🌊052🌿

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El impacto de las olas llegaba con fuerza a los corales superficiales del arrecife, un fuerte estruendo golpeteo de manera consecutiva sobre las superficies como martirizado. Pronto las olas comenzaron a crecer y crecer, unos metros de altura que formaban un impacto entre los corales y las rocas cercanas, él cielo formó trombas de agua que se conectaban directo con el mar, además la lluvia comenzó a caer como fuertes flechas que impactan en él rostro de lps aldeanos en estar a la intemperie. Pronto los rayos eléctricos iluminaron el ennegrecido cielo, como si fuera de día, cuando en realidad no es así.

-Oh no, parece que se aproxima una tormenta. —Comentó Rotxo con decepción al mirar al cielo.

-Descuida, podemos ir a pasear cerca del manglar. —Kiri propuso una idea donde así la lluvia no los podrá molestar. —Justo donde se encuentra un lugar similar a un jardín.

-Claro que si, ese es mi lugar secreto. —Rotxo se había levantado de la arena y ayudó a Kiri a levantarse.

-¿Lugar secreto?. —Preguntó Kiri con curiosidad.

-Es un lugar donde puedo estar tranquilo. Ven. —La tomó de la mano y se encaminaron hasta el manglar.

Rotxo tomó a Kiri de la mano y se encaminaron hasta el manglar. Ambos jóvenes podían notarse algo túmidos por la situación, Rotxo era un buen na'vi, además desde que conoció a Kiri comenzó a surgir sentimientos hacia la Omatikaya, sin embargo tenía miedo que estos no fueran aceptados. Cuando llegaron al centro del manglar ambos se sentaron arriba de una las raíces del enorme manglar, teniendo su vista dirigida hacia el horizonte, Rotxo con un poco de nerviosismo emitió palabra.

-¿Te gusta el lugar?. —Preguntó Rotxo sonriente, esperando una respuesta por parte de Kiri.

-Es lindo, me recuerda a mi hogar. —Mencionó Kiri con nostalgia.

-¿Como era tu hogar?. —Rotxo se acercó un poco más a Kiri, para así poder escucharla.

-Hermoso, de noche... todo brilla. Y de día... todo está vivo. —La nostálgica voz de Kiri, reflejaba el cariño hacia el bosque, sus características relevantes que en escucharlos darían una imagen mental del lugar.

-Debe ser increíble el bosque. —Comenti, imaginado el escenario de lo que puede llegar la naturaleza del bosque, verse reflejada en la mente del Metkayina.

-Si hay oportunidad, puedes venir a verlo. —Propuso la Omatikaya al Metkayina.

-¿Enserio?, sería genial. —Rotxo bajó su mirada para esconder su sonrojo, debía decirle antes que no hubiera otra oportunidad. —Eem Kiri...

-¿Sí?. —Alzó sus orejas y dirigió su mirada hacia a él.

-Hay algo que quiero decirte. —El Metkayina respiro hondo, el latir de su corazón hacia resonancia en el lugar.

-¿Y que es?. —Se levantó un poco de su lugar, pero continuó apegada hacia Rotxo.

-Bueno, desde que te conocí me pareciste una na'vi increíble y maravillosa. —El Metkayina poco a poco fue tomando seguridad de sus palabras.

-Ni siquiera soy una na'vi. —Kiri se sentía decepcionada de su propio ser, ya había sufrido el rechazo de los jóvenes Metkayina y las burlas a sus rasgos físicos. —Solo mírame, solo soy una ser con "sangre demoníaca". —Mostró sus manos, la mueca de su cara lo reflejaba.

El chico tomó las manos de Kiri hasta entrecerrarlas con las suyas, no creía que la Omatikaya era alguien con "sangre demoníaca", había mucho más en ella que solo la apariencia o los distintos rasgos anatómicos que la distinguían de los demás. La chica se sorprendió por el tacto de Rotxo sobre sus manos.

✨𝓜𝓪 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora