🌊043🌿

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Tsireya había quedado sorprendido por tal conversación que llevó su madre y la Tsahìk de los Tohunga, estaba preocupada por su hermano no había dormido en toda la noche y más esfuerzo debía de requerir para lograr su practica con perfección. La chica dudaba sobre las especulaciones que daba la Tsahìk de su hija, estaba en cierto punto molesta, el paso final del baile es la unión, y Ao'nung debía unirse con la hija de Päwat sin siquiera consultarlo primero con el chico, su hermano no la conocía y debía unirse con ella por la fuerza solo en el momento que se haya convertido en Olo'eyktan y ahorrar en tiempo tener a la Tsahìk, siendo algo injusto en su cosmovisión, quería seguir escuchando para averiguar en qué punto había quedado el acuerdo sin embargo había sido sorprendida por Lo'ak.

-Tsireya. —Lo'ak había tocando el hombro de la chica, lo que hizo que sobresaltara del susto al no escuchar sus pasos acercándose a ella.

-Ah, eres tú Lo'ak.—Hablo aliviada, calmando su respiración debido al susto ocasionado.

-Lamento si te asuste. —Se disculpó el chico, rascándose detrás de las orejas.

-No te preocupes, no fue tu intención. —Dijo con una sonrisa leve y posando una mano sobre su mejilla, pero su perspectiva cambió al notar rastros de néctar sobre su boca. —Lo'ak.

-¿Si?. —Preguntó desconcertado.

-¿Acaso bebiste todo el néctar?, era para Rotxo. —Tsireya preguntó respecto a su sospecha de que Lo'ak se haya bebido el néctar.

-No, claro que no. —Se relamió sus labios. —Mi hermano fue el primero en beberse una parte, y no te preocupes, solo bebimos el néctar que había sobrado del fruto. —Sonrió al ver que Tsireya cambió su semblante por uno más de alivio.

-Ah, menos mal. —Suspiró con alivio. —No encontré ninguna cuenca o cantimplora que almacenara el néctar, pero veo que lo han resuelto ustedes mismos.

-De eso no te preocupes, ya pele toda la fruta, claro mis cortes no son perfectos pero el trabajo es honesto. —Alzó ambas manos y mirando hacia arriba, demostrando su puñal con partes de pieles de las frutas que había pelado.

-No hay problema, vamos por su almuerzo, Rotxo debe comer. —Tsireya tomó el antebrazo del Omatikaya con suavidad y tomaron camino hacia la salida.

-Vamos. —Lo'ak dejó pasar primero a Tsireya a lo que ella agradeció la caballerosidad del chico Omatikaya.

Afuera, Neteyam olía cada una de las frutas, el olor de cada una de ellas eran desde las más dulces hasta la más amargas, su nariz degustara de cada uno d el so olores, era un comportamiento extraño dentro del chico, pero sea fascinación de la naturaleza en el chico se volvía cada vez más grande, y no solo por la rareza y originalidad de las frutas de los arrecifes. Usaba sus deos y uñas para golpetear varias veces las frutas más duras y blandas, apegándolas a sus orejas para escuchar sus sonidos a través de ellas, dependiendo de la cantidad de néctar que lleve dentro, no era nada común en su comportamiento pero lo disfrutaba, los sonidos y olores de las frutas lo sorprendían y fascinaban lo que la Gran Madre puede ofrecerles para sobrevivir en su ambiente.

-'Ekong, 'ekong. —Apego más la fruta a su oreja y golpeteo con sus uñas, hasta entonar un ritmo. —Zahië. [Blando]. —Ahora acercó la fruta a su nariz y empezó a olerla. —Eniakaktìe. [Dulce].

Dejó la fruta de lado y tomo otra similar a un coco, repitiendo el mismo patrón con cada fruta que tome.

-Nìhawng hapxì. [Demasiado duro]. —Sacó su puñal y comenzó a hacer un agujero en ma parte superior, oliendo el néctar que contenía. —Eniakaktìe. [Dulce]. —Coloco su dedo dentro en el néctar y probarlo, dejando al chico sorprendido por su rico sabor.

✨𝓜𝓪 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora