaje con el fin de calmar el dolor.

Neteyam solo podía apretar con fuerza sobre su vientre para que de una manera u otra las punzadas fueran menos. Era algo tan nuevo y extraño sentir esta clase de dolor superficial, no estaba listo para pasar esto que era tan común en las mujeres, molesto y anormal en los hombres. Pero tenía que resistir aunque fuera el más mínimo de los dolores, había pasado por mucho no solo el hecho de no ser útil, otro peso que llevaba dentro de si y empeoraba su situación.

-Toma bro, seguro calmara el dolor. —Lo'ak ofreció una cuenca de agua lo suficientemente fría y refrescante, insistiendo que eso lo ayudará a calmarse. —Solo remoja tu cara, despacio.

-Gracias bro, ugh. —Remojó su cara sobre la fría agua, esto ayudaba un poco en relajar su mente y olvidándose del dolor, que no era doloroso pero si molesto. —Con esto basta, no deben preocuparse demasiado.

-Si somos exigentes, es porque nos preocupas hermano. —Respondió Lo'ak con seriedad mientras remojaba un paño sobre el cuenco. —Eres todo un caso, bro.

-¿Un caso?. —Alzó sus orejas con impresión, pero pronto se dio cuenta a lo que se refería, haciendo que sus orejas bajaran y Kiri lo notara.

-Lo'ak ve con Tsireya, requerimos de tu ayuda en estos momentos. —Kiri levantó a su hermano tomándolo de un brazo y encaminado a la salida de la choza marui. —Pregunta si tiene algunos remedios que nos pueden servir para esto, pero di que son para mi, ni se te ocurra abrir la bocota de más. —Alzó su dedo llevándolo a su boca, indicando que guardará silencio.

-Me ofendes Kiri. —Retiro la mano de su boca. —. Descuida, no le dire, ya vuelvo. —Salió de la choza en dirección al marui donde estaban con anterioridad.

-Yo voy contigo Lo'ak. —Tuktirey fue detrás de él corriendo.

Ambos hermanos se fueron en dirección la choza en busca de la medicina que ayudaría a calmar el dolor de Neteyam bajo la excusa que eran para Kiri, la chica volvió de nuevo a dentro preparando un té que servirá para tranquilizar un poco el dolor, en cuanto lo preparaba miraba de reojo a su hermano, este se encontraba con la mirada gacha observando solamente el suelo, su cola se mostraba rígida sobre sus piernas, no parecía hacer ningún movimiento como si de una estatua se tratara. Se acercó con el brebaje en mano, sentándose a su lado observando su semblante decaído, cambiando en ocasiones; levantado un poco su mirada, poniendo una mano sobre su rostro como si tratara de ocultar su rostro ya que empezaba a sollozar.

-¿Qué pasa hermano?. —Preguntó Kiri con preocupación al igual que ofrecerle el té que había preparado. —¿El dolor ya está comenzando a bajar?.

-Sí, un poco. —Asintió con su cabeza, solo habló en un susurro  y mirando a otro lado, notando que sus ojos y mejillas contenían diminutas lágrimas. —Pero eso no es todo. —Tomó un poco del té, de nuevo volviendo a su semblante negativo, cerrando sus ojos y negando con su cabeza.

-Okay. ¿Entonces qué es?. —Posó una mano sobre su hombro.

Neteyam solo levantó su mirada hacia arriba, dejando que sus diminutas lágrimas caían sobre sus mejillas, no encontraba las palabras indicadas para explicar esta nueva experiencia espiritual que comenzaba a emanar, pero sabía que su hermana si creería en el, ella tiene esa conexión tan especial con todo a su alrededor, pero Neteyam tenía otra conexión más fuerte con otro aspecto importante.

✨𝓜𝓪 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora