🌊089🌿

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La noche simplemente parecía eterna al estar varada en el firmamento sin algún tipo de descanso en desaparecer pronto en la mañana, pero para el joven Metkayina valió totalmente la espera. La espera de pasar al menos un momento con el joven Omatikaya.

La rebeldía era presente entre ellos dos, el hecho de que Neteyam desobedeciera una orden de su padre, en el cual consista en no salir durante la noche lo hacía cada vez más liberal de aquellas órdenes que no respetaba, solo por el hecho de estar al lado de Ao'nung en aquella visita que prometió.

Ao'nung se había comportado muy amable al momento de su llegada al marui. No hubo alguna clase de intención sexual entre ellos dos, por el miedo de ser descubiertos por sus padres, sin embargo eso no le quitaba el hecho de robarse unos cuantos abrazos y tirones de colar y colas neuronales de ambos na'vis. Fue realmente divertido, al menos sus preocupaciones pasaban de largo cuando se divertían a su manera.

Cuando Neteyam se encontraba durmiendo en la hamaca de Ao'nung y al pasar su mano por este mismo para verificar si el mayor se encontraba de su lado, pero no estaba allí. Esto lo hizo despertar con algo de temor, pero su alivio volvió al verlo sentido sobre la entrada del marui, quedando su silueta levemente iluminada por la bioluminiscencia de su cuerpo. Neteyam estaba confundido al ver a Ao'nung despierto durante altas horas de la madrugada.

¿Ao'nung? —preguntó Neteyam somnoliento a Ao'nung.

El Metkayina alzó ambas orejas al escuchar la tenue voz de su joven pareja. Volteó ligeramente su rostro donde lo pudo observar por unos instantes en plena oscuridad.

¿Aún despierto? —. Ao'nung desvió la pregunta por otra más concisa.

Neteyam bajó sus orejas y se reiteró a sentarse en la hamaca, sin que sus pies tocaran el suelo.

No lo estaba hasta que sentí la hamaca muy ligera. —respondió.

El sueño se me ha ido de las manos. No puedo dormir —. En su voz se escuchaba entristecida y hasta preocupada.

El Omatikaya supo que algo estaba mal en él, su tono de voz bufonesca ahora se encontraba preocupada. Se levantó de la hamaca y dirigirse a sus espaldas. Notó que llevaba en sus manos un tótem tallada a la figura de un tulkun, llamando la atención de Neteyam.

¿Qué es eso? —preguntó.

Ao'nung dirigió su vista tanto a Neteyam como al tótem que admiraba con vehemencia.

Es un tótem, un tótem que mi padre ha tallado a la imagen de mi hermano espiritual —. Respondió ante la pregunta de Neteyam, mostrando al tótem.

Es muy bonito. —sonrió Neteyam, quien tomó el tótem para observarlo con detenimiento—. ¿Esto te mantiene triste?.

¿Triste? —dijo Ao'nung con asombro pero le dio la razón a Neteyam.

Tus orejas lo dicen todo —. Neteyam tomó ambas orejas en las cuales estaban apegadas a su sien.

Ao'nung solo respiro con profundidad y soltó un leve suspiro.

Fkar'ut se irá mañana, junto a toda la manada de tulkun. —respondió entristecido—. Eso significa que no lo volveré a ver dentro de unos años. Estaba conmovido de que él período de migración duraría mucho más tiempo, pero veo que no es así.

Pero esa no era toda su explicación, presenciaba todo lo sucedido en la ceremonia de mayoría de edad que había sido un fracaso con la connotación de Ao'nung y su hermano espiritual.

✨𝓜𝓪 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora