La noche llegaba a su punto inicial y las chozas se iluminaban a través del fuego y las antorchas. Poco a poco el cielo empezaba a despejarse de aquella neblina y las estrellas visualizarse en el firmamento. Un ambiente perfectamente tranquilo para el joven Omatikaya quien decidió dar un último paseo del día antes de irse a dormir, de reojo pudo a ver a Rotxo cargando una cesta con comida y algunos menjurjes quien se dirigía a la choza de los jefes Metkayna.
-Hola Rotxo. —Saludo Neteyam cortésmente hacia el chico.
-Ah hola Neteyam, un gusto volverte a ver. —Sonrió Rotxo como respuesta y encaminándose de nuevo a la dirección correspondiente.
-Ao'nung. —Los nervios de Neteyam estaban en aumento sobre el estado del chico. —¿Ao'nung se encuentra bien?.
-Si, ya despertó y justo voy a dejarle esto para que coma. —Respondió Rotxo no sin antes ver como el Omatikaya se fue corriendo hacia la choza. —¡Eh! ¡Neteyam! ¡Espérame!. —Sujeto fuertemente la cesta para ir corriendo tras el.
Las piernas de Neteyam corrían a gran velocidad no le importaba los obstáculos que se oponían ante el, podría esquivarlos pero su necesidad de ver a Ao'nung era mucho mayor que no le importaba dejar a Rotxo atrás o que su abrigo cayera en el suelo. No tardo ni cinco minutos en llegar a la entrada de la choza y justo como lo imaginaba ver a Ao'nung despierto. Sus ojos se hubieron en lágrimas y una sonrisa se formó en su rostro al igual que los puntos de su piel brillaron como estrellas.
-¡Ao'nung!. —Corrió hacia a él solo para darle un fuerte abrazo que no le dio tiempo de reaccionar a Ao'nung.
Ao'nung quedó perplejo ante la acción de Neteyam, ignoró el ardor que sentía de sus quemaduras debido al abrazo, él jamás sintió esta cálida sensación de ser abrazado por una persona que apenas conoces y más si esa persona se preocupe tanto. Los brazos de Ao'nung dudaban en corresponder el abrazo algo tan sencillo pueda ser tan difícil de expresar con tan poco como un simple abrazo, solo colocó sus manos en la cintura de Neteyam y esta vez no hubo reacción alguna de molestia o de rechazo solo eran lloriqueos del chico de piel azul. Neteyam se separó para poder verlo a la cara.
-Ao'nung, oh Ao'nung me alegro que hayas despertado. No sabes los horribles momentos que pasaron todos en el estado en el que te encontrabas. —Comentó sonriente y sin dejar de soltar lágrimas. Algo que llamó la atención de Ao'nung fueron sus tintinear los puntos de su piel.
-¿Neteyam?. —Entrecerró sus ojos con una voz débil y quebrada.
-¿Pues quien más?. Skxáwng. —Le dio un pequeño golpe en la frente sin llegar a lastimarlo. —Eres un tonto, te dije perfectamente que no te fueras en un clima tan tempestuoso y mira donde estás ahora.
-¿Que ocurrió?. Nadie logró darme una explicación alguna. —Bajó ambas orejas ante la pregunta aparte de la culpa que sentía.
-Cuando te fuiste, un rayo te alcanzo y te quemo, caíste en el agua y fue ahí donde te descubrí y te salvé. —Sonrió pero a los pocos segundos cambió su mirar. — Pero no creas que todo fue sencillo.
Debido a la vergüenza y sentimiento de culpabilidad Ao'nung bajo sus orejas bajando su mirada, tanto que no tenía el valor de mirarlo a los ojos ya que su accidente había sido su culpa y todo por su testarudez y orgullo, algo que por poco le costaba la vida de los dos. Antes de de decir una palabra sintió que algo faltaba en su cuello, su collar de dije de colmillo no se encontraba en su lugar no sin antes ver que este se encontraba en la mano de Neteyam.
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✨𝓜𝓪 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶✨
Fanfiction"Jamás me enamoraría de un raro, un ser con sangre demoníaca que solo traería desgracia a mi pueblo" O eso era lo que decía, sin embargo esa frase había quedado en el olvido cuando esté sentimiento comenzó a florecer dentro de mi, y sus labios se ap...