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En el marui se encontraba Kiri, sentada y observando a la nada, nuevamente fue molestada por su "rareza" por un grupo de jóvenes que a diario la molestaban y no solo por su apariencia física. Hundida en sus pensamientos, ninguna expresión que revelara sus emociones, no podía contener el odio a si misma, solo por tener una fuerte conexión con Eywa que otro na'vi o los mismos Tsahìk.

La Omatikaya escuchó ruidos de pasos acercándose a la choza, creyendo que era uno de sus hermanos y esto fue acertado, era Neteyam quien entró a paso apresurado al marui, Kiri no entendía que ocurría con su hermano mayor, daba vueltas en círculos sobre su propio eje, mordisqueando sus uñas y su cola moviéndose de un lado a otro con desesperación, provocando que tumbara cosas accidentalmente.

-¿Neteyam, que te pasa?, ¿estás bien?. —Una preocupada Kiri se levantó del suelo y tomó a Neteyam de los hombros para tranquilizarlo.

-¡Kiri!, lo siento. —Neteyam se disculpó con su hermana, notando el desastre que había hecho, tomó su cola que todavía se encontraba inquieta. —Agh, que desastre.

-¿Estás bien?. —Kiri volvió a repetir la pregunta.

El Omatikaya suspiró, cubriendo su rostro con sus manos por la vergüenza y la horrible pena que llevaba cargando desde su encuentro con Ao'nung, no creía que era tan torpemente en decir eso frente al Metkayina y este claramente lo escuchó, además no podía ni siquiera mirarlo a la cara después de haber dicho esa palabra.

-Desde el clan Metkayina hacia el campamento alto, comuníquenme con Norm Spellman, que al parecer Neteyam te Suli Tsyeyk'itan tiene cerilla en las orejas. —Bromeó para llamar la atención de su hermano, había tomando el auricular de su comunicador y fingió un llamado al campamento donde se encontraba en las montañas flotantes Aleluya. —Y no escucha.

-Kiri, dame eso. —Neteyam intentó quitarle el auricular a Kiri pero se oponía. —Kiri, devuélvemelo.

-Entonces dime que te sucede. —Colocó una mano sobre sus hombros, además ejerció presión para sentarlo. —¿Y por qué estás sonrojado?.

-¿Sonrojado?. —Tocó sus mejillas, enardecidas y sensibles al tacto, en efecto sus mejillas se encontraban sonrojadas. —Oh, eso, verás... ay es un poco difícil.

-¿Por qué sería difícil?. —Cuestionó cambiando su semblante a uno de sospecha.

-Es que, en realidad... ah Eywa llévame, te lo ruego. —Aclaró su garganta, sus nervios se demostraban en sus temblorosas manos. — Mira tú eres la única que entiende este tema.

-¿A qué tema te refieres?. —Preguntó confundida.

-Es sobre... Ao'nung. —Musitó en voz baja, no quería que su nombre se escuchara con normalidad, su miedo y nerviosismo lo controlaban, no podía mantenerse calmado.

-Ohh, es sobre tu yawne. [Amado]. —Dijo mediante una sonrisa burlona, pero no ocasionó la misma gracia a su hermano.

-¡Kiri!. —Exclamó Neteyam sonrojado, su corazón no podía latir más rápido, dependiendo de la emoción que sentía en ese momento; el gusto y la vergüenza.

-¿Qué?, no es la primera vez que me entero, hermano. —Dijo sin preocupación y con una seguridad. —Se que te gusta Ao'nung, y lo sé desde un principio, tu cuerpo te delata, desde que llegamos a la aldea tus ojos no son los mismos cada vez que lo ves.

-Ay. —Agachó su cuerpo y cubriendo su rostro con sus manos. —Bueno, estás en lo correcto.

-Te dije que aquí estoy para apoyarte, Neteyam. —Palmeó su espalda. —No hay que sentir pena, haber; ¿qué pasa y por que estas tan nervioso?.

✨𝓜𝓪 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora